Patrimonio

SOS por el estado de los monumentos de la zona norte de Sevilla

Adepa alerta del próximo vencimiento de los fondos Edusi sin que se hayan hecho las rehabilitaciones anunciadas

Monasterio de San Jerónimo de Sevilla: el secreto mejor guardado

Interior del monasterio de San Jerónimo Rocío Ruz

Pedro Ybarra Bores

El Monasterio de San Jerónimo fue uno de los tres grandes monasterios del extrarradio de Sevilla junto a San Isidoro (Santiponce) y San Agustín (Puerta de Carmona). Los dos primeros fueron gestionados por la orden de San Jerónimo que logró tener gran influencia en la ciudad. Fundada en el siglo XIV fue una orden fundamentalmente intelectual, dedicada al estudio (San Jerónimo fue el creador de la primera Biblia en latín) y a diferencia de San Isidoro del Campo, que se vio afectado por la influencia protestante, San Jerónimo se mantuvo fiel a la religión católica.

«A San Jerónimo se le dio un lavado de cara, pero no se solucionaron los problemas fundamentales que tiene», según afirma el portavoz de la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico de Sevilla (Adepa), Joaquín Egea . San Jerónimo (edificio declarado Bien de Interés Cultural en 1964) fue fundado en 1414 por Fray Diego de Sevilla (de nombre real Fray Diego Martínez de Molina, cuyo retrato se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla).

Tuvo su gran esplendor durante los siglos XVI y XVII , lo que lo demuestra el hecho de que alojó en varias ocasiones a los reyes Fernando el Católico, o a Carlos I —cuando iba a contraer matrimonio con Isabel de Portugal, momento en el que se construye la fachada renacentista de San Lázaro en su honor (hospital cuyo prior coincidía con el del monasterio)—, o Felipe II , monarca gracias al cual las bulas pontificias para América y el Sur de España se imprimirían en dicho monasterio, dedicado también a la publicación y que todavía conserva el espacio en el que se situaba la también llamada «imprenta de Indias», por los muchos documentos indianos allí impresos. Felipe IV y V también se alojaron en el monasterio, un lugar de descanso para que el monarca pudiera hacer una parada antes de entrar oficialmente en la ciudad por alguna de sus puertas (generalmente Macarena o Goles).

A mediados del XVI trabajaron en el Monasterio de San Jerónimo tres personajes fundamentales de la arquitectura sevillana: Herrera, Mijares y Hernán Ruiz segundo (Campanario). También Zumárraga (bóvedas interiores del claustro) y Diego de Riaño con «un patio casi herreriano que recuerda mucho al Escorial». Entre todos lograron construir «una verdadera joya del manierismo». En cuanto a la pintura, esta construcción también dejó una huella extraordinaria conservada en su mayoría en el Museo de Bellas Artes de Sevilla: Valdés Leal, Zurbarán o Espinal .

Desamortización de Mendizábal

Tras la destrucción llevada a cabo en 1810 por los Hijos de la Ilustración, los frailes jerónimos vuelven al lugar en 1814, con Fernando VII, pero en 1835 la desamortización de Mendizábal hace que los monjes salgan definitivamente y comience la gran decadencia tras pasar por ser fábrica de vidrio, que ardió. Un incendio que provocó la pérdida de la iglesia.

También llegó a estar ocupado por cerdos y posteriormente fue vivienda, hasta que Manuel del Valle decidió que debía pasar al patrimonio de Sevilla. «Lo hizo bien, no así sus sucesores. En 1984 quiso crear un gran centro cívico en el lugar, pero hasta el 2015 no se realizó, con lo que se sumaron otros 31 años de abandono », recuerda Egea.

