Feriantes de Vive Park: «Hay que subirse a la noria con mascarilla»

Los feriantes esperan que este parque de atracciones sirva para exportar el modelo a otras ciudades y asumen pasarán dos años antes de la recuperación

La noria ya funcionando este viernes Foto y vídeo: Juan José Übeda

Mercedes Benítez

Los feriantes que han llegado a Vive Park y han montado sus atracciones son conscientes de que habrá que guardar todas las medidas de seguridad y los protocolos anti covid. Porque necesitan que el experimento, que han montado cuando están a punto de cumplirse dos años desde la última vez que hubo Calle del Infierno, sea un éxito para iniciar la recuperación .

Uno de ellos es Francisco Sánchez, dueño de la noria grande que advierte que lo que hay junto al real de la feria no es la Calle del Infierno sino «un parque de atracciones» al que tanto él como la mayoría de sus compañeros acuden este año con la esperanza de que, si todo sale bien, puedan exportar el modelo a otras ciudades. Ya les han llamado de algunos ayuntamientos interesándose por la fórmula.

Pero, a la espera de que eso ocurra, tienen todos los detalles listos para que salga bien. Con gel hidroalcohólico en las atracciones, distancias de seguridad y todo señalado y muy controlado . Además Sánchez asegura que, por ejemplo, en su noria sólo pueden montarse cuatro personas, siempre que sean de la misma familia. «Hay que montarse con mascarilla», advierte.

La mayoría pondrá los precios más bajos

En cualquier caso, tanto él como sus compañeros tienen previsto poner precios más bajos. En el caso de los pequeños serán tres euros por un viaje y diez por cuatro. Entre las atracciones de adultos ayer estaban dudando y pensaban c onsensuar las tarifas que, en cualquier caso, serán más bajas. Seguramente rondarán los 4 euros.

Cristian es dueño de otras dos atracciones y lleva v einte años viniendo a la feria de Sevilla . Lo suyo son instalaciones de juego pero este año sólo ha traído una de las dos porque, según explica, aunque el Ayuntamiento le ha puesto las cosas fáciles y le ha cedido los terrenos «a coste cero», la inversión de montaje es cara . En sus casetas de juego también habrá medidas especiales, con mascarillas y distancias de seguridad. Y los dardos o las cañas de pescar que tiene en su puesto serán desinfectadas cada vez que lo use una persona.

Uno de los más veteranos de los feriantes es Tony Monterrubio, que lleva 50 años al frente de su tómbola , 49, para ser exactos ya que el año pasado no cuenta. Este año espera que no sea todavía normal. «Lo que esperamos es que la gente responda y que lo pasen bien porque la gente tiene gana de disfrutar», dice. Él también tiene los espacios señalizados, distancias y todos los protocolos anti Covid. Y los boletos de su rifa serán más baratos. En cualquier caso, por su experiencia lo tiene claro: «La recuperación no llegará hasta que no pasen dos años normales».

 

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