La madeja
El fango de la Feria para abrir campaña
El PP llega muy dividido en Sevilla a las elecciones y las urnas huelen la desunión a legua
La campaña ha empezado calentita en Sevilla. En la caseta del PP estaba la cosa tensa el otro día cuando la presidenta provincial, Virginia Pérez , convocó a la prensa para tomar una copa en la Feria. Las murmuraciones son un mal termómetro electoral. El partido está completamente descosido y las urnas huelen la desunión, que es tan flagrante como preocupante. «Ahora mismo el problema no es que unos odien a otros, sino que nadie se fía de nadie», diagnosticó un veterano que contemplaba con estupor cómo algunos esperaban a portagayola a Juanma Moreno en la puerta de la caseta. Rafael Belmonte , el escudero de Beltrán Pérez , se congratuló de la visita: «Es la primera vez que vemos a un presidente de la Junta en la caseta del PP». Por lo bajini, alguien cercano susurró: «Pues ya no lo vamos a ver más». Esa tensión entre las distintas facciones es tan visible que resulta muy incómoda para los invitados, pero permite radiografiar la situación exacta en la que el PP afrontará las municipales: hay militantes que se van a poner de perfil. Y hay afiliados que sueñan con el triunfo sólo para refregárselo por la cara a algunos compañeros. Unos defienden que Virginia Pérez es la salvación del partido. Son pocos, la verdad, pero muy efusivos. Otros aseguran que la presidenta va a ser la puntilla del PP de Sevilla. Y en medio de esa batalla se han quedado los que han visto pasar por la derecha a los independientes en la lista electoral. Por eso no es de extrañar que en un clima tan desapacible para todos el partido haya apostado por celebrar su mitin de apertura de campaña en la misma caseta en la que unos días antes se respiraban desencuentros invisibles. Polémica decisión. No por una cuestión de legalidad, que es el ámbito en el que los populares se han defendido, sino de tacto. Utilizar la Feria como recurso político es una treta facilona que sólo busca repercusión mediática. Mero márketing electoral. Y aunque el PP crea que ha logrado su objetivo de llamar la atención a dos semanas de la cita con las urnas para poner nervioso a Espadas , la realidad es que lo único que ha conseguido con esta ocurrencia es abrir una veda peligrosa a la que se sumó un día después Vox convocando otro acto de campaña en la portada.
Hay escenarios en los que no cabe la política. Y tampoco el PSOE ha estado hábil en el manejo de esta cuestión. La ha utilizado como arma electoral y le ha dado vida a un partido que, a priori, lo tiene muy complicado para el 26 de mayo según la última encuesta del CIS. El conflicto interno en el PP ha dilapidado el suelo electoral que dejó Juan Ignacio Zoido , un alcalde fracasado pero que al menos ganaba las elecciones. Pero en ningunas elecciones son tan inútiles los augurios como en las locales. Y a ese argumento se podrá agarrar Beltrán Pérez hasta el último minuto para aspirar a una Alcaldía a la que quiere llegar en caravana. Lo que sí está claro es que el día 27 de mayo el PP tendrá que convocar de nuevo en su caseta para comprobar que hay dos maneras de acabar con las discrepancias: una victoria contra pronóstico, que une a los amigos, o una derrota cantada, que une a los enemigos.