La Fiscalía pide el archivo de la causa contra seis policías de la Macarena por llevarse dinero de un comercio
El Ministerio Público apunta a motivos espurios de la dueña del comercio contra los agentes por haber actuado contra ella anteriormente por contrabando
La Fiscalía Provincial de Sevilla ha pedido el archivo de la causa abierta contra seis agentes de la Policía Nacional destinados en la Comisaría del Distrito Macarena por presunto delito de cohecho después de que fueran denunciados en 2015 por una mujer, de nacionalidad rumana, que regentaba un comercio en Ronda de Pío XII de haber registrado el establecimiento y haberse llevado dinero y tabaco de contrabando que había en el local. Los dueños del local aportaron una serie de imágenes de las cámaras de seguridad, que luego se pudieron comprobar que fueron manipuladas.
«Estimando que el material probatorio acumulado durante la extensa y laboriosa instrucción de la causa resulta insuficiente para acreditar con la solidez necesaria la realidad de los hechos objeto de autos, interesa el sobreseimiento provisional », concluye la fiscal que investigaba la causa, según el escrito dirigido al Juzgado de Instrucción número uno de Sevilla y al que ha tenido acceso este periódico.
Los seis agentes señalados por la denuncia fueron suspendidos de empleo y sueldo desde agosto del mismo año y así permanecieron durante un periodo aproximado de tres años.
Según la Fiscalía, los hechos denunciados se remontan a la noche del 19 de mayo de 2015, cuando los acusados procedieron al registro del establecimiento Dani, que regenta la denunciante en la Ronda de Pio XII de la capital, cuando todavía permanecía abierto al público, y que pese a haber hallado e intervenido tabaco de contrabando por valor notoriamente inferior a los 15.000 euros, «también aprovecharon para sustraerle diversas cantidades de metálico que guardaba en distintos lugares de la tienda, por importe total de unos 17.000 euros».
Sigue diciendo la denunciante que, además, personado su marido en la tienda, los agentes le exigieron una cantidad de dinero que quedó fijada en 5.000 euros para dejarles tranquilos y no volver por el negocio. También señala que en ningún momento se levantó en su presencia acta de aprehensión relativa a la actuación realizada.
Explicaciones suficientes
Los investigados, por su parte, en sus respectivas declaraciones han negado los hechos y si bien es cierto, que las declaraciones de la denunciante se ven sustentadas por las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad que tenía instaladas en su negocio, en las que pueden verse secuencias tales como, aquella en la que uno de los actuantes mueve las cámaras de seguridad, otros realizan el recuento del dinero hallado en el establecimiento depositándolo en el mostrador del mismo e incluso, uno de ellos llega a meterse en el bolsillo trasero del pantalón una bolsa de plástico de color verde que parece contener billetes en su interior, según recoge la Fiscalía en su escrito.
Si bien, lo cierto es que, de una parte, el investigado explica «suficientemente» en su declaración judicial que dicha cantidad fue devuelta al marido de la denunciante en la puerta del establecimiento tras preguntarle por el origen de la misma, extremo que es corroborado por el resto de investigados, y de otra, «no existe ninguna prueba objetiva que corrobore lo manifestado por la denunciante y sin embargo, si existen lagunas y significativas contradicciones en su testimonio y el de otros testigos que acudieron aquella noche al lugar de los hechos, amén de los móviles espurios a los que entendemos puede responder el mismo».
Móviles espurios
Entre otros móviles espurios, la Fiscalía señala que, aunque la cantidad de dinero que había aquella noche en la tienda la denunciante declara que era para comprar productos en el extranjero, «no explica suficientemente la razón por la que tenía oculta una cantidad que cifra en unos 22.000 euros en lugares tan inverosímiles como el interior de un frigorífico y ni tampoco el origen del mismo».
Han aportado extractos bancarios por su representación procesal para justificar sus ingresos, pero «no se entiende muy bien que una suma tan elevada estuviera oculta en la tienda y no ingresada en su cuenta bancaria». Por otra parte, «no deja de llamar la atención que un negocio como el de la denunciante proporcionara tan elevadas ganancias».
Sobre la hora a la que llegaron los investigados al establecimiento y el tiempo que permanecieron en el mismo, la Fiscalía indica que la declarante siempre sostuvo que los investigados llegaron a su negocio sobre las 23.00 horas del día de autos y que permanecieron en el mismo una hora aproximadamente, marchándose a continuación, no siendo hasta la declaración que presta en noviembre de 2018, cuando para explicar la presencia en su establecimiento de una testigo sobre las 2.00 horas del día siguiente y el hecho de que ésta se ocultase dentro del sujetador unos fajos de billetes que ella le entrega, declare que los investigados permanecieron dando vueltas alrededor de su negocio hasta las 2.00 o 2.30 horas del día 20.
«Llama poderosamente la atención que en ninguna de las tres declaraciones que la denunciante había prestado durante la instrucción, hubiera mencionado unos hechos de gran trascendencia para la causa, como fueron los que sorpresivamente, se pusieron de manifiesto con motivo de la realización de la pericial consistente en el análisis del disco duro del equipo informático instalado en su negocio: la presencia en su negocio de esta testigo sobre las 2.50 horas del día 20 y como ésta, en actitud sonriente, se mete dentro del sujetador dos fajos de billetes que le entrega la denunciante», recoge la Fiscalía Provincial en su escrito.
Sobre las explicaciones que la denunciante y esta mujer ofrecen al respecto, para la fiscal «no dejan de resultar cuando menos llamativas e inverosímiles», principalmente en lo relativo a algunos aspectos. En concreto, la explicación de la testigo sobre su presencia a aquellas horas o sobre el motivo de haber venido aquel día a Sevilla , la explicación de la denunciante sobre la presencia de la testigo a altas horas. Además, por primera vez después de tres declaraciones anteriores, habla de un desfase horario de una hora en la grabación de las cámaras de seguridad.
Tampoco entiende la Fiscalía que después de haber sido víctima de unos hechos como los denunciados y de haberse marchado los investigados sobre las 12.00 horas del 19, la denunciante permaneciera en su negocio a esas horas de la madrugada, como tampoco se entiende que de ser cierto que los investigados le habían sustraído una elevada suma de dinero, 17.000 euros según la dueña, dejen en el local 3.000 euros después de un registro tan exhaustivo como el que realizaron el día de autos.
Ambas mujeres llegaron a mentir sobre el dinero que la testigo se guardó en el sujetador. Mientras ellas afirmaron que eran billetes de 5, 10 y 20 euros, en las imágenes de las cámaras se ven billetes de 50 y 100. La Fiscalía vuelve a insistir en su escrito en la actitud sonriente y relajada de las dos mujeres cuando se produce la escena de la entrega de los fajos de billetes y se guardan.
Otra causa por contrabando
Sobre los posibles móviles espurios a los que puede responder la denuncia contra los agentes, la Fiscalía añade que ésta en sus declaraciones no ha negado que vende tabaco de contrabando, aunque dice que es en poca cantidad, y que en ocasiones anteriores le había sido intervenido por alguno de los actuantes.
Existe otra causa en el mismo Juzgado de Instrucción número uno de Sevilla contra la dueña del local y otras personas por contrabando, que evidencia que la denunciante presuntamente se dedica al contrabando de tabaco y no en pequeñas cantidades, y bien podría con esta denuncia y sus ulteriores declaraciones «tratar de vengarse por esas aprehensiones anteriores y poder seguir desarrollando esa actividad delictiva impunemente».
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