Urbanismo
La empresa que iba a reformar el mercado de la Puerta de la Carne de Sevilla renuncia seis años después
El Ayuntamiento resolverá «de mutuo acuerdo y a petición de la empresa adjudicataria» la concesión
El gobierno local aduce «la imposibilidad de cumplir los términos de la licitación» y señala por ello a Zoido
Un nuevo y estrepitoso fracaso urbanístico de Sevilla capital ha terminado por definirse. Este jueves se ha anunciado que la junta de gobierno del Ayuntamiento acordará el inicio del expediente de resolución «de mutuo acuerdo» del contrato de concesión administrativa del antiguo mercado Puerta de la Carne , ese que iba a transformarse en un mercado gourmet y un centro de arte y cultura. Nada de nada. Vuelta a empezar. El motivo, según se ha explicado, es «la imposibilidad acreditada por la empresa adjudicataria de cumplir con los términos de la licitación de 2014 debido al desequilibrio económico generado por las necesidades técnicas sobrevenidas, por la detección de un nivel freático más elevado de lo previsto y la necesaria incorporación de los restos arqueológicos».
El proyecto reformado presentado por la UTE adjudicataria situaba el importe de las obras en 8,4 millones de euros , el doble de lo previsto en la licitación municipal, sin que sea viable ningún reequilibrio de la concesión de estas dimensiones de acuerdo con los informes técnicos y jurídicos. Una vez resuelto, el Ayuntamiento iniciará un nuevo procedimiento ajustado a las necesidades técnicas y ambientales y con un modelo de uso y gestión viable.
«Hemos hecho todo lo posible por salvar esta concesión pero ha sido inviable porque todo este procedimiento empezó mal desde el principio en el año 2014. Se hizo una licitación que se ha demostrado inviable económica y técnicamente . A partir de ahí, todos los esfuerzos se han centrado en intentar encauzarlo por parte del Ayuntamiento y de la empresa adjudicataria. Pero los informes técnicos, jurídicos y económicos han dejado claro que la única solución viable en estos momentos es la resolución e iniciar un nuevo procedimiento que se ajuste a todos los requerimientos técnicos, arqueológicos, patrimoniales y ambientales», ha explicado el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, el socialista Antonio Muñoz, señalando abiertamente al equipo de gobierno de hace seis años, el del popular Juan Ignacio Zoido , sobre el que se descargan las responsabilidades por esa «mala licitación inicial». Pese a ella, el actual equipo de gobierno de Juan Espadas viene realizando anuncios y presentaciones a bombo y platillo del nuevo proyecto desde entonces y en ninguna de ellas se hizo alusión, precisamente, a esa cuestión ni a problema alguno con ella, algo que ahora ha aflorado. Después de cinco años de mandato de Espadas, la culpa de que el proyecto no cuaje es del anterior alcalde, según se ha hecho ver hoy desde el gobierno local socialista.
Los restos arqueológicos
El contrato de concesión de las obras para la adecuación del antiguo mercado Puerta de la Carne como centro de ocio, gastronomía y Cultura «fue firmado en 2014 de acuerdo con los términos recogidos en los pliegos aprobados entonces por el Ayuntamiento», se ha indicado. Tras superar todos los informes y estudios previos, en enero de 2018 se realizó la intervención arqueológica que, de acuerdo con los condicionantes de la Comisión Provincial de Patrimonio y de la propia Gerencia de Urbanismo derivó en la necesidad de integrar los elementos arqueológicos. Del mismo modo, los estudios técnicos constataron que el nivel freático del terreno se «situaba en cuatro metros y no en ocho, lo que alteraba por completo todas las previsiones». Esta situación tuvo «unas evidentes consecuencias sobre el proyecto diseñado en 2014, que recogía la excavación del sótano previsto al nivel de seis metros de profundidad aproximadamente, lo que implicaría que dicha excavación se produjera dentro del nivel freático, con la obligada necesidad de convivir con el agua».
Por este motivo, y de nuevo tras superar todos los informes técnicos, económicos y jurídicos, la junta de gobierno local acordó en marzo de 2019 solicitar a la empresa adjudicataria la presentación de un nuevo proyecto reformado adaptado a las necesidades técnicas y arqueológicas . «La empresa presentó este proyecto, que incorporaba la construcción de unas pantallas de hormigón armado que conformarán un único recinto estanco que alcanzara la capa impermeable. Esto implicaba también la modificación del proceso constructivo en sentido inverso al inicialmente aprobado, ya que ahora se realizaría de fuera hacia dentro y de arriba hacia abajo, con mayores garantías de seguridad en la ejecución de las obras, tanto para los operarios como para los elementos constructivos a mantener». La nueva solución presentada por la empresa adjudicataria «supuso un aumento del coste de ejecución de las obras respecto a lo incluido en la licitación. Concretamente, el presupuesto se duplicó hasta alcanzar los 8,4 millones de euros frente a los 4,1 previstos en el contrato . Por lo tanto, se trata de un proyecto de rehabilitación que difería en gran medida del proyecto inicial licitado, pero que resultaba totalmente necesario para llevar a cabo la ejecución de las obras con total garantía de seguridad para el edificio, así como para la preservación de los hallazgos arqueológicos», se ha informado desde el Ayuntamiento.
A la vista de estas circunstancias, y una vez realizados todos los informes técnicos, jurídicos y económicos, la UTE concesionaria «ha expuesto en su solicitud de resolución de la concesión que sufragar el coste de la ejecución del tercer reformado no es viable en las condiciones del actual contrato, y que una posible modificación del mismo excede de las limitaciones que la propia Ley de Contratos del Sector Público impone, alterando las condiciones esenciales de la concesión. En definitiva, que la posibilidad de modificación del contrato sobrepasa los límites que para ello se establece en la propia Ley». Por ello, «de mutuo acuerdo ambas partes inician el expediente de resolución del contrato de forma que el edificio vuelva a ser titularidad municipal y que se pueda abrir un nuevo procedimiento que ya se ajuste a las necesidades técnicas y a los criterios de intervención arqueológica conocidos, que plantee un modelo de gestión y de uso viable y que incorpore además un plan de evaluación ambiental del entorno del mercado de Puerta de la Carne». El objetivo del gobierno es, según se ha asegurado, « acelerar al máximo este nuevo procedimiento de acuerdo con los informes técnicos y jurídicos y que pueda arrancar en cuanto finalice el expediente de resolución que se inicia ahora». Eso sí, si antes fueron la crisis del ladrillo y luego los sobrecostes por los restos arqueológicos, ni que decir tiene que la crisis que se desata por la pandemia de coronavirus Covid-19 puede resultar también un argumento decisivo para volver a frenar el proyecto. Y los años pasan.
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