Fallece el trianero de honor Ángel Bautista
Durante más de 40 años luchó por realzar la singular aportación de Triana a la historia de Sevilla, España y el mundo
Era uno de los rostros más conocidos y una de las voces más reivindicativas del arrabal. El trianero de honor Ángel Baustita Guerrero , protagonista fundamental de la historia del arrabal en las últimas décadas y creador de numerosas asociaciones y plataformas del barrio, ha fallecido este viernes después de luchar duramente contra el cáncer.
Nacido en el arrabal trianero, este historiador aficionado siempre trató de realzar el protagonismo del barrio de Triana y de sus gentes en la historia de Sevilla , de España y el mundo. Frente a quienes recurren al tópico de la Triana de pandereta, del cante, del bailaor y del torero, el afán de Bautista fue el de aportar su granito de arena para sacar a la luz la «otra Triana, la del trabajo» , como dejó dicho en alguna entrevista, de ahí que le gustara reivindicar logros como que el primer avión a reacción o el primer barco a vapor en España se construyeran en el arrabal, o como que en el barrio hubo un momento en que funcionaban «ochenta chimeneas».
Siempre, contra viento y marea, Bautista ha sido un trianero libre, sólo comprometido con un único bando: el ‘partido trianerista’. Colaborador durante cuatro años en prensa y autor de numerosas artículos para la revista 'Triana' , siempre defendió que había muchas formas de trabajar por el barrio, bien a través de la junta del Distrito o de la comisión de la Velá.
Durante tres años, estuvo alejado del mismo, muy a su pesar. «Yo trabajaba en Sevilla como técnico de refinerías de aceite, pero mi empresa cerró debido al síndrome tóxico de la colza, y por mi implicación sindical, por luchar tanto por los convenios de la industria del aceite, tuve que exiliar a Córdoba», explicaba.
Fue uno de los fundadores de la plataforma Triana Viva , disuelta tras dos años y medio de vida. Pero su espíritu reivindicativo le hizo constituir, junto a Pepe González, la Plataforma Trianera con el objetivo de volver a unificar las protestas de varias asociaciones y llevarlas a cabo de forma unitaria. «La creamos cuando se propuso peatonalizar San Jacinto, el problema era la forma en que se hacía, queríamos saber si existía un estudio de impacto, seguridad y evacuación, y nos atacaron mucho a Pepe y a mí», confesó en una entrevista.
Pero nadie consiguió silenciar a este trianero de pro. Ni siquiera, los duros momentos que ha atravesado en los últimos años en la batalla contra el cáncer han provocado que desistiera de su empeño y ahínco por defender al barrio. Un amor incondicional por su Triana querida que sentía, cada vez, más deshumanizada . Ha fallecido un protagonista fundamental de la historia del arrabal.