Un enfermero sevillano logra la incapacidad total por agorafobia
Ha tenido que ir a los tribunales contra el INSS para conseguir el cien por cien de su pensión
Como le está pasando a personas que padecen fibromialgia, que están recurriendo y ganando en los tribunales derechos que les niega el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), ahora otro enfermo con una patología poco usual ha conseguido también sus pretensiones y, por tanto, una pensión vitalicia del cien por cien.
Se trata de un enfermero sevillano de 64 años de edad que padece agorafobia y al que, agotada la vía administrativa, un juzgado de lo Social de la capital andaluza le ha reconocido el grado de incapacidad permanente absoluta en un proceso al que ha concurrido con la defensa del abogado Álvaro Jiménez Bidón.
El final de la lucha de este enfermero ha terminado no sólo con el reconocimiento de su enfermedad sino de un pensión de 2.500 euros, casi el doble de lo que percibía antes de demandar al INSS, un total de 1.387 euros.
Dice el citado letrado, socio del bufete Jiménez Bidón Abogados , que se trata de una enfermedad poco corriente si bien jurídicamente, de nuevo, son los jueces quienes reconocen derechos que el Estado niega. Alude a las causas que están ganando muchas personas que padecen fibromialgia. En este caso concreto, el enfermero también ha demandado al INSS solicitando una revisión de su incapacidad.
En los hechos probados de la sentencia figura que la parte demandante padece «depresión con agorafobia , generando tal patología limitaciones derivadas de su estado ansioso-depresivo con agorafobia severa para cualquier tipo de relación socio-laboral normalizada, encontrándose en la fecha del informe de revisión recluido en su domicilio con severo estado ansioso depresivo».
También está probado «el deterioro psicofuncional importante con reducción de toda relación personal y retraimiento intenso». Además, según consta en la sentencia, el informe de revisión indicó que «la evolución había sido negativa con agravamiento a pesar de los diferentes tratamientos ensayados» si bien «el demandante es independiente para las actividades básicas de la vida diaria».
Así las cosas el enfermero solicitó la revisión del grado de incapacidad reconocido por agravación y la incapacidad permanente absoluta a lo que se opuso el INSS alegando que no concurrían los presupuestos oportunos «habida cuenta que la parte demandante puede desempeñar actividad profesional liviana y sedentaria».
El afectado no tuvo más remedio que acudir a los tribunales que han estimado su demanda en un fallo el cual, según Jiménez Bidón, ya es firme pues el INSS no ha recurrido.
Este abogado también asistió en juicio a María Asunción González Peñaloza, una sevillana con fibromialgia que ganó la batalla judicial contra el INSS y obtuvo la permanente absoluta.
Estaba mala sin fuerzas y el médico le dijo que era una «floja» a Teresa García García , otra joven madre de familia con fibromialgia que tuvo que contratar al abogado Javier León Iglesias, de Zaragoza para que una jueza le concediera la incapacidad permanente absoluta.
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