Coronavirus en Sevilla
Hostelería, gasolineras, oficinas y taxis, víctimas colaterales del teletrabajo
Muchos negocios han retrasado la reapertura ante la falta de clientes que siguen en activo desde sus casas para evitar el contagio del Covid-19
Los negocios hosteleros cercanos a edificios de oficinas o parques empresariales son un magnífico termómetro del empleo. El nivel de ocupación durante el turno de desayunos entre las siete y las diez de la mañana dice mucho de la situación de un mercado laboral , que ha tenido que adaptarse por la fuerza a la modalidad telemática para reducir el riesgo de contagio y facilitar la conciliación familiar. Esta modalidad ha dejado temblado a los negocios que viven de ese tránsito de trabajadores. La hostelería es uno de ellos. La actividad de decenas de establecimientos dependen en Sevilla de las oficinas, plantas de producción, talleres, colegios y edificios administrativos.
No es casual que hasta hoy apenas haya abierto ninguno de los restaurantes del parque tecnológico Cartuja . Tampoco está operativa la planta de restauración del centro comercial Torre Sevilla antes de la apertura de las tiendas y muchos esperan en Nervión y Viapol el regreso de funcionarios y profesionales para levantar la persiana. «No son pocos los locales que su facturación depende en un 80 por ciento de las oficinas, los colegios o los empleados públicos . El que no está en un ERTE, trabaja desde su casa y no va a desayunar ni pide el menú del día», señala Antonio Luque , presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla.
Reconoce que «este tipo de cliente es fundamental para el sector, que afronta una crisis sin precedentes». Todavía se lo piensa Antonio Pineda , propietario del restaurante Sabina de la Cartuja, que pasa un par de veces en semana por el recinto para ver el movimiento. «No hay nadie por las calles y apenas se ven coches. Parece un eterno mes de agosto», lamenta.
A la espera
Este empresario esperará aún algunas semanas para levantar la persiana. Sabe que un paso en falso puede suponer la ruina. «Nosotros vivimos del ejecutivo y de los trabajadores de las empresas tecnológicas y de las que tenemos más cerca», admite. Hoy abre el local que tiene en Los Remedios, pero el de la Cartuja seguirá cerrado hasta que haya alguna seguridad de que, al menos, podrá cubrir gastos. «Eso es lo que me mata: no saber hasta cuándo estaremos así. Dicen que muchas empresas mantendrán hasta otoño a la gente en su casa y eso me da pavor», se sincera.
Junto con los restaurantes, las gasolineras son también un sector afectado por el teletrabajo. El propietario de una de las estaciones que ha permanecido abierta en el polígono El Manchón ofrece la clave de lo que han sido estos meses de confinamiento y de lo que se avecina: « antes de la crisis vendíamos unos 8.000 litros de combustible diarios y ahora le damos salida a 700 , con la obligación de cumplir el horario completo con todo el personal». Se lamenta de que la caída de la movilidad de los que teletrabajan o están en un ERTE alargará esta situación a la que se ve poco remedio a corto plazo.
Nuevos hábitos
Hacer previsiones no es tarea fácil. La patronal de estos negocios, que tiene como portavoz a Beatriz Lacañina en Sevilla, hace un sondeo periódico de los nuevos hábitos, pero «es posible establecer patrones». Señala que las gasolineras urbanas lo han notado más que las que se encuentran en carreteras , donde repostan los transportistas y teme que la situación y «la obligación de estar siempre disponible al ser un servicio esencial acabará con muchos negocios».
La empresaria resalta que «el teletrabajo es un efecto añadido, como que los niños no vayan al colegio o que no se permita la movilidad entre provincias». Todo eso afecta directamente a un sector que saldrá muy tocado de esta crisis y que «no ha tenido el más mínimo apoyo por parte del Gobierno. Más bien todo lo contrario, llegando incluso a recomendar en la última orden ministerial que se recurra a estaciones de servicio sin personal para reducir el riesgo de contagio, cosa que es falsa, pues nadie desinfecta las mangueras ni las pantallas en ese tipo de instalaciones, por lo hablar de que no generan empleo», denuncia Beatriz Lacañina.
El taxi vive igualmente su propio calvario desde que comenzó el estado de alarma. La demanda comenzó a crecer tímidamente con el inicio de la desescalada, pero todavía sigue muy lejos de la recuperación y la extensión del teletrabajo sólo viene a retrasar más esa normalidad. Fuentes del sector aseguran a este medio que «la vuelta de los sevillanos a las oficinas, es la única esperanza que queda sin el turismo y sin los colegios» . Los servicios por motivos laborales son el principal negocio de la flota, según las fuentes consultadas, que no esperan una reactivación real al menos hasta el otoño. « Con la Feria y la Semana Santa perdidas y el verano que es nuestra temporada baja, vamos a pasar una racha muy difícil », se lamentan.
A medio plazo
La preocupación llega también al mercado de oficinas de la ciudad, que está completamente congelado desde el pasado 14 de marzo. Lo confirma Pedro Zubiría , director de Industrial e Inversión de la consultora Inerzia , que cierra estos días los acuerdos que se iniciaron antes de la emergencia sanitaria. «Después no ha entrado mucho más», admite. En este tiempo hay empresas que han llegado a acuerdos para retrasar o reducir los alquileres, pero el drama llegará en otoño cuando «muchas se planteen los ajustes». Zubiría considera que el «teletrabajo puede generar un impacto a medio o largo plazo» , no de forma inmediata. A corto plazo tendrán más efectos los recortes o cierres de compañías a causa de la crisis.
«Esta nueva recesión será profunda, pero confío en que sea más corta que la anterior», reflexiona el experto. Por la experiencia pasada, indica que «inevitablemente habrá una evolución en el mercado, pero es pronto para saber hacia dónde irá» . Eso sí, lo centra en el negocio de oficinas, otros como el logístico siguen creciendo con fuerza y serán un motor económico pujante.
Noticias relacionadas