Feria de Abril 2022
Los turroneros vuelven a Sevilla por abril
Los puestos de productos artesanos clásicos han regresado a las calles de Los Remedios tras dos años de inactividad total del sector: «Al turrón le quedan dos décadas»
Feria de Abril de Sevilla 2022: Todo lo que hay que saber
Turrones, alfajores, almendras garrapiñadas, cocos, manzanas acarameladas… Productos que también forma parte de la estructura e idiosincrasia de la Feria de Abri l y que ya lucen en los diferentes puestos de 'turroneros', un sector que ha superado la mayor crisis de su historia reciente. Dos años sin haber calentado el perol ni haberlo podido llenar de azúcar y almendra s .
Llegaron a Sevilla hace más de una semana con la maquinaria aún por engrasar . Curiosamente, la gran mayoría procede del mismo territorio: Aguilar de la Frontera (Córdoba) . También los hay de Lucena, a veinte kilómetros de distancia. Durante estos días han preparado sus respectivos puestos, con el turrón en un lugar preferente, aunque reconocen que y a no es el producto estrella . «Los juguetes y las gominolas se llevan la palma», explica Manuel Fullerat .
Este aguilarense se presenta como « hijo del cuerpo ». Nació entre peroles y turrones . Es la tercera generación de una familia que comenzó en el Prado de San Sebastián y vio ampliarse el terreno de Los Gordales. « Al turrón le quedan dos décadas : la gente joven sólo lo come ya por Navidad. Antiguamente los clientes se llevaban un poquito para sus padres».
«Nosotros somos temporeros : nos dedicamos seis meses a las ferias y otros seis al campo. Principalmente a la aceituna». La declaración de la pandemia les cogió sin haberse dado aún de alta como autónomos , «por lo que no pudimos recibir ninguna de las ayudas que destinó al sector el Gobierno».
Explican que durante el pasado año « algo pudimos rascar » gracias a la invención de ' Vive Park '. «Aunque el verano no fue fácil porque no podíamos tener horarios fijos con los cambios de normativas y restricciones por el aumento de los casos de covid». «Nosotros pudimos colocarnos como asalariados en una fábrica de turrones de Lucena», señala Manuel Fullerat.
Aunque no tienen un horario fijo, suelen abrir a mediodía y cierran «cuando la cosa empieza a ponerse fea» . En torno a las 3 la madrugada. Por lo general, todos los empleados son miembros de las respectivas familias. « Vivimos todos juntos , aquí tenemos camas y todo tipo de electrodomésticos». Aunque el negocio prácticamente es el mismo al que tenían en 2019, hay alguna novedad en esta edición: « La tpv ». El puesto de ' Turrones Biri ' se adapta al tiempo moderno: «Ahora todo el mundo quiere pagar con el plástico (tarjeta)».
Unos metros más adelante, en la Avenida Flota de Indias , se encuentra su paisana Rosario Prieto . De sus 43 años de vida lleva 30 trabajando . Es la cuarta generación dedicada a este sector : ella continúa con la tradición del turrón y sus hermanos con varias atracciones. «Mira que estamos cerca, pues no nos da ni tiempo a vernos ni a llamarnos en estos días». También reconoce que la venta de turrón «cada vez va peor» . «Quedan algunos pueblecitos en los que sigue teniendo éxito, pero aquí en Sevilla muy poco».
Llegó a la capital hispalense el sábado de la semana pasada. « He tardado casi una semana en montar los dos puestos : el grande y la mesa de piñonates, que es donde están los productos cien por cien artesanos . En estos días no he parado de freír almendras, envasarlas y limpiar. Aunque intento traer muchos paquetes listos de casa, hay otros que hay que hacerlos en el día».
Según explica, después de Sevilla irán a la feria de Jerez de la Frontera y de ahí a la romería del Rocío . «En el verano recorremos pueblos de Sevilla, Cádiz y Huelva ». Quien también conoce a fondo la vida del feriante es Belinda Fernández , propietaria de los famosos ' Gofres Belinda ', una tradición familiar que comenzó su tío « en 1986 ». Según explica esta sevillana, «mi familia es la que innovó con los gofres en la feria».
«Los clásicos son los gofres de chocolate y Nutella con nata . Ahora se vende mucho el de Kinder Bueno ». Aunque prefiere no decir la cifra exacta, reconoce haber comprado varios miles de unidades para esta Feria de Abril. «Por fin nos recuperamos, porque el parón de la pandemia ha sido duro. Menos mal que mi marido tenía el carnet de camión para los remolques y pudo trabajar este tiempo como transportista».
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