LA SANGRE ES UN BIEN ESCASO
Hospital Virgen del Rocío: Investigan cómo ahorrar en transfusiones sanguíneas
Profesionales de la UCI describen nuevos indicadores para decidir a qué pacientes beneficia
Un equipo de médicos intensivistas de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío está trabajando en varias líneas de investigación para mejorar el soporte y la calidad de vida de los pacientes ingresados en esta unidad.
Entre las propuestas, se encuentran nuevos indicadores que han demostrado un mejor criterio para decidir a qué enfermos transfundir, lo que mejora la evolución de los pacientes críticos que han recibido una transfusión sanguínea.
Este trabajo puede cambiar la práctica clínica de las transfusiones de sangre al demostrar que guiar la transfusión sanguínea mediante nuevos indicadores como la oxigenación tisular no solo mejora la evolución de los pacientes transfundidos, sino que implica un importante descenso en el número de transfusiones .
Además, ocasiona un significativo ahorro tanto en el consumo de hemoderivados de los bancos de sangre como en los efectos adversos, capítulo este último cuya monitorización ha impulsado el director de esta Unidad de Gestión Clínica, el catedrático Francisco Murillo.
El estudio, desarrollado a lo largo de siete años, ha sido publicado en Journal of Neurotrauma. Financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria (FIS), está firmado por los doctores Victoria Arellana y Santiago R Leal, profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen del Rocío, que confirma su liderazgo internacional con los nuevos avances en el manejo de hemoderivados.
Por otro lado, las jornadas de alternativas a la transfusión y manejo de las coagulopatías, que el mismo equipo de investigación organiza anualmente en Sevilla, impulsará en 2018 las llamadas técnicas «Point of Care» (técnicas de atención rápida a pie de cama) , en especial la Tromboelastografía con apoyo de coagulómetros portátiles, cuyo papel en UCI viene analizando el intensivista e investigador Manuel Casado, y que permitirá el diagnóstico rápido (en torno a 7 minutos) de los problemas de coagulación además del ahorro de tiempo, de extraordinaria importancia en pacientes críticos.
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