Se da a la fuga sin pagar el repostaje y con el gasolinero sentado sobre el capó

El operario del surtidor de Doctor Fedriani resultó herido tras ser desplazado 40 metros

Enrique Muñoz «Viberti» muestra ayer el parte médico en las inmediaciones de la gasolinera RAÚL DOBLADO

MANUEL MARÍA BECERRO

Se llama Enrique Muñoz , aunque en La Algaba se le conoce por el sobrenombre de «Viberti» , porque en sus tiempos mozos fue futbolista semiprofesional y lucía pelo largo como el mítico centrocampista argentino del Club Deportivo Málaga que llegara incluso a entrenar al primer equipo malacitano a finales de los 70. Enrique tiene ya 63 años y, desde hace 17, trabaja en la pequeña gasolinera ubicada en la avenida del Doctor Fedriani , en las inmediaciones del Hospital San Lázaro, aunque ahora mismo está de baja por un accidente que bien le pudo haber costado la vida y llevarlo a la acera de enfrente, donde queda el tanatorio.

Ocurrió el pasado jueves en torno las 13.00 horas. Un hombre de unos 35 a 40 años paró a repostar en el surtidor (propiedad del torero onubense Miguel Báez «Litri») al volante de un Mercedes Benz deportivo , probablemente un AMG. «A este desaprensivo , que no se merece el título de señor ni de nada, yo le ponía cara porque ya había venido por aquí dos o tres veces a echar cinco euros, pero esta vez me dijo que le llenara el depósito . Y cuando acabé de rellenarle el tanque y le comenté que eran 68 euros , me contestó que se acababa de dar cuenta de que se había dejado la cartera olvidada en casa... Mentira, porque ni hizo el ademán de buscarla », recuerda «Viberti», que ayer mismo acudió a comisaría a denunciar los hechos que a continuación relata.

Con el semáforo en rojo

«Me ofreció su DNI para que yo me lo quedara como garantía de que iba a volver a pagarme, pero yo le dije que mejor me dejara los papeles del coche porque, entre otras cosas, yo no estoy autorizado para quedarme la documentación personal de nadie. Pero entonces vi que se montaba en el coche y me di cuenta de que iba a arrancar y a irse con las mismas sin pagar , así que me subí al capó para que no pudiera salir. Pero aceleró, se saltó un semáforo en rojo y a mí me arrastró 40 metros sentado delante del volante , hasta que acabé con lesiones en piernas, codo y espalda porque terminé por el suelo rodando», relata mostrando las magulladuras, parte médico en ristre.

La situación de indefensión del trabajador era absoluta: «Si llega a ir un coche o un autobús justo por detrás, seguro que me lleva por delante . Para mí es como si hubiera vuelto a nacer la semana pasada». Enrique ni siquiera pudo ver si el conductor que se dio a la fuga siguió recto por Doctor Fedriani o torció a la derecha para salir disparado por la SE-30. Sí agradece el auxilio inmediato que le prestaron los peatones que vieron el accidente y, sobre todo, el detalle de una clienta que, tras asistir atónita a esta escena de película de acción cutre, apuntó la matrícula del Mercedes.

Una ambulancia acudió presta al lugar, pero «Viberti» renunció a subirse a la espera de que un compañero pudiera ir a sustituirlo . Finalmente lo acercó —primero al hospital y a continuación al Fremap— su mujer en el coche. « Listos siempre hay que te la quieren dar, pero un desaprensivo como el del otro día quiero pensar que, por fortuna, habrá muy pocos », concluye Enrique Muñoz, que confía en poder reincorporarse pronto a su puesto de trabajo y en que la Policía Nacional identifique y detenga cuanto antes al conductor fugado, desde luego no sólo para que pague los 68 euros pendientes .

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