ISLAMÓLOGO Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
González Ferrín: «La solución no es cerrar las fronteras. El terrorismo islámico está dentro de Europa»
Este prestigioso islamólogo pide que «no se hable de Estado Islámico sino de Daesh porque es un grupo terrorista»
La afición al mundo árabe le viene a Emilio González Ferrín (Ciudad Real, 1965) de Melilla, de donde procede su familia y donde su bisabuelo fundó el primer periódico en español de África. Su abuelo hablaba el chelja, un dialecto bereber. Este ciudarealeño se trasladó a Sevilla cuando tenía 16 años. Estudió Filología Semítica en Granada y terminó de formarse en Egipto, Siria, Marruecos y Túnez, especializándose en el Islam. Hoy es profesor de «Corán y Tradición Islámica» y «Pensamiento Islamico» en la Hispalense. Acaba de volver de un congreso sobre Al-Ándalus en la Universidad Allamah Tabatabai de Teherán (Irán ), congreso que ha reunido a islamólogos de todo el mundo y del que él ha sido el director científico. Ni en estos momento tiene miedo de viajar a Irán. «Allí puedes dormir al raso, a diferencia de Río de Janeiro, donde —dice— te puedes levantar sin riñones».
—¿Al-Ándalus es tan atractivo para el Estado Islámico como para Al Qaeda?
—El Estado Islámico y Al Qaeda son absolutamente analfabetos. No saben leer ni el Corán ni entenderían un mapa ni dónde estaba Al-Ándalus. Bin Laden mencionó Al-Ándalus y desde entonces asumimos que es una reivindicación de Al Qaeda. El problema es que los españoles no hemos asumido el Islam en nuestra historia y tenemos el Islam como quien no sabe qué hacer con un jarrón feo. Desde Despeñaperros para arriba, para muchas personas el andaluz no es realmente europeo porque tiene herencia islámica. Después está el andaluz que quiere ser más papista que el papa, se castellaniza y piensa que lo moro es lo invasivo. Tenemos un problema nacional y es que nos han enseñado desde pequeños que nuestra esencia es nacional católica y así no podemos ir a ninguna parte. Yo soy heredero espiritual de Américo Castro, que dijo que hay que habitar nuestra historia. Si yo, como español, voy por el mundo orgulloso de nuestra herencia romana e islámica es muy difícil que venga un analfabeto de fuera a decirme que va a habitar parte de mi historia.
—Pero con la situación geoestratégica de Andalucía, ¿podemos estar tranquilos?
—Debemos estar preocupados en toda Europa porque tenemos un verdadero problema con el terrorismo islámico que se ha cocido en nuestras tierras. Pensamos que los terroristas vienen de fuera pero la mayoría de los atentados en Europa han sido ejecutados por europeos que han decidido convertirse al islam para poner bombas y no para rezar. Muchos son nacidos en Francia de segunda generación, coges un avión a Turquía, te adiestran durante dos meses y vuelves. Europa tiene que asumir que el Euro-Islam debe limpiarse a sí mismo porque en las mezquitas europeas la gente se está convirtiendo al Islam para ser antisistema. No creo que el islam tenga un problema, pero sí el Euro-Islam. En cada una de nuestras ciudades hay potenciales terroristas porque entre los muchos musulmanes que hay en Europa hay algunos que han decidido que van a ser terroristas. Como los más cercanos a ellos son los buenos musulmanes, lo que hay que hacer es ganarse a los buenos musulmanes que acabarán denunciando al mal musulmán.
–¿Es el islam una religión de paz?
–Sin duda. Cada buen comportamiento en el mundo islámico tiene una base ética fundamentada en el islam.
—¿Por qué los islamistas radicales invocan el Corán para atentar?
–No creo que el Corán fomente la violencia. Todo depende de como lo interpretes, al igual que pasa con el Antiguo Testamento.
—¿No le sorprende que la comunidad musulmana europea disconforme con los atentados de París no haya salido en tropel en toda Europa para secundar una manifestación contra esos hechos?
—Lo sorprendente es que los medios no estén recogiendo que todas las asociaciones y comunidades musulmanas de Europa lo están diciendo desde hace un año. El islam oficial está continuamente condenando atentados, lo que pasa es que no es tan mediático ni sexy sacar al imán de una mezquita diciendo que «el islam no es la guerra» como sacar a un terrorista degollando a un pobre inglés.
—Como islamólogo, ¿le han sorprendido los ataques del último año del Estado Islámico en Europa?
—Sí. El mundo está viviendo una radicalización producto de veinte años de propaganda wahhabista pagada por países del Golfo Pérsico, especialmente Arabia Saudí, que están financiando mezquitas en zonas muy pobres, como Bamako (Mali), con el único fin de que esas personas sean militantes islámicos. A un wahhabi es difícil que le digas que primero es español y después musulmán. Lo que tienen que aprender en Europa es que primero se es europeo y después musulmán, judío o adventista.
–¿Está diciendo que todos los wahhabíes son terroristas?
–No todos los wahhabíes son terroristas pero todos los terroristas islámicos son wahhabíes.
—¿Es más peligroso Al Qaeda o Daesh?
—Cualquier de ellos puede cometer atentados pero es más fácil luchar contra Daesh porque Al Qaeda es muy difuso mientras que el Estado Islámico o Daesh tiene un territorio donde se compran armas y produce petróleo, un petróleo que alguien está comprando.
