Tribunales
Las forenses ratifican que el gestor de Rochelambert fue asfixiado con un monedero metido en la nuez
Las peritos consideran «poco probable» que ese elemento llegara por accidente a la garganta de la víctima
El juicio con jurado que celebra la Audiencia Provincial por el crimen del gestor de Rochelambert ha abordado este jueves la autopsia al cadáver de la víctima. Las dos forenses del Instituto de Medicina Legal que se encargaron del estudio han ratificado lo que ya había trascendido en anteriores sesiones de la vista oral, que Joaquín Gómez murió «por asfixia mecánica» causada por la introducción «forzosa e inducida» de un monedero hasta el final de la garganta.
Las forenses, a pregunta de la Fiscalía y las defensas, han considerado «poco probable por la profundidad en la que se encontraba» el objeto ( a la altura de la nuez ) que fuera «accidental» su presencia en esa zona de la garganta, pues «se necesita mucha fuerza» para deglutir ese objeto.
Estos testimonios echan por tierra la versión ofrecida por uno de los tres acusados, autor confeso de la muerte del gestor , quien admitió haberle tapado la boca para que dejara de gritar en el transcurso de una pelea y que la víctima había caído al suelo por accidente. Félix A. P. no habló en ningún momento de que la había introducido en la boca un objeto.
Los peritos han señalado que la asfixia mecánica se produjo por tres elementos: la obstrucción externa y la obstrucción intrínseca de las vías aéreas, así como por la «comprensión del cuello», sin poder precisar si fue «estrangulación a mano o lazo».
El cuerpo de Joaquín Gómez apareció en el maletero de su coche al que le habían prendido fuego. La forense que participó en el levantamiento del cadáver ha relatado que al abrir el maletero, halló «dos bloques» de lo que parecía un único cuerpo, así como restos óseos. Sobre esta separación de los huesos ha explicado que cuando un cuerpo se carboniza los huesos se quedan sin agua y se fracturan. «Son fracturas por calor no traumáticas». Es decir, la víctima no fue descuartizada como se llegó a especular en un primer momento.
Fue maniatado y golpeado
La autopsia también reveló un traumatismo craneoencefálico de alta intensidad. Sobre ese golpe en la cabeza, las forenses han confirmado que se debió a un golpe contra «una superficie roma y dura». Fue, según han reiterado, de «alta intensidad, pero no como para causar la muerte, pero sí quizás para provocar una conmoción, aturdimiento o inconsciencia».
Entre los fragmentos óseos hallados en el maletero, identificaron una muñeca que presentaba una banda textil negra adherida, de unos tres centímetros, como si fuera una correa o cincha, que podría tratarse de una posible atadura o sujeción, aunque no se sabe si fue antes de la muerte o posterior. Este detalle corrobora las primeras versiones ofrecidas por uno de los acusados, quien admitió haber custodiado al gestor en casa de Félix A. P. mientras estaba maniatado a una silla, y que en esa postura fue golpeado reiteradamente.
La abogada de Félix A.P., Ofelia Liñán , ha anunciado que variará su informe y solicitará para su cliente «homicidio doloso, con dolo eventual, con la eximente incompleta por consumo de drogas y atenuante de arrebato. O en su defecto, homicidio imprudente porque el consumo de droga no le hizo ser consciente de las causas que podrían provocar el uso del monedero como mordaza».
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