Inicio del curso en Sevilla

La enseñanza privada se incorpora al curso escolar más incierto por culpa del Covid

La patronal de los centros privados en Sevilla habla de «esfuerzo inversor» para adaptarse a los tiempos del Covid

Accesos con señalizaciones e hidrogel en el San Francisco de Paula Manu Gómez

Silvia Tubio

Los colegios privados de Sevilla arrancan un nuevo curso esta semana , con algunos días de antelación a los centros públicos y concentrados que lo harán este jueves en un año radicalmente distinto por la incidencia del coronavirus Covid-19 . Desde la patronal de la privada lamentan que no se hayan tenido en cuenta a estos centros a la hora de incluirlos en el reparto de medios sanitarios para combatir el virus, como la realización de test a su personal. Unas pruebas que se están llevando a cabo en estos días para hacer un primer cribado de qué profesores pueden estar contagiados. Aquellos que den positivo a esta prueba, que tiene una fiabilidad limitada, deben someterse a una PCR, que ofrece resultados más completos.

Rafael Caamaño , Secretario general de la patronal CECE-Andalucía, que aglutina a 425 centros educativos, critica que tengan que ser los propios centros los que deban asumir esos medios. «No estamos hablando de una cuestión educativa. Estamos en mitad de una pandemia en donde todos los alumnos, ya sean de la pública o la privada, deben tener acceso a los mismos recursos. Esto es un problema sanitario que trasciende a la enseñanza que es el servicio que ofrecemos desde nuestro colegios». Estos centros, según detalla Caamaño, han tenido que sufragar esos test rápidos para cumplir el mismo protocolo que activó la Junta de Andalucía en la red de colegios que gestiona o destina fondos públicos. «Ése es el mensaje que estamos trasladando a las familias, que a pesar de que no hemos podido contar con esos recursos, nos hemos ajustado para cumplir esas directrices». Desde CECE admiten que en los colegios han tenido que hacer una inversión importante para adaptarse a la distancia de seguridad, los grupos de convivencia o clases burbuja, entre otras medidas que se imponen en estos tiempos de pandemia. Y desde la patronal no niegan que ese gasto acaba repercutiendo en las cuotas que pagan los padres.

Uno de esos centros educativos que ultimaban estos días la vuelta a las aulas es el San Francisco de Paula. Los más pequeños, de 2-3 años, ya lo hicieron en la primera semana de septiembre y este martes lo hace el resto de compañeros. «Es un curso distinto, pero lo iniciamos con la tranquilidad de al menos llevar el trabajo hecho y que esté todo listo». El director, Luis Rey , explica que a finales de agosto, los padres recibieron el plan de contingencia donde se detallan las medidas que se han implantado para garantizar la higienización de los espacios, reducir los contactos entre alumnos y la reorganización de los espacios en función de su aforo. Así, se han establecido horarios escalonados de entrada por niveles, teniendo en cuenta la circunstancia particular de los alumnos que cuentan con hermanos más pequeños también matriculados. Todos los estudiantes tendrán que usar mascarilla salvo los de Infantil o los que acrediten que no pueden llevar estos elementos de protección. Como en otros centros, los pasillos y patios se llenarán de cintas adhesivas en el suelo para indicar sentidos de circulación. De tal manera que los estudiantes circulen en fila y no en grupos sin orden alguno.

Todo un plan de contingencias

El citado plan de contingencia incluye mamparas con la redistribución de los espacios comunes como el comedor, donde se han instalado mamparas, un elemento que están incorporando otros centros, también públicos, aunque en estos casos la financiación de estos recursos está saliendo de los bolsillos de los padres a través de las Ampas.

El documento de casi 60 páginas «ha sido muy bien acogido por los padres. Hay quienes nos han felicitado por el trabajo». El contacto con ellos está siendo por vía telemática. «Se han mantenido reuniones cada tutor con los padres para mantenerlos informados». Rey también reconoce como la patronal de la privada que en el centro se ha tenido que aumentar el gasto en este curso. «Ya no sólo ha sido la inversión en materiales sino también la contratación de personal». El director del San Francisco de Paula destaca el trabajo realizado por el equipo de enfermería y como ha habido profesores que han puesto sus conocimientos derivados de su formación en origen, como el caso de un arquitecto, para llevar a cabo la redistribución de espacios.

Los datos de matriculación en estos centros privados aún no están cerrados por lo que se manejan en estos momentos cifras similares a las del año pasado cuando se matricularon para el curso 2019-2020 con 227.000 estudiantes en Educación Infantil en centros andaluces, 426.000 en Primaria, 305.000 en ESO y 95.000 en Bachillerato . Al igual que ha ocurrido con las escuelas infantiles, los centros privados han notado una reducción en el número de alumnos matriculados en Infantil. El temor de los padres a un posible contagio ha influido «sin olvidarnos que en los últimos años estamos sufriendo una reducción de la natalidad», señala Rafael Caamaño. Por eso desde estos centros abogan por lanzar «más mensajes de tranquilidad y menos alarmismo».

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