-¿Quién compra ese petróleo?
—Cualquiera que lo compre es occidental.
—¿Nosotros podemos está consumiendo ese petróleo en Europa y estar financiando indirectamente el Daesh?
—Indudablemente. Hay que acabar con la ingenuidad y afrontar los problemas sin algodón. El que compra un riñón para su hijo en el mercado negro en EE.UU., Rusia o Noruega probablemente venga de una niña secuestrada por Boko Haram en Nigeria.
—¿Es mejor llamarlo Estado Islámico (ISIS en inglés) o Daesh?
—Yo propondría que los libros de estilo de periódicos y radios hablen de Daesh y no de Estado Islámico porque de lo contrario le estamos haciendo el juego a los terroristas, que pretenden que se les relacione con el islam cuando en realidad es un grupo terrorista. Daesh no es más que un acrónimo de un grupo terrorista, como lo es ETA.
—Europa intenta reforzar sus fronteras tras los atentados. Tras la oleada de solidaridad, hay miedo a acoger a refugiados sirios, entre los que puede haber infiltrados del Daesh.
—Eso es una propaganda de indocumentados. Eso es una injusticia porque esa gente está huyendo de una guerra. Si nosotros vamos a asumir que acabar con el terrorismo es reforzar las fronteras de Europa estamos muy equivocados porque el terrorismo europeo está dentro. ¿Los negros que vienen en una patera son todos buenas personas? Los negros que han salido de Nigeria han podido estar violando a las chicas que vienen en las pateras. ¿Por qué somos tan mirados en unos casos y en otros no? ¿Les miraban los antecedentes penales a los españoles que emigraban a Alemania en los 60? El que pide asilo pide asilo. No podemos confundir ayuda humanitaria con lucha contra el terrorismo porque eso es lo que quiere Daesh. Lo inteligente es acabar con el terrorismo mediante la lucha policial y la cooperación internacional.
—¿Entonces no cree que el cierre de fronteras sea una solución?
—Europa tiene a los terroristas dentro. Estamos exportando terroristas, personas que se unen a causas extranjeras porque quieren ser terroristas. En 2014 Turquía devolvió a la UE 1.500 europeos que querían luchar junto al Daesh. El otro día mataron al terrorista que más había degollado, al que llamaban John El yidahista porque era británico. A su grupo le llamaban Los Beatles porque los cuatro tenían acento de Londres. Estamos haciendo una payasada separando el terrorista según su adscripción religiosa. El terrorista es terrorista. Con este terrorismo se acaba igual que acabamos en España con ETA. Es probable que no haya en el mundo un país que haya acabado más impecablemente con un grupo terrorista que España. ¿Cómo lo hizo? Ganándose a la población alrededor, cooperación y operación policial dura e infiltración.
—¿Ha hecho bien Francia al declarar la guerra a Daesh?
—Era lo único que podía hacer.
—Hollande ha pedido ayuda militar al resto de miembros de la UE.
—Es lógico. Lo más positivo es que esto sea una lucha europea porque los terroristas están paseándose en coche por toda Europa.
—La escritora, periodista y economista italiana Loretta Napoleoni, experta en terrorismo, dice que es prácticamente imposible luchar contra al Daesh porque tiene importantes fuentes de financiación.
—¡Claro que se puede hacer!. Como se ha hecho con Al Qaeda.
—Pero Al Qaeda existe.
—Es prácticamente inexistente porque su gente se ha pasado al Daesh, donde se han incorporado cuadros completos del ejército de Sadam Husein, incluidos generales. ¿Cómo se puede acabar con el Daesh? Primero hay que bombardear sus paraísos fiscales congelando las cuentas en Europa de los musulmanes wahhabíes, después hay que bombardear los bastiones de Daesh en Oriente Medio y, por último, hay que hablar seriamente con el Islam europeo para que empiece a limpiarse. El problema es que hay países del Golfo Pérsico, como Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes... que pertenecen a la órbita de wahhabismo y están financiando al Daesh. EE.UU se ha dado cuenta en la guerra de Irak y Siria de que los iraníes, que son chiíes, son sus aliados para luchar contra el Daesh. Por cada europeo occidental que ha muerto en actos de terrorismo islámico han fallecido cien chiíes. De hecho, la semana antes de los atentados de París los wahhabíes volaron una mezquita en Beirut de chiíes y nosotros no le dimos importancia. Continuamente están muriendo shiíes en Yemen, Bahréin, Líbano, Siria o Irak y pensamos que no es la misma guerra pero sí es la misma guerra.
—¿Esta es la misma guerra que la de Boko Haram en Nigeria?
—Exactamente la misma. Juan José Aguirre, el obispo de Bangassou, en la República Centroafricana, dijo hace una semana que le daba vergüenza que los mismos países cuyos nombres aparecen en nuestros equipos de fútbol, como el Barça, estén financiando a Boko Haram. Las niñas que rapta ese grupo terrorista están desapareciendo porque venden sus órganos. La barbarie está en pensar que detrás de eso hay algo religioso.
—El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha pasado de enemigo a aliado para luchar contra el Daesh. No deja de ser irónico siendo un dictador.
—¿Un dictador es algo bueno? Intrínsecamente no pero ¿un dictador puede ser en alguna ocasión el mal menor? Eso puede pasar en Siria. Él no tenía el terrorismo dentro pero le entró al dejar de controlar algunas zonas.