EDUCACIÓN
Instituto Carlos Haya: Cinco años esperando un ascensor
Las instalaciones del IES de Tablada, en manos de la Junta hace diez años, son obsoletas: no es accesible para personas con discapacidad y tiene fallos eléctricos
![Una de las escaleras del interior del IES Carlos Haya](https://s2.abcstatics.com/media/sevilla/2017/10/23/s/pixelados-kJnC--1240x698@abc.jpg)
El Instituto Carlos Haya no es del Ejército aunque esté en Tablada junto a la zona de viviendas militares. Construido en el año 1976, este centro en el que estudian niños y niñas de Enseñanza Secundaria y Bachillerato y que en tiempos dependía del Ministerio de Defensa , lleva desde el año 2007 en manos de la Junta de Andalucía después de que ese año se firmara el traspaso.
Sin embargo, las viejas dependencias de la calle Calle Barberán y Collar siguen igual que hace diez años: en estado lamentable y sin que apenas hayan hecho reformas desde que pasara a manos del Ejecutivo andaluz. Sólo hay que darse una vuelta por el instituto, el más cercano a Los Remedios (un barrio en el que hay únicamente tres colegios concertados), para comprobar las deficiencias que presenta.
Lo más llamativo es la falta de adaptación para la movilidad de personas con movilidad reducida . En el instituto no hay ascensor ni rampas. Y eso que hace ya cinco años que la Junta de Andalucía, en vísperas de las elecciones del año 2012, le prometió instalar un ascensor.
Para ello, según el presidente de la AMPA, Ángel Reverte , incluso acudieron técnicos de la delegación de Educación que tomaron medidas e inspeccionaron el terreno para determinar cual era la ubicación más idónea. Sin embargo, luego el proyecto se quedó en nada después de que, en plena época de crisis, ninguna empresa se atreviera a pujar por asumir la instalación para una obra en la que debía adelantar el dinero para que después se lo pagara la Junta.
Así las cosas en el instituto siguen sin ascensor. Cuando algún alumno tiene alguna lesión que le impide subir las escaleras, desplazan a toda la clase a un aula de la planta baja.Y así se apañan. «El ascensor se pidió hace tiempo y a principios de este curso volví a pedírselo al inspector y me dijo que no era de su competencia», explica el presidente del AMPA.
No es esa la única deficiencia de un centro en el que llevan diez años sin hacer reformas . A final del pasado curso también pidieron, como otros centros, aire acondicionado pero sólo consiguieron que hicieran, como en el resto de los colegios, algunas pequeñas actuaciones de climatización. De aire acondicionado nada.
También se quejan los padres de la existencia de un depósito de gasoil en el suelo del patio donde los niños juegan a la hora del recreo. «Un día de estos va a saltar por los aires», dice uno de los padres que considera que el citado depósito debería estar en otro sitio alejado del paso de los chicos y chicas.
Las deficiencias también afectan a la instalación eléctrica ya que hay días que saltan los plomillos y se quedan sin luz en algunas líneas. Lo que les impide dar algunas clases. «La instalación eléctricos es una bomba ; un día va a ocurrir algo», denuncia Reverte.
Y en cuanto a los servicios del patio ocurre lo mismo: están en muy malas condiciones y son muy antiguos. Otra opinión la da Juan José Romero , uno de los padres más combativo con la ausencia del profesor de Matemáticas y que ha hecho varios escritos sobre ese tema. Romero cree que el centro «está peor que una cárcel» e insiste en que es un edificio «con muchas carencias para nuestros hijos».