Así incumplen la orden de confinamiento en las Tres Mil Viviendas
Un grupo numeroso de personas, entre los que se encuentran integrantes del clan de los Caracoleños, cantan en la calle una suerte de oración contra el coronavirus
Las imágenes de una Sevilla de calles vacías por la orden de confinamiento impuesta por el Gobierno central no es la única realidad. Es cierto que es mayoritaria, pero hay otra ciudad que rehuye a las cámaras y que cuesta fotografiar. Se trata de los puntos más conflictivos de la capital, donde el incumplimiento de las leyes están a la orden del día. Por ejemplo: las Tres Mil Viviendas . Un vídeo grabado en la noche del miércoles demuestra cómo un grupo numeroso de personas se saltó sin contemplaciones la obligación de permanecer en casa como medida de seguridad para frenar la propagación del virus.
Fuentes policiales han confirmado a ABC la veracidad de las imágenes y que éstas se produjeron en la calle Luis Ortiz Muñoz. En ellas se ven a varios integrantes del clan los Caracoleños , conocido por sus vínculos con el negocio de la droga, cantando una suerte de oración «Jesús sana mi cuerpo, sana mi alma». En el Polígono Sur, entre los vecinos de etnia gitana, está muy arraigado el culto evangélico y al parecer, salir a la calle a cantar está siendo su alternativa a los aplausos que se hacen desde los balcones en otros puntos de la ciudad.
Las imágenes , grabadas por un vecino, han generado una profunda indignación entre los residentes que sí están cumpliendo con las normas y se mantienen confinados en sus casas. Las autoridades sanitarias insisten en que esta medida extrema dará resultados tan pronto la ciudadanía sea disciplinada y no salga a la calle salvo para lo estrictamente necesario.
Las mismas fuentes policiales consultadas por este periódico explican que los agentes de Seguridad Ciudadana que están patrullando el Polígono Sur, están teniendo problemas para hacer cumplir con las normas ya que las personas que se resisten a quedarse en sus domicilios, se enfrentan. Fuentes vecinales, sin embargo, lamentan que la presencia policial en esta barriada, como ocurre a lo largo del año, es escasa a pesar de los graves problemas de seguridad ciudadana que hay en este barrio, uno de los más pobres de España.
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