La falsa leyenda de la «casa encantada» de la Judería de Sevilla
Quien habitó esa vivienda durante décadas niega que en ella ocurrieran hechos paranormales
El periodista José Manuel García Bautista , especializado en temas de misterio, ha negado que en la casa de la calle Judería que linda con el Real Alcázar de Sevilla y que Patrimonio del Estado no logra vender en subasta pública , hayan sucedido fenómenos extraños, aunque esa vivienda ha llegado a incluirse en la ruta «Sevilla paranormal» que comercializa la empresa Naturanda. Rafael Osorno , que vivió en esa casa durante años, niega que en ella hayan ocurrido sucesos paranormales. «Nos fuimos porque estaba en ruinas» asegura Rafael, molesto con el uso comercial que se está dando a la casa. Allí vivió su abuela materna desde antes de la Guerra Civil, nacieron tres de sus cuatro hermanos y vivieron allí hasta el año 2000, en que la casa se declaró en ruina y Patrimonio del Estado le facilitó a su madre otra vivienda en la calle Miguel de Mañara. Además, Rafael niega categoricamente que el parasicólogo David Ortiz hubiese entrado en su casa para hacer una psicofonía.
García Bautista, que guía el recorrido de la ruta de la «Sevilla paranormal», admite ahora que en esa casa no ocurrieron fenómenos paranormales. «Conocí a Rafael Osorno -dice- en una circunstancia extraña, quizás porque mediaba una falsa leyenda en torno a una vieja casa en el barrio de Santa Cruz, en el número 3 de la emblemática calle de la Judería, una vieja casa donde él había vivido. Aquella falsa leyenda, recalco la irrealidad de la misma, decía que allí vivió una familia cuya hija realizó una ouija con consecuencias funestas y de como propició una investigación de la Sociedad Andrómeda. Era una historia que tenía todos los componentes ideales de un guión de una película de terror. Así me la relató, con gran profusión de datos, el profesor Daniel Ortiz Mínguez, presidente de dicha sociedad».
«Y la leyenda comienza a cobrar mayor sonoridad a raíz de ser publicada como consecuencia de las especulaciones sobre las razones por las que Patrimonio no lograba vender la casa en subasta. Su antaño mal estado hacía que también hubiera comentarios de fantasmas en aquel lugar. El problema venía que al querer investigar esta historia pocos datos se podían arrancar a la institución pública. Así que muchos dieron -entre ellos yo mismo- esta leyenda por real o, al menos, con visos de realidad. Pero no toda leyenda tiene por qué ser cierta , o tener el germen de la verdad, y fue el propio Rafael Osorno, cuya familia y él mismo vivió allí, quien me narró como todo eso no sucedió en su casa. Su casa era un hogar normal alejado de fantasmas e historias del más allá cuyo mayor problema era que el paso del tiempo hacía ya estragos en la vivienda y que obligó a desalojarla, abandornala, en 2005. Se realojó a la madre de Rafael Osorno en la cercana calle Miguel de Mañara donde vivió hasta el momento de su muerte, quizás recordando los buenos momentos vividos en Judería».
«En estos días Rafael ha recibido llamadas en los que le comentaban: "Rafael, yo no sabía que vivías en una casa encantada". Rafel explicaba irónicamente que él tampoco lo sabía dada la irrealidad de la leyenda. Hoy reviso los archivos y comprendo que la fuente de aquella información, el fallecido profesor Daniel Ortiz, debía estar confundido de ubicación y su caso ser de otro lugar del entorno, que alguno de ellos publicó en la prensa sevillana de la época. Es el fin de una historia del más allá que, al menos, en calle Judería jamás sucedió. Es el f in de una leyenda de corto recorrido allá donde la realidad fue bien diferente a las historias del otro lado. He quedado con Rafael Osorno en tomarnos algo juntos cuando venga a Sevilla y hablar de situaciones inverosímiles en la vida real sin que medie ningún fantasma equivocado de calle».
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