Coronavirus en Sevilla
Los que se han hundido: 500 negocios de la hostelería han cerrado y podrían duplicarse
La mayor crisis del sector servicios se lleva por delante varias firmas señeras de Sevilla
Hay una Sevilla que no volverá. Una larga lista de negocios que formaban parte de la idiosincracia de la ciudad y que han desistido por la falta de recursos para remontar esta hecatombe. Han sido los peores meses para la historia reciente de la hostelería: la primavera fue calamitosa, el verano no ha remontado y las expectativas para el otoño son inquietantes. « Los más inteligentes fueron los que abandonaron el barco de primera hora », reconoce un hostelero.
Entre tantas bajas, hay algunas que son, y serán, insustituibles. La pandemia no tuvo miramientos y acabó con negocios tan clásicos como señeros para la ciudad. Y no fueron pocos los que exoneraron a la pandemia en sus argumentos: « desavenencias con los propietarios del local », « problemas de salud » o incluso « momento de la jubilación »; pero lo verdaderamente cierto es que esta crisis ha precipitado sus cierres .
Así empezaban a caer clásicos de la ciudad como La Isla, Casa Eme, Tendido 11, Enrique Becerra, El Serranito (Calle Alfonso XII), La Fiorentina ... Y otros tantos que posponían sus reaperturas para septiembre, cuando se intuía que sería éste un mes para el reflote: Casa Ricardo, Ochoa, Becerrita, La Montanera, Antigua Abacería San Lorenzo o Cañabota .
La Asociación de Hosteleros de Sevilla estima que unos 500 bares no volverán a abrir tras esta pandemia . Y temen que estas nuevas incidencias del virus, así como las restricciones para abrir con normalidad, lleguen a clausurar hasta mil negocios. «Tendremos que esperar a septiembre para ver cómo avanza esta situación. Muchos compañeros habían escogido este mes para su reapertura, pero la situación es incierta y no sabemos qué sucederá . Ahora mismo estamos en temporada baja y a partir del día 1 comienza una nueva temporada alta. Ojalá que la cosa remonte», señala el presidente de los hosteleros, Antonio Luque .
Y falta una semana para que llegue el «ansiado» mes de septiembre, con unas medidas incluso más restrictivas que cuando decidieron no levantar la persiana: la Junta de Andalucía ha decretado el cierre de los bares «que se dediquen exclusivamente al consumo de bebidas », tanto de día como de noche, y la prohibición de fumar en la vía pública si no se respeta la distancia mínima de seguridad de al menos dos metros.
A nivel nacional el panorama es aún más desolador: más de 40.000 establecimientos permanecerán cerrado s aunque se levanten todas las restricciones. La patronal augura un otoño «negro» con más cierres, una «escabechina» en la que influirán la bajada de temperaturas, la crisis económica, las pérdidas que arrastran muchos locales y el teletrabajo.
El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, José Luis Yzuel , calcula que el volumen de ingresos de los bares y restaurantes en estas fechas ronda el 60 por ciento de la facturación de hace un año .