«Mi hija de 8 años no tiene por qué ver a borrachos orinando en la calle cuando va para su casa»

Residentes de la plaza de San Leandro y calles adyacentes urgen medidas para controlar las botellonas que se suceden los fines de semana en la zona y en las que sus asiduos — «jóvenes de Sevilla y menores de edad»— «beben alcohol en la calle, consumen droga, orinan hasta en los portales, hacen ruido y dejan un reguero de suciedad y vidrios cuando se marchan que hacen imposible hasta el acceso a sus viviendas». Bruno Rivera lleva año y medio sufriendo este calvario y ahora es el portavoz de un grupo de afectados que espontáneamente se han unido para defender sus derechos.

Han registrado firmas y quejas en el distrito Centro y llamado a la Policía Local cientos de veces «pero nos dicen que hay 400 botellonas en Sevilla y no pueden atender a todas o que han ido y nosotros no los hemos visto y hasta hay veces que ni cogen el teléfono», se queja Rivera.

«Yo salgo los viernes y cuando vuelvo a mi casa sobre las diez de la noche con mi hija de 8 años tengo que sortear a tres o cuatro borrachos orinando en la calle y eso mi hija no tiene por qué verlo», se queja.

El portavoz de los afectados relata que las botellonas empiezan sobre las nueve y media de la noche los jueves, viernes y sábados y que termina sobre la una de la madrugada. «Ellos no traen las bebidas —sigue— porque las compran en tiendecitas que les surten y la beben en la calle. Y además de jóvenes de Sevilla, hay menores y algunos del turno de noche del Instituto Velázquez ».

Asegura que el distrito no ha hecho caso a las quejas vecinales y a las treinta firmas que registraron — «ahora somos más»— y que se sienten impotentes y desamparados. «Tememos que lleguen los fines de semana», lamentan.