COLECCIÓN GRÁFICA DE ABC
El incendio que casi acaba con el seminario de San Telmo
El domingo 6 de julio de 1952, un violento fuego en el ala izquierda amenazó con destruir el palacio, hoy sede de la Junta de Andalucía
La imagen de la Colección gráfica de ABC remite a un episodio acaecido el domingo 6 de julio de 1952 , cuando un voraz incendio amenazó con derrumbar el palacio de San Telmo , entonces seminario diocesano y hoy sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.
El siniestro tuvo lugar poco después de las nueve de la mañana de un domingo con todos los seminaristas de vacaciones, por lo que el palacio de los Montpensier -convertido en seminario diocesano desde 1901- estaba sin muchos ocupantes. La voz de alarma la dieron los paseantes a las 10.30 de la mañana cuando una columna de humo era visible desde la calle.
De inmediato, se dio aviso al parque de bomberos, «cuyo personal, provisto de todo el material moderno, a las órdenes del jefe Manuel Álvarez Dardet , se personó prestamente en el lugar de la ocurrencia», relataba la crónica de ABC del martes 8 de julio . Los bomberos utilizaron el coche escala y cuatro mangueras con toma de agua en el río que extendieron un grupito de voluntarios, entre los que se encontraba el propio hijo del jefe del cuerpo, José Ramón Álvarez-Dardet González, que jugaba con sus amigos del internado del colegio San Luis Gonzaga de la calle Amor de Dios en los jardines del Cristina.
El fuego quedó sofocado a las 13.30 , tras más de tres horas de combate por parte de los bomberos, como se aprecia en la imagen, con unos gorrillos cuarteleros que usaban cuando no precisaban de casco. También participaron fuerzas de Ingenieros y de la propia Capitanía, además de fuerzas de la Guardia Civil y de la Policía Armada.
La parte más afectada del palacio de San Telmo resultó ser la bóveda «que cubre la hermosa escalera principal, de jaspe rojo, y en la techumbre contigua del despacho del antiguo rectorado». La biblioteca, con sus veinticinco mil volúmenes, se salvó en parte gracias a la decidida acción de los seminaristas presentes en la ciudad, convocados por el capellán real, José Sebastián y Bandarán ; el conservador del Alcázar, Joaquín Romero Murube ; el vicerrector del seminario, don Otilio Ruiz; y otros cargos. Formaron una cadena humana que de mano en mano puso a salvo los ejemplares más valiosos.
Nada más tener conocimiento del siniestro, se personó en San Telmo el cardenal arzobispo Pedro Segura , quien llegó en un taxi acompañado de su capellán don Santiago Guinea. Allí se dieron cita el gobernador civil, Ortí y Meléndez Valdés ; el alcalde, marqués del Contadero ; el gobernador del Banco de España y ex ministro de Hacienda, Joaquín Benjumea Burín ; y el arquitecto Aurelio Gómez Millán , entre otras muchas autoridades.
Al día siguiente, el cardenal Segura ordenó dos colectas en otros tantos domingos de julio para allegar fondos para la reconstrucción del seminario: «¡El Señor sea bendito, ya que nada nos sucede en esta vida que no sea dispuesto por su divina Providencia!», reseñaba en su comunicación al clero diocesano.
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