RECONOCIMIENTO
Homenaje a Rafael Manzano, José María Cabeza y Fernando Fernández en el Ateneo
La Fundación Al-Idrisi hispano-marroquí reconoce la labor de los tres en la conservación del patrimonio andalusí
Las huellas de un pasado común son capaces de unir más a los territorios que los acuerdos comerciales o las alianzas políticas de conveniencia. Lo ha demostrado la Fundación Al-Idrisi hispano-marroquí , que ayer presentó en Sevilla el congreso itinerante «Misticismo en el Magreb y Gharb al-Andalus», que tuvo como punto de encuentro el Ateneo de Sevilla . En primera fila y como colaboradores de excepción, la cita contó con el arquitecto Rafael Manzano Martos , el arqueólogo Fernando Fernández Gómez y el arquitecto técnico José María Cabeza , que fueron homenajeados por su labor de investigación y preservación del patrimonio andalusí.
El reconocimiento les llega tras años de colaboración mutua, decenas de visitas al país vecino e innumerables horas de trabajo. Los tres comparten el privilegio de poder «amar a un pueblo porque lo conocen». Lo admitió Fernández Gómez, tras recibir un diploma y una estatuilla conmemorativa que reproduce un candil de aceite del siglo X.
«Lo importante de los homenajes no es que se lo den a uno, sino con quién se lo den», continuó el que fuera durante 25 años director del Museo Arqueológico de Sevilla . Con él se han formado decenas de profesionales, entre ellos la propia directora del congreso, Fatima-Zahra Aitoutouhen , que no dejó nunca de dirigirse a ellos como «maestros» y que destacó los fortísimos lazos que establece ese pasado común, porque «el patrimonio andalusí no entiende de territorios».
El arqueólogo valoró el esfuerzo con el que se ha desarrollado la cita, que no ha contado con ningún tipo de financiación pública. «Pertenezco a Al-Idrisidesde su fundación, así como al Club Unesco . Gracias a ellos he podido conocer Marruecos, su patrimonio y su riqueza», admitió este experto, muy querido en Alhucemas, donde ha llevado a cabo varias excavaciones .
En muchas de estas campañas contó siempre con la colaboración amiga de Rafael Manzano, que cumplirá el próximo mes los 81 años y todavía no ha jubilado el lápiz de dibujar. Con un vigor envidiable recogió su premio a una carrera dedicada al patrimonio. Él ha sido el gran guardián de los principales tesoros sevillanos. Estuvo a cargo de la conservación de los Reales Alcázares durante dos décadas, rehabilitó varias viviendas señoriales en la calle San Fernando y afrontó proyectos de conservación en el hotel Alfonso XIII y el Archivo de Indias .
«Yo sigo trabajando porque es mi entretenimiento», dijo, y la afirmación es literal, pues sigue al frente de dos obras en Santander. El condecorado arquitecto recordó con nostalgia sus inicios y ese acercamiento al mundo árabe a través del patrimonio. Hoy sigue velando por esa herencia junto a José María Cabeza , con el que mantiene una relación estrecha.
El arquitecto técnico, que también fue director del Alcázar de Sevilla, agradeció compartir «con amigos tan queridos» este reconocimiento. Ante el público presente en el salón de actos del Ateneo dijo haber «aprendido de todos los proyectos que ha emprendido», desde la recuperación de elementos mudéjares de la Catedral de Sevilla a la restauración de la Giralda o las murallas de Carmona .
Ya jubilado, continúa muy pegado a la actualidad que rodea al patrimonio de la ciudad. Lo hace a través de la Asociación Adepa , de la que destacó la gran labor en la defensa de ese tesoro «que no siempre tratamos como se merece».
El congreso en el que se han incluido estos reconocimientos se prolongará hasta el próximo 9 de octubre y ha contado con la máxima colaboración del Ateneo. Su presidente, A lberto Máximo Perez , lo consideró «un honor y una obligación», pues el primer principio de la organización que dirige «es servir y aportar a la cultura de los sevillanos».