El «efecto Donuts» llega al Centro de Sevilla
La falta de turistas y los obstáculos para acceder al Casco Histórico reducen el tránsito en las calles comerciales
Los 500 metros que separan la plaza de la Magdalena de la calle Marqués de Paradas se le hacen un mundo a Dolores Díaz, vecina de la barriada del Carmen de Triana, que llamaba el pasado viernes con bastante enfado a ABC para criticar la reubicación de la parada de la línea 40 por la obra de la Magdalena , una situación que ya ha denunciado en el servicio 010 exigiendo la recuperación del recorrido antiguo. Ella, c omo muchos de sus vecinos, acude con regularidad a esta parte del Casco Histórico para revisiones médicas y el cambio de la parada es la gota que colma el vaso.
La reurbanización del enclave durará apenas unos meses, pero la reestructuración del tráfico es permanente. La solución que ha planteado el Ayuntamiento es que el punto máximo de penetración de vehículos que lleguen desde Reyes Católicos sean las calles Cristo del Calvario, donde se sitúa el giro obligatorio hacia Canalejas, y Bailén. En este cambio, San Pablo pasa a tener doble sentido para dar acceso a los aparcamientos subterráneos y facilitar la salida de vehículos que lleguen desde Méndez Nuñez. No queda ahí el asunto: la calle Murillo queda restringida al tráfico y las paradas de las líneas 40, 41 y 43 se reubican en Marqués de Paradas y Reyes Católicos .
Éste es el principio de un nuevo proceso de peatonalizaciones y reducción del tráfico de vehículos privados que se tramita en la antesala de una nueva crisis económica y sin otra alternativa de transporte público que el taxi. « Y ya sabemos lo que cuesta un taxi; desde mi casa me piden diez euros y yo vivo de una pensión », se lamenta Dolores.
En diciembre de 2019 se suspendió la línea C5 sin fecha tras un par de accidentes que se siguen investigando, mientras los vehículos permanecen en la cochera. Este servicio cubría varios barrios desde el Arenal a la Alameda, pasando por la Encarnación y la Alfalfa. En marcha está el cierre definitivo a los coches de Águilas y la propia plaza de la Magdalena cuyas obras acaban de comenzar.
El nuevo Plan Centro, rebautizado como Respira, empieza a convertir el acceso al Casco Histórico en una odisea . «Ahora que no están los turistas y con la gente que se ha ido de allí por los precios de las viviendas, quién va a quedar», se lamenta esta vecina de Triana. La línea 1 del metro para en la Puerta de Jerez y el Prado de San Sebastián como lugares más cercanos a la almendra central y sólo el tranvía y las líneas de autobús que terminan el trayecto en la Plaza del Duque se adentran en el entramado de calles, d onde se prohibirá la entrada libre a los que no residan en este distrito, salvo que recurran a una opción de pago para estacionar , bien sea un parking subterráneo, un centro comercial, un hotel o la escasa zona azul del Arenal, Reyes Católicos y Marqués de Paradas.
El tránsito en las calles comerciales se ha reducido notablemente. Obviamente el principal motivo es la pandemia de coronavirus que ha paralizado el turismo y ha forzado el cierre temporal de hoteles y restaurantes , pero esa misma pandemia no ha golpeado tan fuerte en los barrios donde la caída de público ha sido mucho menor. El termómetro es el volumen de locales vacíos, que supera ya el centenar en el Centro. La despoblación de negocios ha sido notable, incluso en las calles con mayor demanda como Sierpes, Tetuán y la Avenida de la Constitución.
Llama la atención el escaso tránsito en barrios como Santa Cruz, donde el turismo tuvo una mayor penetración. La mayoría de los alojamientos de este enclave permanecen cerrados y la hostelería ha optado por abrir sólo los fines de semana tras últimas restricciones aprobadas por la Junta para reducir los contagios. El adelanto del toque de queda y del cierre de la actividad no esencia agrande este agujero que concentra el movimiento en zonas periféricas, asemejándose a la forma del donut.
Comerciantes y hosteleros constatan esta nueva tendencia y manifiestan a este medio su preocupación. «No son tiempos para cambios», admite uno de ellos en relación a la estrategia de movilidad en el entorno. El Plan Respira aún no cuenta con todas las bendiciones, pero ya se han licitado las cámaras para controlar el acceso del vehículo privado . Pendiente está también la reordenación de la carga y descarga, un asunto pendiente para evitar los atascos en horas punta y los malos hábitos como el estacionamiento en zonas peatonales o la enorme pérdida de tiempo de los transportistas por la falta de espacio.
La movilidad, junto con las ayudas a los sectores más afectados por la crisis son las grandes asignaturas pendientes del Consistorio, que debe tomar decisiones a corto plazo para evitar el desastre. Por lo pronto, e l equipo de Juan Espadas ha planteado una suspensión inmediata de la tasa de veladores y ha reducido la de basura para la hostelería , a fin de contribuir a la salvación de mayor número de negocios posibles.
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