Sentencia judicial
La enfermera de la UCI con problemas psiquiátricos que dobló su paga: de 1.000 a 2.300 euros
Un juez le reconoce la invalidez que el Estado le negó
Una enfermera sevillana de 50 años de edad que trabajaba en una UCI y que padece una enfermedad psiquiátrica grave tiene ya una pensión vitalicia de 2.300 euros tras reconocerle un juez la incapacidad para todo tipo de trabajo en vez de 1.000 que es lo que le reconoció el Insituto Nacional de Seguridad Social.
Otra ciudadana más que se suma a varias afectadas por enfermedades distintas, pero invalidantes, que han tenido que recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos, con la asistencia del letrado Álvaro Jiménez Bidón de Jiménez Bidón Abogados, mientras sufrían un considerable deterioro físico y psíquico al tener que sobrellevar sus dolencias con el calvario que supone un pleito, aunque se gane.
¿Cómo puede una persona que padece una patología psiquiátrica grave, de lenta evolución , con tendencia al aislamiento y varios intentos autolíticos, además de problemas traumatológicos en rodillas y muñecas, desempeñar actividad laboral alguna con un mínimo de dedicación, profesionalidad y constancia?
Esta es la situación que ha llevado a un Juzgado de lo Social de Sevilla a declarar en situación de Incapacidad Laboral Absoluta a dicha enfermera que padece trastorno mixto ansioso depresivo (con dos intentos autolíticos ), así como fibrosis en grado IV que le provocan pérdida de movilidad en la rodilla izquierda, secuelas de una fractura de espinatibial anterior en 2012, osteopenia, tendinitis en el hombro derecho e inflamación de los tendones de ambas muñecas.
Está, pues, limitada para tareas que necesite estar mucho rato sentada y de pie , así como para aquellas con moderados requerimientos psíquicos tales como labores organizativas, la toma de decisiones o situaciones estresantes. Así, con este cuadro clínico, en 2016 inició expediente de incapacidad. El 6 de marzo de 2017 el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) le reconoció una incapacidad laboral total (para trabajar en su profesión), o lo que es lo mismo, una pensión vitalicia del 55% de su base reguladora, que es de 2.292,68 euros.
Está limitada para tareas organizativas o toma de decisiones, entre otras responsabilidades
«Pero ante la imposibilidad de la reincorporación al mundo laboral, en abril de 2017 interpuso la pertinente reclamación previa y posterior demanda judicial para el reconocimiento de la incapacidad para todo tipo de trabajo. Se da la circunstancia de que en el impasse de la fecha de juicio, en diciembre de 2017 el INSS inició de oficio un expediente de revisión de grado», explica Álvaro Jiménez Bidón.
Según informe del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) , la paciente presentaba limitaciones funcionales y psíquicas grado funcional 2, clínica ansioso-depresiva de evolución lenta, con situaciones de estrés añadido y dificultades para afrontarla dados sus rasgos de personalidad, con intentos autolíticos en varias ocasiones y tendencia al aislamiento. Pero pese a este informe, INSS decide mantener el grado de incapacidad.
En cambio, para el juez, «resulta evidente que la parte actora no puede desarrollar actividad laboral alguna, siendo especialmente grave la patología psiquiátrica, no pudiendo afrontar una vida laboral con el nivel de exigencia y eficacia que requiere el actual mercado laboral, dado que no podría afrontar situaciones de estrés inherentes a un contrato de trabajo».
Por eso estimó la solicitud de la demandante y la ha declarado en situación de Incapacidad Laboral Permanente en grado absoluta, con la consecuente pensión vitalicia de casi 2.300 euros mensuales.
El INSS no ha recurrido la sentencia que ya ha adquirido firmeza.
Noticias relacionadas