Educación
La guerra de los estudiantes por coger sitio en las bibliotecas de Sevilla
A punto de comenzar los exámenes de septiembre, las salas de estudio están a reventar pese a que la mayoría ha ampliado los horarios
Aunque las temperaturas sigan rondando los 40 grados y algunas playas estén todavía llenas , lejos del mar, en plena ciudad hay un puñado de estancias de la Universidad de Sevilla que ya tienen colgado el cartel de no hay billetes. Son las bibliotecas salas de estudio de la Universidad de Sevilla que estos días, con los exámenes a la vuelta de la esquina, están a reventar.
Algunas han ampliado su horario y si hasta hace unos días solo abrían hasta las 2 de la tarde , desde el pasado 20 de agosto permanecen con las puertas abiertas hasta las 9 de la noche. Y las hay que incluso abren por la noche. Sólo hay que darse una vuelta por esas dependencias para comprobar que los estudiantes están concentrados en los libros.
Por eso la mayoría de chicos y chicas llegan temprano para coger un buen sitio. Eso ocurre, por ejemplo, en la de la Facultad de Derecho , en el campus Pirotecnia. La enorme sala, que tiene un capacidad para 400 alumnos, está estos días hasta arriba. Tiene unas normas que hay que respetar.
El que se mueve, pierde la silla
« Si te ausentas mas de media, hora pierdes tu asiento» , advierte un cartel colgado en una de la columnas de la sala. Y, de hecho, estos días, a primera hora de la mañana, el personal de la biblioteca reparte papeles para que los alumnos los rellenen con la hora en que se ausentan y el sello de la US. Si el estudiante deja el asiento mas de media hora, pierde el sitio que en ese momento queda libre.
Con esa medida intentan evitar la picaresca de los que llegan, dejan unas cuentas carpetas encima de la mesa ocupando sitios, y le guardan el asiento a los amigos. «No podemos hacer de vigilantes , pero hay que intentar llevar un control», dice uno de los funcionarios que trabaja en esas dependencias.
Estas mañanas de final de agosto hay más actividad que nunca. A los opositores que eligen esa sala para estudiar se suman los de la convocatoria de septiembre. Por eso hay un trasiego especial de jóvenes entrando y saliendo. Se toman un café y enseguida vuelven a los libros.
Ese ajetreo es aun mayor e n la sala de estudio de Derecho , la que llaman « el bunker», porque está en un sótano de la Facultad. Es una de las que abre las 24 horas del día y sólo de 6 a 8 de la mañana permanece clausurada para limpiarla. Seguramente por eso es una de las más concurridas . «Yo hay veces que he llegado a las 8.30 y me he tenido que volver porque no había sitio», cuenta una chica que se examina el sábado.
Y es que aunque, el 1 de septiembre caiga este año en sábado, algunas facultades han puesto pruebas ese mismo día. Como en Derecho o Criminología, donde habrá exámenes el sábado de Teoría del Derecho, Procesal o Mercantil. Seguramente por eso hay días que hay gente a la espera de que abran las puertas de las salas de estudio .
«Abren y entra la marabunta», explica uno de los estudiantes de los que tendrá que examinarse en unos días. «Hay veces que hay discusiones por un sitio», relata otra que prefiere los asientos que están más cerca de la ventana porque son los que tienen más luz. Todo por una plaza en la biblioteca .
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