HOSPITAL VIRGEN MACARENA
«¡Esto no hay quien se lo coma!»
Enfermos y trabajadores se quejan de la comida que sirve un catering desde que la cocina está en obras
Enfermos, familiares y profesionales del hospital Virgen Macarena se han quejado de la calidad de la comida que les sirven desde que a finales de junio empezaron las obras de la cocina del centro y la distribuye un catering.
Llega «conservada», según la dirección; y, «congelada», según los afectados , desde distintos puntos y se calienta en el hospital en la zona de cafetería de personal cuyas instalaciones suspenden en verano la venta al público.
Es variada, está supervisada por expertos en Nutrición y Dietética y está envasada en unas terrinas de plástico, precintadas y con fecha de caducidad , hasta más de un mes, junto a la pieza de pan y la fruta. No hay agua ni refresco ni zumo en la bandeja de tal forma que los familiares tienen que sacar de la máquina el agua — un litro y medio cuesta 90 céntimos — o llenarlas del grifo, si sale fresquita.
En algunas ya se vislumbra el vapor de agua en el interior que se condensa una vez se destapa y deja la comida enguachinada.
Carmen (no quiere dar su apellido) está acompañando a su marido ingresado en la zona de Cardiovascular en una habitación con tres camas que aún persisten en el Virgen Macarena — a pesar de que el expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves , dijera en su discurso de investidura en el año 2000 que las habitaciones de todos los hospitales serían individuales— y es una de las afectadas que se ha quejado verbalmente y por escrito «porque ya no es solo lo que se ve y el olor que tiene, es que esto no hay quien se lo coma ».
«Yo —tercia otro enfermo de la habitación— estoy aquí expurgando los garbanzos de las espinacas porque están tiernecitos pero ya no como nada más». En otras habitaciones los pacientes asumen que no hay más remedio que comérsela o no encuentran adjetivos para definir el mal aspecto y hasta una señora dijo que el pescado se lo llevaron crudo.
«Yo me he quejado por escrito —sigue Carmen— y aquí no viene nadie y, sin embargo, un hombre se trajo un televisor chiquitito el otro día porque no puede pagar los 5 euros que cuesta activar estos modelos tan modernos que nos han puesto y llegó enseguida la supervisora a impedírselo»
El sindicato Csi-f también ha recibido quejas y «al hospital le llueven las reclamaciones». Fuentes sindicales destacan que los profesionales están desbordados y angustiados, cuando ven que los pacientes les dan las quejas de las comidas, y además se las devuelven tras abrirla y hacer una mínima cata.
«La calidad de la comida servida por el catering esta desbordando los contenedores de la basura », apostillan.
«Las comidas —siguen— están en los carros para ser servidas a las plantas desde la 11.30 y llegan a las 12.30. A pacientes con dietas especiales les llega fría y ademas después de dos horas no se puede ni recalentar en el microondas porque hay que preservar la cadena alimenticia. Por otra parte, si algún enfermo está haciéndose una prueba en el momento que llega a la habitación la bandeja, o se la come fría o no se la puede comer».
Csi-f dice que este catering viene de Málaga y que los usuarios están costeando de su bolsillo la comida. También se quejan todos los profesionales que hacen guardias y muchos ya se llevan sus bocadillos y fiambreras.
«El catering es insoportable —termina Csi-f— y encima les cobran los suplementos por bebidas de botella a lata de refresco cuando la lata es mas barata. Les cobran 20 céntimos. Es poco dinero, pero es malo el detalle».
A todo ello, la dirección del hospital contesta que el nuevo servicio de comida se inició el día 29 de junio y reconoce que se detectaron incidencias por parte de los usuarios únicamente durante los dos primeros días. Agregan que con el objeto de que los pacientes percibieran lo menos posible el cambio de la anterior a la actual línea de producción de la comida, se puso en marcha una serie de medidas como eliminación de los platos menos apetecibles, la introducción de una nueva gama de productos y mejoras técnicas para garantizar la temperatura de los preparados.
«Desde entonces —recalca— no se han registrado nuevas incidencias». Explica que la empresa del catering es Serunión, la adjudicataria del contrato de alimentación del hospital, la misma de las cafeterías. Las obras de la cocina acabarán a finales de agosto. Mientras tanto los 700 u 800 almuerzos, las cenas, desayunos y meriendas los servirá el catering .
Noticias relacionadas