Compra de votos

Huévar: fraude electoral, malversación y un pueblo dividido

La noticia adelantada por ABC ha provocado un cisma en la localidad

Maria Eugenia Moreno, alcaldesa de Huévar Abc

Alberto García Reyes

La Fiscalía lo ha visto claro. No ha necesitado encargar diligencias de investigación a la Policía para denunciar el caso ante un juzgado. La documentación entregada por la alcaldesa de Huévar ha bastado para que el Ministerio Público haya detectado indicios suficientes de delito por la supuesta compra de votos en este municipio del Aljarafe a cambio de empleos públicos. El «Plan 1.000» que se dejó en las cajas el exteniente de alcalde del PSOE porque falló la trituradora es un compendio directo del «modus operandi» socialista para asegurarse el apoyo en las urnas utilizando los recursos públicos.

Están los nombres de cada vecino calle a calle y están también las anotaciones del concejal para eliminar a los díscolos y beneficiar a los afines. A eso hay que añadir un listado con los contratos que efectivamente se llevaron a cabo en el Ayuntamiento en el que aparecen los mismos nombres que en el manuscrito. El cruce de papeles es incontestable. Así que sólo queda confirmar que la caligrafía de los documentos corresponde al teniente de alcalde y hacer un inventario exahustivo de los puestos de trabajo que se repartieron a cambio del voto. Hasta ahí el escándalo desde el punto de vista jurídico. Sin embargo, en el apartado social, la historia no ha hecho más que comenzar.

Desde que ABC desveló esta trama, en Huévar han ocurrido cosas insólitas . En primer lugar, la alcaldesa, María Eugenia Moreno, denunció que había sido forzada la puerta del Consistorio un domingo por la tarde y que alguien había entrado en los despachos, aunque no desapareció ningún documento. Días después, los coches de la Policía Local amanecieron reventados, concretamente con las lunas hechas añicos. No se ha podido averiguar quién está detrás de estos hechos, pero la correlación en el tiempo es bastante ilustrativa. Algunas fuentes achacan el destrozo de los coches de la Policía a un perturbado mental. Otras lo vinculan directamente con la situación. Lo que está claro es que en Huévar nada está tranquilo desde entonces porque el PP ha desmontado un sistema del que eran cómplices muchos vecinos.

Las elecciones habían dejado un empate técnico a cinco concejales entre populares y socialistas, aunque con una ventaja de los primeros de un puñado de votos. Es decir, si el concejal de Adelante que salió también de las urnas se abstenía, la Alcaldía sería para la fuerza más votada, en este caso el PP. El PSOE, que llevaba 36 años encadenando mayorías absolutas , confió en que el edil situado más a la izquierda le daría el gobierno, pero esto no se produjo y durante el acto de investidura se dio la sorpresa. Por primera vez en la historia el PP se hizo con la Alcaldía, pero con una diferencia de votos muy pequeña en un pueblo de apenas 3.000 habitantes. Esto quiere decir que los ánimos están muy divididos en el municipio y que la denuncia de compra de votos ha puesto en evidencia un sistema del que también se habrían beneficiado muchos votantes, asiduos contratados por el Ayuntamiento. Ahora el caso está en los tribunales y se dilucidará si lo que evidencian los documentos es o no delito. Pero la Justicia va lenta . Y en el día a día en Huévar vuelan las miradas acusatorias.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación