Hospital de Valme

«Los efectos del Alzheimer son visibles en el cerebro con 20 años de antelación»

Pacientes y familiares premian al Valme por su atención modélica a esta patología que va en aumento

La doctora Eva Cuartero, a la derecha, con Macarena González ABC

Amalia F.Lérida

El Alzheimer o «mal del olvido» es la primera causa de demencia en los países desarrollados que aumenta en proporción directa al envejecimiento de la población. Los especialistas destacan que, si bien en su origen es un problema de salud con repercusiones diversas en el nivel funcional, conductual y físico de la persona afectada, esta enfermedad produce además secuelas de índole social con importantes consecuencias en el ámbito familiar.

Dado que la información y el saber manejarse son los vehículos para la mejora de la calidad de vida de los afectados y sus cuidadores, desde hace más de un lustro el hospital de Valme está trabajando en la formación de profesionales y familiares encargados del cuidado de las personas mayores con discapacidad intelectual.

De carácter innovador, y diferente con respecto a otras unidades hospitalarias de demencia, la del Valme tiene una línea de trabajo orientada a la sensibilización ante el deterioro cognitivo en personas mayores y colabora con la Confederación Española de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual desde 2014. No en vano esta unidad de Deterioro Cognitivo y Trastornos de la Conducta del área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla ha sido distinguida con el premio «Alzheimer Solidario » que otorga la Asociación de Familiares y de Personas con Alzheimer y Otras Demencias (AFA) de la localidad jienense de Andújar.

Atención integrada

Hay que destacar que la distinción se ha llevado a cabo en la categoría autonómica de título colectivo a esta unidad clínica que dirige la neuróloga Eva Cuartero Rodríguez . Entre otros méritos, este premio destaca el trabajo en una atención integrada de pacientes con Alzheimer y otras demencias a través de un prisma multidisciplinar. El reconocimiento se suma al obtenido en 2015 con carácter nacional, al ser galardonada esta unidad con la catalogación de Buenas Prácticas en Coordinación Sociosanitaria que otorga el Observatorio de Modelos Integrados en Salud (Omis). El Valme aplica una atención integrada a las personas con Alzheimer y otras demencias neurodegenerativas a través de una prisma multidisciplinar.

Como consecuencia hay una respuesta temprana, conjunta y convergente de todos los profesionales del ámbito sociosanitario implicados en el diagnóstico y cuidado de personas afectadas y sus familiares/cuidadores.

Al frente de la unidad, que se creó ne el año 2010 se encuentra la doctora Cuartero Rodríguez con profesionales de diversas disciplinas en coordinación con los equipos de atención primaria de atención primaria. Asi, se encuentran la neuropsicóloga Macarena González , las enfermeras gestoras de casos hospitalarios, especialistas del equipo de Salud Mental, internistas del área de Paliativos y de la unidad de Nutrición.

«Buena dieta, ejercicio y una vida intelectual y social activas ayudan a prevenir el Alzheimer»

Anualmente, atiende de forma reglada a un total de 520 pacientes del área sur de la provincia para el estudio y atención precoz de pacientes preseniles (menores de 65 años), inicios atípicos y/o con trastornos de conducta graves, demencias de difícil diagnóstico y adaptaciones de terapias. Al mismo tiempo, sus especialistas dan respuesta mensualmente a una media de 25 consultas telefónicas que son resueltas de forma eficiente y que, en la mayoría de los casos, demandan asesoramiento especializado ante incidencias por trastornos de conducta de los afectados y afrontamiento de la sobrecarga del cuidador.

Dice al doctora Cuartero que a medida que nuestra sociedad envejece aumentan proporcionalmente los casos de Azheimer y que la prevalencia en España en mayores de 65 años se sitúa en un 6.5 -8.3%; llegando a ser de un 18% en los mayores de 75 años y umentando progresivamente en edades más tardías.

Más diagnósticos

Asegura que están evidenciando que la sensibilización de los últimos años está permitiendo un mayor número de diagnósticos en fases precoces en personas muy mayores, por encima de los 85 años, pues el envejecimiento no justifica por sí un deterioro cognitivo que llegue a afectar la autonomía. También recalca que está ampliamente aceptado por la comunidad científica que la mejor prevención posible hoy en día es llevar un adecuado control de los factores de riesgo vascular, con hábitos de vida saludables, abandonando tóxicos, con dieta mediterránea, control del peso, ejercicio físico regular adaptado a nuestra edad, así como mantener un estímulo intelectual que nos satisfaga y una vida social activa y enriquecedora.

«Pero todo —añade— ello debe aplicarse desde etapas medias de la vida entre 40 y 65 años. Sabemos que estamos diagnosticando Alzheimer en su fase final cuando se comporta como una demencia, pero sus efectos son visibles en el cerebro del paciente hasta 20 años antes aunque aún sean clínicamente silentes».

Además del trabajo del día a día los expertos no dejan atrás la investigación y en ese sentido «esperamos poder disponer en un futuro cercano de pruebas diagnósticas estandarizadas que sean biomarcadores que puedan ser aplicadas en nuestra práctica clínica diaria en aquellos pacientes con presentaciones inusuales de la nfermedad, para garantizar una mayor rapidez en su diagnóstico». También buscan tratamientos curativos y factores preventivos.

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