Sucesos
Una familia pide identificar el cadáver rescatado la semana pasada en el río Guadalquivir
Creen que el fallecido puede ser Marco Antonio Monroy, de 80 años y natural de Honduras
![Cartel de la desaparición de Marco Antonio Monroy](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2016/08/13/s/desaparecido-sevilla-rio-guadalquivir-cadaver-U10492691482xPE--620x349@abc-Home.jpg)
Marco Antonio Monroy nació en Honduras hace 80 años y hace sólo tres se vino a Sevilla. Vive o vivía en la calle Lisboa en el Cerro del Águila junto a su mujer, su hija, su yerno y tres nietos. Pero desde el jueves 4 de agosto su familia no sabe nada de él. Consta como desaparecido . Sin embargo, al día siguiente de su desaparición un cadáver aparecía en el río Guadalquivir . Su hija Sandra Monroy está casi convencida de que se trata de su padre: «La edad coincide e incluso leí en el periódico que tenía dientes de oro. Mi papá los tenía. No puede ser otra persona».
La Policía también sospecha que el cuerpo corresponde al del anciano hondureño porque al día siguiente del hallazgo en el Muelle de la Sal, un funcionario llamó a Sandra para que prestara una muestra de ADN . Ha transcurrido una semana y la incógnita no ha sido aún despejada. Por eso, la familia de Marco Antonio pide ver el cuerpo «o las ropas que llevaba para poder confirmar que es mi padre y descansar», pero no les dejan.
Fuentes policiales explican que hay un procedimiento en curso y que están a la espera de los resultados del cotejo del ADN. Aclaran que es la única prueba donde no cabe errores; algo que sí puede ocurrir con la identificación visual del cadáver o de las prendas. Por eso, la Policía está a la espera del informe del Instituto Anatómico Forense .
La Policía está a la espera del resultado del cotejo de ADN para confirmar la identidad
Además de la prueba biológica, Sandra entregó la documentación de su progenitor donde aparece la huella dactilar. «Pero me dijeron que no se fían de ese documento y que iban a solicitar la huella a través de la Embajada. Pero ya les avisé que tardan en responder».
Pese a estas explicaciones, la hija del desaparecido va todos los días a las dependencias policiales de Blas Infante en busca de novedades. «Todos los días me dicen que me tranquilice, que están trabajando en ello pero deben entender que es muy duro».
El último día
Sandra Monroy reconstruye los últimos momentos que vio con vida a su padre, que seguía una misma rutina casi todos los días . «Salía por las mañanas, se iba al Centro de Mayores y siempre regresaba a casa sobre las dos». Pero el jueves no llegó y tras una primera batida sin éxito por las calles del Cerro, la familia acudió a la Policía a interponer la denuncia. Al día siguiente, por la noche, a Sandra le avisaban por teléfono, le decían que mirara los periódicos porque salía la noticia del hallazgo de un cadáver con una serie de características que podrían responder a su padre.
De confirmarse que el fallecido es este anciano hondureño, a Sandra sólo le quedaría por saber cómo pudo llegar Marco Antonio desde el Cerro del Águila al Muelle de la Sal. Según su hija, rara vez cogía el transporte público y no cree que supiera hacer el trayecto a pie. «Es verdad que a él le gustaba mucho esa zona de la ciudad. Cada vez que teníamos la oportunidad de pasear juntos, lo llevaba allí». Por eso, cuando recibió la llamada de la Policía para que se pasara por dependencias policiales para prestar una muestra biológica , se encontraba en la dársena pegando carteles.
Parte de la familia Monroy vive en EEUU y desde aquel país han tratado de hacer gestiones con las autoridades hondureñas para agilizar el trámite de la identificación pero han sido en vano. Siguen a la espera.
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