¿Por qué se hace tuno un abogado de 30 años?

¿Las fiestas? ¿La música? Diego Marín Torres ha esperado a la tercera década de su vida para darse a la vida de bandurrias y panderetas

DIego Marín Torres con sus compañeros pardillos J. J. ÚBEDA

M. MOGUER

Cuando Diego Marín Torres le confesó a su madre, Alfonsa , que se había hecho tuno con 30 años, ella solo le dijo: « ¿Pero es que no puedes encontrar una mujer buena y darme un nieto? ». Pasados los 30, una madre espera que su prole se dedique a tener hijos que ella pueda malcriar, y no a llevarle capas a las que coser cintas de colores. Pero este abogado sevillano llevaba ya años dándole vueltas a la idea. A primeros de octubre pidió el ingreso en la tuna de Derecho .

Diego Marín, un galante tuno J. J. ÚEBA

En realidad Diego le echó el ojo a la tuna cuando entró en la Facultad. «La primera semana de curso hacen un " pasaclase ", le cantan a los alumnos para que la gente se apunte. Es un poco como la armada americana y el « Enrólate en la Marina ». Cuando estudiaba, la vida universitaria ocupaba todo su tiempo y no pudo hacer caso a la llamada. Por eso se desquita ahora.

Pero, ¿Qué lleva a un hombre de 30 años a hacerse tuno? Sobre todo sabiendo que el primer año (puede que dos) será un «pardillo» , una suerte de aprendiz al que los tunos de verdad pueden manejar a su antojo. «En Salamanca me ordenaron que le diera un bocadito en la oreja a un compañero de 60 años », cuenta Diego. Y lo cuenta riéndose con ganas.

De momento este «pardillo» -y los demás- debe vestir con jersey rojo, corbata negra y zapatos negros siempre que tiene un acto con la tuna. Hasta que no se sepa al menos diez canciones con la guitarra, no pasará al siguiente escalón: neófito. Tras un tiempo prudencial, sus compañeros votarán si le hacen tuno de verdad . Ahí por fin sí podrá vestir las calzas, la capa, la beca y el resto de elementos del uniforme de rondar.

Tunos de hasta 60 años

«A mi lo que me gusta es juntarme con gente de 17 a 60 años , aprender de todos. Bueno, y los lingotazos que te metes , que te hartas de reír, claro», explica. El rango de edad en la tuna, es realmente amplio. Entre los más jóvenes hay un chico de 17 años -« aún no ha entrado en la Facultad - y llegan hasta los 60 -«hay registradores, magistrados... son como el doctor Jekyll y mister Hyde : por la mañana con la toga de juez, y por la noche con la bandurria de tuno»-. Y todos, independientemente de quienes son en su vida «civil», tienen un mote. El de Diego Marín es «El Tardío» . Sobra explicar por qué.

Entre los más jóvenes están los compañeros pardillos de este aprendiz de tuno treintañero. Todos soportan las novatadas sin protestar: « Lo del puteo a los pardillos es para crear vínculos. Si fuera regalado estar en la tuna, cualquiera entraría. Es una forma de probar cuántas ganas tienes de ser tuno ». Los pardillos respetan hasta el infinito las normas y los códigos.

Para entender esa reverencia por los símbolos , una muestra: uno de los pardillos, se enzarzó en una discusión con un tuno. La bronca subió de tono y, viendo lo que se avecinaba, le dijo a su «mayor»: « Quítate la beca (la tira de tela que llevan sobre los hombros), que te voy a pegar ». Pelearse a mamporros, sí; Pegarle a un tuno con beca puesta, no.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación