«Hemos logrado en 15 años lo que algunas multinacionales tardaron 50»

El empresario sevillano José María Fernández-Capitán, fundador de Restalia, desvela la historia de 100 Montaditos, La Sureña y TGB

Hace quince años Restalia era un local vacío de 19 metros cuadrados en Islantilla (Huelva). Hoy agrupa 100 Montaditos, La Sureña y The Good Burguer, suma 600 restaurantes y logra una facturación superior a los 260 millones de euros. Detrás de esta conocida historia está José María Fernández Capitán , un sevillano de 46 años que ha concedido a ABC de Sevilla la primera entrevista de su vida . «Quiero transmitir que tengo más ilusión que nunca por este proyecto, que se ha convertido en el primer concepto español de restauración en franquicia que sale al mercado internacional con la estructura necesaria para hacerlo con garantías», remarca. En todo momento da a entender que la empresa está solo al principio de su andadura. «Hemos conseguido en este tiempo lo que algunas multinacionales lograron en medio siglo, la primera meta de Restalia es alcanzar los 1.000 establecimientos a fines de 2017 y, a partir de ahí, nuestras posibilidades son infinitas... Pasar de 600 a 3.000 locales será más fácil que llegar desde cero a 600».

Los antecedentes

Fernández Capitán inició su carrera en los años noventa, cuando desembarcaron en España «por primera vez conceptos de restauración americanos que ya habían madurado en otros países». Con 19 años se incorporó a Pizza Queen , una cadena con tintes americanos y producción española en la que hacía de todo, desde ayudar en la apertura de los locales hasta organizar los esquemas de contratación de personal y la recaudación diaria de las pizzerías. «No había móviles, ni internet, ni Window 95… hice un máster de lo que significa la calle».

Él mismo adquirió dos franquicias de Pizza Queen en Sevilla y San Fernando que sufrieron mucho tras la irrupción de Telepizza . En 1999 hicieron un centro comercial en Islantilla , frente a la playa, donde volvió a intentarlo con un Pizza Queen en un local de 29 metros. «En ese mismo centro había un local vacío de 19 metros, pensé que allí podía tener otro buen negocio y lo alquilé». Durante ocho meses estudió qué hacer para rentabilizarlo. «La clave era vender mucho de un solo producto, porque no tenía capacidad de almacenamiento ni cocina; este producto, a su vez, no podía requerir platos, ni cubiertos, ni una serie de operaciones que necesitaran mucho personal». El local obligaba a la simplicidad, y así nació un bar que ofrecía «un solo producto y un solo precio, cien montaditos con pan recién hecho, a cien pesetas, con cerveza Cruzcampo muy fría» y una escenografía que recreaba el aire de las tradicionales tabernas sevillanas. Acababa de nacer 100 Montaditos .

El primer local

En abril del año 2000 abre sus puertas y desde el principio se forma una gran cola de clientes. Para evitar aglomeraciones en el interior sacan un megáfono de latón y llaman a la gente para que viniera a recoger su pedido una vez que estuviera hecho. «Ese detalle se convirtió en una experiencia, era interactuar con el cliente, que daba nombres de futbolistas, motes, se reía… y lo más importante, ese mes pude pagar la letra».

Pone un cartel con su móvil para buscar posibles franquiciados y el teléfono empieza a sonar. «La primera franquicia fue en Mérida, la segunda en Orense, la tercera en Valencia, la cuarta en Costa Ballena, la quinta en Sevilla; iba a todos lados con mi Peugeot 205 y el respaldo de una plantilla de cuatro personas contando con mi secretaria». En 2004 alcanza los 24 locales y a partir de esa cifra crea una oficina en Isla Cristina y un equipo de quince personas y abre una sede en Madrid, donde hasta el momento había citado a los posibles franquiciados «en la cafetería Samarkanda , donde se creaba una fila de veinte personas delante de mi mesa».

El crecimiento

La crisis refuerza el negocio. En 2007 había superado los cien locales y «una vez que sobrepasas ese umbral ya te has convertido en una marca, y si además no te ha absorbido un fondo de inversión, entonces eres una gran marca». Saca los miércoles la promoción Euromanía y crea una tendencia, pues nadie estaba adaptado a la venta a un euro. «Aún no había triunfado el low cost y nosotros irrumpimos con una oferta con la que además ofrecemos marcas premium, ya que nuestro proveedor de cerveza es Heineken , los refrescos son Coca Cola y el pan Europastry ».

En 2009 Restalia se pone nuevas metas. «Llegué al convencimiento de que el maravilloso negocio de la restauración organizada que vino a España en los años noventa está obsoleto y decidimos avanzar con modelos que se complementen y lanzamos La Sureña , que a diferencia de 100 Montaditos no tiene pan, sino raciones, y la cerveza se bebe muy fría en botellín servida en un cubo con hielo, mantenemos la simplicidad con una metodología de casual food muy potente y el monoprecio para las raciones». Vuelve a tener éxito exportando la costumbre sevillana de salir a conversar compartiendo unas raciones y entonces lanza The Good Burguer (TGB) , pues «pensé que era hora de abandonar el formato infantil para tomarse una hamburguesa y forjamos un esquema muy distinto, con carne de gran calidad y un pan único, acompañado por cerveza muy fría en vaso de cristal; es la hamburguesa del siglo XXI y este año llegaremos a 70 locales». Desde 2016 llegarán las nuevas marcas , que aún no desvela para «seguir generando expectativas en el mercado».

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