Una sevillana, atrapada en Malasia por el coronavirus
Es hija del torero Tomás Campuzano y trabaja como maestra en China
Quién le iba a decir a Laura Rodríguez Polo , de 30 años de edad, que una experiencia profesional y un viaje de unas merecidas vacaciones la iban a tener atrapada en un país que no es el suyo y no conoce, con una mascarilla puesta todo el día, costeándose un alojamiento imprevisto y con la incertidumbre y el miedo de no saber si se va a contagiar por el coronavirus, que ha desatado una epidemia de neumonía mortal en China.
La hija de Tomás Campuzano —nombre artístico de Tomás Rodríguez Pérez— es profesora de inglés en China a donde se fue hace año y medio por vivir la experiencia profesional después de irse de viaje dando la vuelta al mundo «con un proyecto y comprobar que Sevilla se me quedaba pequeña».
Estando allí en China decidió irse de vacaciones cuando le sorprendió el brote del coronavirus y el cierre de los colegios por parte del Gobierno hasta el 17 de febrero en su provincia, Zhejiang.
Ayer estaba en Malasia, donde ya se han contabilizado 4 muertos , y aunque quería volver a China, no lo hará porque «la situación es complicada, los restaurantes están cerrados, los pocos supermercados abiertos están vacíos y es imposible salir a la calle a pasear». Además del cierre de los colegios y de ese escenario inhóspito se encontró con que volaba a la ciudad de Hangzhou, la capital de la provincia china de Zhejiang, y está cerrada también por prevención.
«En mi provincia, por ejemplo, ya se han agotado las mascarillas en el hospital»
Pero en Malasia la situación no es mejor. Allí todo el mundo lleva mascarillas y así permanece ella, después de estar 6 días de viaje por Japón —Kyoto y Tokio— y llegar el lunes a Kuala Lumpur para irse ayer martes a Ipoh.
«Voy a ir a una isla de Malasia que se llama Langkawi, estaré ahí unos días y luego voy a cruzar a Tailandia , que es más seguro y económico, porque, claro, me lo costeo yo todo y es un dinero pues al ser fin de año chino está todo más caro», relata Laura Rodríguez. Personalmente, está más tranquila porque va con un compañero del colegio y, sana, aunque con «miedo» por las circunstancias adversas que se le están rodeando. «No exigen ir al médico. Solo en caso de que tengas tos o fiebre. En mi provincia, por ejemplo, se han agotado las mascarillas en el hospital y la gente no quiere ni ir al médico. En los aeropuertos están controlando la temperatura a todos los pasajeros que salen de China o lleguen al país », explica. De momento esos son los planes de Laura pues «el lunes nos dijeron que el 15 volvamos, pero nunca se sabe al 100% qué va a pasar hasta entonces».
«El día 17 deberíamos empezar de nuevo en el colegio —sigue— pero a saber qué dicen la semana que viene. Depende de la situación». Hasta ahora la situación es que la Comisión de Salud de China ha informado de que este lunes han muerto 26 personas debido al brote del nuevo coronavirus, lo que sitúa el balance de fallecidos en 106, mientras que los casos registrados ascienden a un total de 4.515 . Las alarmas saltaron el pasado domingo tras conocerse que el coronavirus tiene un periodo de incubación de 14 días y que es contagioso antes de que se manifiesten síntomas.
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