Instituciones Penitenciarias
Interior acerca desde Algeciras a Zaragoza al asesino del médico Muñoz Cariñanos
Igor Solana había sido trasladado en 2018 a la prisión de Botafuegos por petición suya para estar cerca de su pareja, otra presa etarra con la que tiene un hijo
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha vuelto a comunicar este viernes el traslado de otra tanda de presos etarras a prisiones próximas al País Vasco. Se trata de un grupo de seis reclusos entre los que se encuentra Jon Igor Solana Matarrán , condenado entre otros crímenes por el asesinato del médico Antonio Muñoz Cariñanos . El coronel fue tiroteado en su consulta del centro de Sevilla el 16 de octubre de 2000.
Jon Igor Solana Matarrán será conducido a la cárcel de Zuera (Zaragoza) en próximas fechas desde la de Botafuegos (Algeciras). El recluso llevaba en prisión desde el año 2000. Fue detenido el mismo día que perpetró el atentado en Sevilla . Está cumpliendo una condena de 30 años por diversos atentados y asesinatos como miembro del Comando Andalucía . Entre sus víctimas, además del médico militar, está el fiscal Luis Portero o el concejal del PP de Málaga José María Martín Carpena.
Prisiones destaca en un comunicado que Solana cumplirá las tres cuartas partes de su condena en 2023, y que admite la legalidad penitenciaria. Además ha presentado un escrito en el que se desvincula de la banda y reconoce el dolor causado.
En 2015, este preso solicitó la ayuda del Congreso de los Diputados para que lo trasladaran al mismo centro penitenciario donde cumplía condena su pareja, Eider Pérez Aristizaba , también vinculada a la banda terrorista. Argumentó entonces que quería tener contacto con ella y con el hijo pequeño que tuvieron en 2009. El juez de vigilancia penitenciaria ordenó en 2018 que fuera trasladado desde Córdoba a Botafuegos (Algeciras), curiosamente la prisión más alejada del País Vasco dentro de la península.
Zuera y el Comando Andalucía
El traslado de Solana se conoce apenas tres semanas después del que también ha llevado hasta la misma prisión zaragozana a dos de los condenados por el atentado que acabó con las vidas de Alberto Jiménez-Becerril y de su mujer Ascensión García . Mikel Azurmendi Peñagaricano y Maite Pedrosa Barrenechea estaban en prisiones de Valencia y pasaron a Zuera. La hermana del que fuera concejal del PP, la diputada Teresa Jiménez-Becerril , se lamentaba por la política de acercamiento del Gobierno de Sánchez como parte del acuerdo con formaciones como EH Bildu para sacar adelante los Presupuestos Generales. «El ministro Marlaska está reagrupando al Comando Andalucí a en Zaragoza. Todos allí, juntitos. Son los mismos que después de matar a un concejal y a su mujer a pocos metros de la casa donde estaban sus tres hijos esperándolos, lo celebraron con una cena y brindando con sidra en el piso donde se escondían», señalaba en declaraciones a ABC.
En esa misma línea se expresaba este viernes la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) tras conocerse un nuevo traslado de presos. «Mientras los etarras vuelven a casa por Navidad, para miles de familias en España seguirán siendo una fiestas tristes y duras porque sus seres queridos ya no están».
La Audiencia Nacional condenaba en 2002 a Igor Solana y a Harriet Iragui Gurruchaga a 53 años de cárcel por el asesinato de Antonio Muñoz Cariñanos. Si bien, como detalla en su comunicado Instituciones Penitenciarias Solana no iba a cumplir más de 30 años que es el tiempo máximo de permanencia en prisión antes de que se incluyera la prisión permanente revisable en el Código Penal.
Solana fue detenido poco después de cometer el atentado. Acababa de pegarle tres tiros al coronel tras irrumpir en su consulta junto a Iragui. Cuando abandonaban la zona se cruzaron con unos agentes de la Policía y trataron de huir. Solana fue detenido en ese instante, pero su compinche consiguió llegar al piso franco donde trató de deshacerse de material. Fue detenido de madrugada en la calle Doctor Fedriani . Los dos etarras fueron identificados por el propietario del piso que habían alquilado en la barriada de El Cerezo , en la calle Playa de Punta Umbría y donde la Policía encontró documentos manuscritos por ellos, sus huellas dactilares y las matrículas legítimas del vehículo que robaron para cometer el atentado del fiscal Portero tan sólo unos días antes.
Igor Solana tuvo que ser escoltado por la Policía cuando lo condujeron al piso franco de El Cerezo para realizar un registro al día siguiente de los atentados. Un grupo de vecinos se abalanzó sobre el etarra para agredirlo.
Ocho años después sería sentenciado el considerado cerebro del atentado, Juan Antonio Olarra Guridi , alias «Jon» y «Ostagi», a quien la Audiencia Nacional le impuso una pena de 34 años. Él fue quien dio información sobre la víctima y facilitó a los pistoleros soportes para fabricar matrículas falsas, pistolas, documentación falsa y diverso material para robar coches así como más de un millón de las antiguas pesetas (6.000 euros).
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