SAN VALENTÍN
La historia de amor de dos sevillanos que se conocieron gracias a una enfermedad
María y Luis se conocieron en un centro de rehabilitación medular de Sevilla en 2008, desde entonces no se han separado nunca
María es una sevillana activa, alegre y divertida. Tenía todo aquello que una mujer de su edad deseaba tener: un buen trabajo en un despacho, una buena familia y muchos amigos. Divertida y simpática, muy amiga de sus amigos, en el año 2003 mientras realizaba un camino de Santiago con varios amigos, empezó a sentir un dolor fuerte en sus piernas. Desde entonces, tras un rosario de cinco años de pruebas médicas y consultas de especialistas, en 2008 por fin por fin fue diagnosticada: tumor en la médula.
Luis , también sevillano, era un empresario de éxito en un negocio publicitario con 20 empleados. Persona muy de éxito también social, también gustaba de disfrutar los buenos momentos con amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo en el año 2008 sufrió el que sería uno de los grandes cambios en su vida. Lo que en principio iba a ser una operación para revisar alguna de sus vértebras, se convirtió en un diagnóstico algo distinto: Mieloma múltiple con paraplegia en silla de ruedas provocada por una mala intervención.
Tras una intervención de casi once horas María estuvo ingresada en el hospital un mes y asistió a un año de rehabilitación diaria de 8 a 14 horas. Luis desde hace nueve años sigue un ritmo frenético que consiste en tres semanas de quimio y cinco días de descanso.
«Nos conocimos en junio de 2008 en un centro de rehabilitación del Aljarafe. Después de llevar una vida de stress, trabajo, etc. Tuvimos uin parón obligado cada uno por su lado por motivos de salud» indica Luis. «Fue un golpe duro y muy seco que te devuelve a la realidad de la vida y tienes que afrontar lo que te toca», asegura.
«Casualidades de la vida»
Para María se trata de «las casualidades de la vida: quién iba a pensar que en un centro de rehabilitación conocería a una persona especial en ese momento y en esas circunstancias. Nunca piensas que te pueda pasar. No se me hubiera pasado jamás por la cabeza porque en ese momento lo más importante para mi era recuperarme»
«En la rehabilitación me iba tirando las «flechitas», yo con mi silla y él corriendo detrás con la suya. Yo no entendía lo que estaba pasando porque jamás me lo hubiera pasado por la cabeza, pero es lo que allí ocurrió: me enamoré». Nos conocimos en el centro y hablamos muchísimo, con mucha comunicación, empezamos como amigos y después, sin darnos cuenta, como algo más. Desde entonces no nos hemos separado »
En estas circunstancias aseguran que «se quiere a la persona por lo que es, y no por lo que tienes. El corazón se abre más y te desahogas con el otro».
En estas circunstancias aseguran que « se quiere a la persona por lo que es, y no por lo que tienes . El corazón se abre más y te desahogas con el otro».
Ambas familias al principio estaban preocupadas. Desconfiaban de cómo íbamos a salir adelante los dos en nuestro estado. Pero en realidad «nos conocemos para lo bueno y para lo malo, para la salud y la enfermedad, pero en este caso más por la enfermedad. Hasta hoy jamás nos ha faltado ni un amigo ni nadie de la familia».
Desde entonces, cada año las consecuencias de la enfermedad también han ido evolucionando : en el caso de María, ir a todas partes con el andador, no poder caminar durante mucho tiempo seguido, no poder conducir, no poder asistir a muchos sitios, no poder acceder a muchos lugares: casas de amigos sin ascensor, escalones, rampas. Salidas, entradas, fines de semana. Tenemos que ir a un ritmo especial.
Cambia la vida entera
Según Luis «hemos tenido la suerte de encontrarnos los dos, adaptarnos y respetarnos en el tiempo y en el espacio», a la vez que maría interrumpe para decir que «muchas veces comentamos que es una pena que no nos hubiésemos conocido antes, pero entonces seguramente no nos hubiéramos conocido »
«Valoramos las cosas pequeñas y las grandes. Aprovechamos el tiempo para disfrutar y vivir». Aseguran que después de todo lo ocurrido se tiene una sensibilidad diferente . Intentas que no te afecte lo negativo y sacas todo lo positivo de las cosas. No deseas a tu alrededor las cosas que te molestan. Fundamentalmente buscas vivir y dar importancia a lo que tienes», asegura María.
«Como persona nos admiramos del afán de superación, la capacidad de lucha y aceptar todo lo que viene con positividad y alegría, sin tener que depender de nadie que te rodee. Aunque sepas que siempre estarán ahí si los necesitas»
«Para vivir así mejor NO morirse»
«El amor es muy bonito. Igual que en nuestros tiempos buenos pero muy diferente. Se quiere más, aparte del que todo el mundo pueda sentir». «Vivimos sin pausa, pero sin prisa, siendo conscientes de que el tiempo es oro y disfrutando del VIVIR en mayúsculas , porque nuestras circunstancias son estas».
Aunque sea duro recibimos más de lo que podamos entregar y puedes sentir una vida plena . Frente a la reacción que pudiera provocar nuestra situación en los otros tenemos un himno o lema propio: para vivir así mejor NO morirse »
Cuando se quiere «se sale adelante. Nunca se sabe hasta donde se puede llegar. Es lo más interesante del ser humano», afirman.
Llega el día de los enamorados y sin esperarlo recibes un ramo de flores. «Seguramente Luis olvida la fecha de mi clumpleaños, pero tiene grandes detalles especiales en el día a día. Tampoco es que celebremos muy especialmente el día de San Valentín, porque al final, lo realmente importante es el día a día ». Cuando se quiere «se sale adelante. Nunca se sabe hasta donde se puede llegar. Es lo más interesante del ser humano», afirman.
Luis dice que nunca ha sido más feliz en toda su vida que ahora: «María es lo más bonito que le ha pasado en mi vida. Parece difícil de creer, pero que ha sido necesario que me sucedan las circunstancias más duras de mi vida para descubrir la auténtica felicidad».