LA AFECTADA QUIERE QUE SE ABRA UNA INVESTIGACIÓN Y SE TOMEN MEDIDAS
«La enfermera que me atendió en el parto se burló hasta de mis zapatillas»
Un primeriza relata el trato vejatorio que sufrió y cómo tuvo que trasladarse sola a la habitación tras cuatro intentos fallidos de epidural
Una madre sevillana que el pasado día 26 ingresó en el hospital de la Mujer del Virgen del Rocío para dar a luz por primera vez ha dejado en el registro del centro una hoja de reclamaciones con las quejas que tiene de la enfermera que auxiliaba al médico que la atendió en el parto porque considera que la trato de una forma «vejatoria y de mala fe y que hasta se burló de las zapatillas que llevaba».
Asunción Rocío Hernández Muñoz, de 34 años de edad quiere que se tomen medidas para evitar los tratos «denigrantes a los enfermos por trabajadores del hospital» y pide que se «abra una investigación y se actúe para que no vuelva a tratar a nadie así».
Llegó al hospital sobre las cuatro de la mañana del pasado día 26 por rotura de bolsa y el bebé nació a las 4.50 del día 27. Relata que nada más entrar con constantes contracciones en la sala donde administran la epidural ya empezó a decirle en tono elevado y desagradable: «Si sigues respirando así hija te vas a marear y caer de cabeza».
Luego dentro ya, «siendo ella la que supuestamente debía ayudar al médico colocándose delante mía para auxiliarme y asegurarse de que no me moviera, no lo hizo hasta el tercer intento de la anestesia y porque se lo pidió el médico». Seguidamente «en tono fuera de lugar me pidió que bajara la cabeza y me ayudó con un golpe a modo de empujón violento a que lo hiciera».
Dice que también la agarró con «asco» «como si fuese yo alguien maloliente». Cuando terminó el médico de ponerle la epidural, la mujer fue a bajarse de la camilla y vio que la zapatilla cayó al suelo. Entonces la enfermera «con gesto de escrúpulo» la golpeó para darle la vuelta y dijo en voz alta con burla: «Qué te has traído las mejores zapatillas de tu casa ¿no?».
La parturienta le pidió, por favor, que le ayudara a bajarse de la camilla porque estaba teniendo una contracción pero «con la cabeza se negó rotundamente» y le dijo: «Agárrate al palo», refiriéndose a la barra donde se sostiene el suero.
Continuó con el «trato poco cordial y profesional y ni siquiera se ofreció para acompañarme a la habitación o, al menos, llamar a mi acompañante». «Tuve que irme sola —añade Asunción Rocío— tras sufrir cuatro intentos fallidos de inyección de epidural» con un dolor horroroso.
Después llegó a la habitación y con tono amenazante le gritó a su pareja insinuándo que se había fumado allí , «cosa incierta que pueden corroborar el resto de profesionales».
Esta sevillana no cree que «este tipo de personas merezca trabajar porque no tiene vocación y trata a los enfermos con mala fe».
A todo ello el SAS contesta con un lacónico:« Revisaremos la reclamación de esta señora».
Por su parte, la secretaria provincial del sindicato de Enfermería Satse, Reyes Zabala , ha declarado al respecto de la queja de Asunción Rocío que el personal está sobercargado de trabajo y que todo ello es reflejo de las carencias que sufren. Dice que en la zona de dilatación y epidural tiene que haber un celador que traslade y mueva a las mujeres , algo que en la actualidad se deja a la enfermera. Además, apunta que al hospital de la Mujer llegan los partos de alto riesgo y que en verano la natalidad aumenta por lo que se intensifica la presión asistencial.
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