A sus 39 años, Irene Fondón es doctora ingeniera en Telecomunicaciones y da clase de Teoría de la Señales y Comunicaciones en la Universidad de Sevilla. Es vicepresidenta de Women in Engineering (WIE) y trabaja en una línea investigadora para aplicar el procesado de imagen a la medicina. Es un ejemplo de superación y a la vez de las dificultades que atraviesan las mujeres que eligen el camino de la investigación.
Aunque, según Fondón, en su departamento hay mujeres, reconoce que, en general, en las ingenierías hay pocas. «En mis clases hay sólo un diez por ciento de mujeres», dice esta ingeniera, que considera que es un tema arraigado que siempre se ha considerado que la ingeniería era «un mundo de hombres» .
De hecho, Irene Fondón explica que hay muchos estereotipos y muchos que piensan que las mujeres ingenieras «no pueden llevar tacones». «Tengo que demostrar que somos normales , que no somos las mas feas de España», explica esta investigadora sevillana insistiendo en que es necesario que las mujeres den un paso más. Según dice, deben «dejar de ser las becarias», para pasar a liderar los grupos de investigación.
En ese sentido, añade que el problema no es la conciliación. Ella, por ejemplo, está separada y es madre de dos niños. «Yo llevo los niños al colegio, investigo y hago deportes» , dice.
Investigadoras en Sevilla: «Tenemos que demostrar que somos normales, no las feas»