VISITA OBAMA

De Evita al Papa: otras visitas históricas a Sevilla

La visita de un mandatario extranjero siempre es una oportunidad de promoción turística

Eva Perón saludaba a los sevillanos junto a la muralla de la Macarena en 1947 FOTO: SERRANO

J. RUBIO

Por aquí han pasado muchos dignatarios extranjeros. El Papa de Roma vino dos veces y una de ellas se asomó al primer balconcillo de la Giralda.

Monseñor Amigo Vallejo con el Papa Wojtyla, en 1982 ABC

Paseo de Franco por el Alcázar

Oliveira Salazar , el fundador del Estado Novo portugués, paseó con Franco por el Alcázar cuando se forjó la hermandad autoritaria de los pueblos ibéricos. Haile Selasie , el último rey de reyes etíope, montó en un coche de caballos para admirar la Catedral.

Franco y Serran Suñer se entrevistan en Sevilla con el presidente portugués Oliveira Salazar ABC

A Isabel II , con su inseparable bolso, le enseñaron la maqueta de la Expo 92 en el Archivo de Indias. Hussein de Jordania repitió visita con su primera mujer y con Noor con treinta años de diferencia.

Gadafi se hospedó en Alcalá

Hassan II , sin reloj pero con baraka, vino sin compañía femenina siguiendo los pasos de su padre Mohamed V . A Fidel Castro le dio Rojas Marcos las llaves de la ciudad contra el criterio de sus socios de gobierno. Mitterrand se paseó entre modelos de alta costura francesa de la mano de Régis Debray, para no bajarnos de Sierra Maestra. Gadafi plantó su tienda en la Hacienda la Boticaria y convidó a Aznar a comer cordero.

El líder libio Muamar Al Gadafi a su llegada a la Hacienda la Boticaria EFE

Multitudinaria bienvenida en La Macarena

Evita trajo el trigo y la carne pamperos que tanta hambre aliviaron en la posguerra.

Evita a su llegada al barrio de la Macarena en 1947 SERRANO

La última figura de EE.UU. en la Expo

La esposa de Leónidas Trujillo dejó un pabellón de la Cruz Roja de Capuchinos donde hasta hace poco figuraba un azulejo de Altagracia, la hija del Chivo que noveló Vargas Llosa. La mujer de López Portillo , acaso la más depurada expresión de la corrupción perfecta que encarnó el PRI mexicano, se dejó un sostén de tamaño natural en el hotel Alfonso XIII que casi causa una crisis de Estado. Y de esposa en esposa desembocamos en Marilyn Tucker , mujer del vicepresidente norteamericano Dan Quayle, que hasta la anunciada visita de Barack Obama era la dignidad más alta de los Estados Unidos en girar visita oficial a Sevilla con motivo del día de honor de EE.UU. en la Expo 92 el 17 de mayo de 1992 .

Marilyn Tucker ABC

Así que con Obama , Sevilla se va a incorporar al selecto club de ciudades que han recibido alguna vez la visita de un presidente de los Estados Unidos , al que siempre acompaña un séquito impresionante del Servicio Secreto que le brinda protección en tres anillos impenetrables y el maletín con las claves para activar los silos donde se almacenan las cabezas nucleares de respuesta inmediata en caso de decretarse un ataque preventivo.

Que el presidente norteamericano visite Sevilla es una bicoca para la ciudad. Que además visite el Centro donde se concentran los tres monumentos Patrimonio de la Humanidad ( Catedral, Alcázar y Archivo de Indias ) es una maravilla. Y que lo haga en pleno mes de julio es una bendición que probablemente no acertamos a calibrar en toda su extensión. Porque con un solo gesto abre tres candados claves para la desestacionalización tan soñada como necesaria si Sevilla quiere incrementar su negocio: turismo estadounidense, turismo cultural y turismo en pleno verano.

Además, la visita llega en el momento más oportuno : sólo un mes después de que trescientos agentes de viaje estadounidenses con capacidad de decisión sobre los destinos que proponen a los viajeros norteamericanos visitaran la ciudad, previo reportaje laudatorio en las páginas de viajes de «The New York Times» . Ahora, la presencia de Obama en las calles de la ciudad dentro de un mes reforzará por la vía de los hechos toda la estrategia que había preparado el gobierno municipal para pescar turistas en el goloso mercado estadounidense.

Por supuesto, en ello habrá tenido mucho que ver el embajador James Costos , exdirectivo de la productora audiovisual HBO, enamorado de Sevilla. No es lo mismo que los operadores turísticos que deciden sobre algo sepan de una lejana capital del Viejo Mundo donde está enterrado Cristóbal Colón a que el mismísimo presidente todopoderoso de los Estados Unidos acuda a recorrer sus calles.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación