El rincón de Emilio Pérez Mallaina
«Las galeras que incendiaron los arrabales de Londres se hicieron en las Atarazanas»
Tras diez años de trabajo de investigación por parte de este catedrático americanicista ve la luz una obra ambiciosa y redonda sobre las Atarazanas de Sevilla
El libro sobre las Atarazanas de este catedrático americanista es un volumen preciso y precioso sobre los ochocientos años de vida del arsenal alfonsí y sus posteriores usos. Está editado primorosamente por la editorial de la Universidad de Sevilla, el Ayuntamiento y la Diputación.
Junto con «Los hombres del océano», un clásico en la bibliografía de Pérez Mallaina , revelan el amor por la gente y las cosas vinculadas al mar. En ambientes universitarios le llaman el Sabio.
No solo por lo que sabe sino por la forma fácil y atractiva que tiene de transmitir sus conocimientos . Sobre las intervenciones duras que pudo tener las Atarazanas dice que a una superviviente de la Historia no hay que rematarla. Cuanto menos se toquen, mejor.
¿Dónde podríamos encontrarnos un edificio similar a las Atarazanas que sea un libro abierto para leer la historia de una ciudad?
El arsenal de Venecia. Es otro libro abierto.
Usted me habló en cierta ocasión sobre las escaleras de Persépolis para buscar una metáfora relacionada con las Atarazanas. ¿Qué trataba de decirme?
Que esas escaleras fueron una especie de espejo donde se reflejaba, con relieves, la grandeza del rey de Persia. Es otro edificio donde también se lee la historia. En las Atarazanas no hay relieves. Pero sí 800 años de historia.
Puede que el sevillano, al ver un edificio cerrado en una eterna espera desconozca que tuvo una vida palpitante…
Las galeras sirvieron para que Castilla siguiera siendo un reino cristiano y bloqueara las continuas invasiones norteafricanas. Además le permitió a Castilla ser agente decisivo en la Guerra de los Cien años.
En el contexto de la Guerra de los Cien años nos encontramos que 20 galeras sevillanas llegan cerca de Londres…
Fueron 20 galeras construidas todas en las Atarazanas que participaron en infinidad de ataques a las costas inglesas. Lo más osado fue remontar el Támesis y quemar los arrabales de Londres en una acción que aún recuerdan las páginas web de las ciudades afectadas.
Creo que junto con la derrota de la armada inglesa en Cartagena de Indias este fue otro de los episodios históricos que los ingleses no gustan de airear…
Esa y la batalla de La Rochelle donde doce galeras sevillanas terminaron con toda la flota inglesa. Tampoco les gusta airearlo.
Se hicieron barcos. Pero aclárelo de una vez: ¿también galeones para la carrera de Indias?
Nunca, nunca, nunca se hicieron galeones para la Carrera. Entre otras cosas porque no cabían entre los pilares de las Atarazanas.
Las Atarazanas también tuvieron un uso penitenciario. Digamos que fue un penal muy duro, al menos en época medieval.
En tiempos de Pedro I El Cruel estuvo encerrado el monarca granadino conocido como el Rey Bermejo y el jefe de la Hacienda regia, Samuel Leví, el que construyó una de las hermosas sinagogas conservadas en Toledo.
¿No hubo mujer alguna penando allí sus culpas?
Una muy famosa e importante en la historia de Castillla: Leonor López de Córdoba, hija de un importante noble partidario de Pedro I El Cruel, que cuando Enrique II se hizo con la corona, fue encarcela con toda su familia. Ella durante diez largos años vio morir a parte de los suyos y escribió la primera autobiografía de una mujer que se conoce en castellano.
Dentro de las Atarazanas estaba «el aljibe del hambre», ¿qué fue aquello?
Un lugar macabro donde se castigaban a los presos rebeldes.
¿Y el desherradero?
El lugar donde le quitaban los hierros a los prisioneros una vez muerto.
Los mercaderes flamencos se construyeron sus propias viviendas dentro del edificio…
Tenían sus almacenes y construían sus viviendas encima. A final del XVI gran parte de las Atarazanas estaban en manos flamencas.
Imagino que fue un edificio muy apetitoso para el hampa cuando fue contenedor de mercancías indianas.
Hubo robos, ventas fraudulentas de las mercancías del Rey y, en épocas previas, fueron asaltadas por rebeldes. Eso pasó con los comuneros sevillanos en época de Carlos V.
¿Hubiera podido Mañara convertir varias de sus naves en Hospital de la Caridad sin la durísima crisis del setecientos?
Yo creo que no. La crisis favoreció el cambio de mentalidad. Y lo que se perdió en el más acá con la peste y la crisis, se quiso ganar en el más allá con la caridad y el cuidado de enfermos.
Otro de sus usos fue como casa de vecinos, al igual que le pasó a la lonja de Mercaderes. La historia de la parturienta es muy significativa.
En el siglo XVIII una mujer acabada de parir retrasó que se convirtiera las últimas naves en Maestranza de Artillería. Enferma de fiebres el médico se negó a que se la moviese, pese a la orden de desalojo de los vecinos.
Como buen edificio sevillano que se precie también tiene su halo fantasmal, su leyenda…
Confidencialmente, algún funcionario de Hacienda me han comunicado que algunas enfermedades severas que han padecido se deben a los efluvios mortales del mercurio que estuvo enterrado debajo de lo que hoy es Hacienda.
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