Después de todo se conservaron la sala capitular, las escaleras y el refrectorio, zona que ocupa ahora el centro cívico. Quedan pendientes «dos cosas fundamentales: la consolidación del claustro, que ha sufrido mucho y en un momento determinado podría venirse abajo debido a la gran humedad de la zona y el estado de abandono que ya ha afectado a la base de la construcción», asegura Egea . De ello «se fue consciente en la época de Zoido y se completó en el tiempo de Espadas cuando se pidió dinero a Europa a través de los Fondos Edusi para la recuperación de la zona norte y que incluye las naves de Renfe, el Monasterio de San Jerónimo y el Vacie».

Cementerio de los ingleses ABC

Fondos europeos

«Ya están a punto de terminar los plazos de dichos fondos, porque las obras deberían estar terminadas en el año 2022 para que estos no se pierdan. Parece que está lejano, pero está ya aquí y no se avanza nada. En 2019 se habló de una inversión de 32.000 euros en talleres socioculturales, nos parece bien, pero ningún taller se podrá celebrar allí si aquello se viene abajo. Es absolutamente necesario que de una vez por todas gastemos los fondos europeos de verdad. El otro tema importante pendiente sería la recuperación del jardín histórico, lo que fue el jardín monacal en el lateral de la iglesia. García Tapial lo dejó dibujado para que se realizara, y podría ser interesante para que lo incluyeran en un taller de recuperación para los vecinos del barrio», afirma. Preocupa mucho también el estado del humilladero de San Onofre , «una de las grandes desgracias de esta ciudad, porque también es Bien de Interés Cultural y prácticamente no se puede visitar. Se encuentra entre los pasos de trenes al otro lado del monumento a Colón. Como BIC no se puede remover de su sitio, pero creemos que es importante la vinculación con el monasterio», afirma.

En la zona norte también se encuentra el Hospital de las Cinco Llagas, en un momento en el que se revitaliza dicho área por todo lo que aglutina hasta el siglo XIX, «en el que todo se vino abajo», dice. «Una de las zonas más higiénicas de Sevilla, razón por la que también se creó allí el cementerio debido a los vientos». También se incluiría, dentro de esta zona, el Cementerio de los ingleses, un pequeño cementerio de unos 2.000 metros cuadrados que tiene una larga historia».

Cementerio de los ingleses

Uno de los camposantos protestantes de la ciudad —además de la zona dedicada a agnósticos, musulmanes y protestantes en el de San Fernando— estuvo en el lateral del teatro Lope de Vega, construido en el siglo XVIII. En 1835, cuando se abandonó aquel cementerio, se funda uno nuevo en el lateral del Monasterio de San Jerónimo, siendo ese mismo año el de los primeros enterramientos. Se sepultaron fundamentalmente marinos que llegaron a Sevilla y que habían fallecido entrando por el río, y algún inglés despistado, entre ellos el hijo del que fuera fundador del Sevilla FC Tomás Barnés, uno de los hombres más interesantes de la Institución Libre de Enseñanza. De finales del siglo XX son los últimos enterramientos datados en este lugar.

«El cementerio se ha ido dejando», subraya Egea. Pertenece a una asociación privada (Asociación San Jorge) y en 2005 el PGOU plantea eliminarlo para la construcción de viviendas. Hubo una gran protesta social para conservar esta “reliquia” del pasado». Los protestantes no tuvieron mucho seguimiento en Sevilla, pero si mucha riqueza, porque estuvieron financiados desde Inglaterra y EEUU. «Este lugar se encuentra actualmente siempre cerrado y debería estar vigilado, o que se abra el muro para acceder desde San Jerónimo y que se cuide. Sería bueno respetar un sitio tan especial mantenerlo alejado de los vándalos y que una huella más de la ciudad se mantuviera como tal», afirma el portavoz de Adepa.

«Las innovaciones con casera, no con el patrimonio», afirma para concluir Egea, no sin antes recordar la situación del convento de Santa María del Socorro, «que desgraciadamente también lo podemos perder tras la salida de las monjas», y recordar el rosario de monumentos necesitados hoy de la atención de los responsables de la ciudad.

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