González Byass presenta en el Archivo de Indias sus vinos «de ida y vuelta»
Se trata de caldos que han embarcado en el Buque Escuela Juan Sebastián Elcano y han recorrido largas distancias con el fin de homenajear la expedición de Magallanes y Elcano
Tío Pepe «Estrella de los mares», XC Palo Cortado y el amontillado Viña AB han regresado de su travesía con un fuerte carácter organoléptico
Si a un vino que de por sí ya está cargado de personalidad lo embarcas en una larga travesía marítima obtienes un resultado espectacular. Así lo ha podido comprobar González Byass en tres ocasiones distintas y con tres de sus productos estrellas: Tío Pepe, XC Palo Cortado y el amontillado Viña AB .
El objetivo, rendir homenaje a la expedición de Magallanes y Elcano en su 500 aniversario , para lo que la bodega jerezana ha ensamblado historia y enología con el fin de recrear aquel insigne viaje y ensalzar la importancia que tuvo el vino en él. Concretamente el vino de Jerez, que fue el que se embarcó aquel 10 de agosto de 1519 después de que los encargados de llenar las bodegas de las cinco naves estuvieran 92 días en Jerez seleccionando qué botas se llevarían.
Así, González Byass ha embarcado tres de sus tesoros en tres expediciones distintas del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano , la primera de ellas en 2018 con XX Palo Cortado; la segunda en 2020 con el amontillado Viña AB y la tercera con Tío Pepe en 2022, dando como resultado Tío Pepe «Estrella de los mares».
Y para hablar de vino e historia marítima ningún escenario mejor que el Archivo de Indias , donde este jueves se celebró una cata muy especial en la que los citados vinos viajeros mostraron todo su esplendor.
Esther Cruces Blanco, directora de la institución , y Guillermo Morán Dauchez, subdirector del mismo, hicieron una interesante introducción mostrando documentos de la expedición de Magallanes en los que aparece explícitamente citado el vino, un elemento crucial que aparece ampliamente reflejado en la contabilidad de las travesías marítimas.
«Había constancia de que los vinos que vivían largas travesías de ultramar mejoraban notablemente a su regreso y doblaban su precio, algo que tenemos perfectamente documentado en González Byass desde 1837 a 1871», explicó Mauricio González-Gordon, presidente de la bodega . De hecho, se popularizó la frase «El buen vino de Jerez, si al partir valía cinco, mareado vale diez».
La mejora de los vinos en la mar quedó, sin embargo, constatada mucho antes, pues Plinio El Viejo ya habló de ella en su «Historia Natural» y Miguel de Cervantos la citó en «Los trabajos de Persiles y Sigismunda».
En la documentación que se guarda en el Archivo de Indias hay constancia de que la expedición de Magallanes y Elcano invirtió 590.000 maravedíes en vinos de Jerez , mientras que sólo dedicó a armamento 563.000 maravedíes, un dato «revelador del papel crucial que cumplía el vino a bordo», como destacó González-Gordon. «Servía para elevar el ánimo de los marineros, sustituir el agua cuando ésta se deterioraba, equilibrar el peso del barco e incluso como moneda de intercambio comercial».
Vinos viajeros
La primera experiencia de González Byass para rendir tributo a la Primera Circunnavegación comenzó en 2018, cuando embarcaron XC Palo Cortado en el Buque Escuela durante seis meses. A su regreso pudieron constatar que el vaivén continuo del mar hizo que el vino regresara curtido por el sol y la sal.
«Si definir un Palo Cortado no es fácil, la cosa se complica cuando se trata de un Palo Cortado navegado», explicó Antonio Flores, enólogo y master blender de González Byass . «Cuando fuimos a recibirlo en Cádiz el 11 de agosto de 2018 íbamos temblando de emoción, no sabíamos qué nos íbamos a encontrar y el resultado fue una maravilla ». En su nota de cata, el XC Palo Cortado de ida y vuelta presenta color ámbar con toques cobrizos y notas anaranjadas, con una nariz fina y elegante y notas salinas. En boca resulta contundente, amplio y persistente al tiempo.
Durante la travesía, los vinos (que viajan en cubierta) están expuestos no solo al continuo vaivén del barco, también a los drásticos cambios de temperatura y los vientos.
El amontillado Viña AB fue el elegido para embarcar el 11 de agosto de 2020 en una travesía que se extendió hasta el 11 de junio de 2021. El resultado obtenido fue un vino que concentra sapidez y salinidad con notas claras de su larga crianza biológica. «Es cremoso y con un final salino acentuado por el mar» , añade Antonio Flores.
El colofón de esta experiencia ha venido de la mano de Tío Pepe, el vino más icónico de González Byass , que embarcó en el Buque Escuela en febrero de 2022 y ha regresado con aún más singularidad. «Los vaivenes de la travesía y la crianza biológica sumergida han esculpido un Tío Pepe único» , en palabras de Antonio Flores.
