Sucesos

Fallece una de las condenadas por el crimen de un taxista en Sevilla, en 2004

Carmen Solís fue sentenciada a 12 años como cómplice de un asesinato que movilizó al gremio por la falta de seguridad

El féretro del taxista Amador Guerreo fue escoltado por vehículos de sus compañeros ABC

Silvia Tubio

En la primavera de 2004, el gremio del taxi se movilizó en la capital indignado por la falta de seguridad . Uno de los suyos fue asesinado cuando realizaba un servicio por un toxicómano que se ayudó de su pareja también adicta a las drogas. Ella se llamaba Carmen Solís y al final fue condenada a 12 años y medio como cómplice. Este pasado viernes, esa misma mujer fue auxiliada junto al puente de San Bernardo donde la encontraron aún consciente pero vomitando. Ingresó en el hospital Virgen Macarena donde acabaría muriendo. Todo apunta a un fallecimiento por causas no violentas.

Fue un testigo el que avisó sobre las ocho de la tarde a los bomberos que estaban de servicio a esa hora en el parque central. Según relató esa persona, a la mujer la habían dejado en un aparcamiento que hay junto al puente de San Bernardo. En el momento que llegaron las primeras asistencias estaba aún consciente pero vomitando. Antes de que llegaran los servicios del 061, la mujer entró en parada cardiorespiratorio pero lograron estabilizarla y fue trasladada al hospital donde acabó muriendo horas después.

La investigación protocolaria que abrió la Policía Nacional no ha encontrado indicios de que la mujer fuera víctima de una muerte violenta. Así expiraron los últimos momentos con vida de Carmen Solís, quien en 2004 acabó en la cárcel acompañando a su entonces pareja sentimental por un terrible crimen. No era la primera vez que la detenían, ya acumulaba antecedentes por trapicheos de drogas y robos para financiarse la dosis. Pero sí se estrenaba con un delito de sangre. Habían participado en el asesinato de un taxista al que atacaron para robarle. La sentencia que le impuso la Audiencia Provincial admitió su condición de drogodependiente para atenuar la pena.

En la madrugada del 15 de mayo, Carmen y su entonces novio Juan llamaron a un taxi en la parada de La Barzola . Acudió el vehículo que conducía Amador Guerrero, padre de tres hijos, que había comenzado a trabajar a las 4,30 horas, apenas media horas antes de la que sería su última carrera . La pareja le pidió que les llevara a San José de la Rinconada e incluso indicó cual debería ser el recorrido hasta que le ordenaron parar. En total 8.100 metros, según la reconstrucción que realizó entonces la Policía. Con el coche parado , amenazaron al taxista al que le quitaron el dinero que llevaba encima y le obligaron a meterse en el maletero. Los dos toxicómanos intentaron arrancar el vehículo pero no pudieron al abrir el maletero de nuevo, la víctima intentó huir pero fue alcanzada por Juan que le asestó varias puñaladas, una de ellas fue mortal .

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