¿Qué edificios e infraestructuras de Sevilla llevan años sin usarse?
En su mayoría han sido construidos con dinero público, aunque también los hay levantados con capital privado
La desisia parece ser el pecado capital de Sevilla, donde edificios e infraestructuras acumulan años sin uso. En su mayoría fueron construidos con dinero público, aunque también los hay levantados con capital privado, como el auditorio de la SGAE de la Cartuja o la Fábrica de Tabacos de Altadis.
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Estadio de la Cartuja
El anuncio de un encuentro amistoso para el 6 de febrero entre los equipos femeninos del Arsenal y el Bayern coloca de nuevo en el candelero la falta de uso del Estadio de la Cartuja. De usos acordes con el caché para el que supuestamente se construyó el recinto al noroeste de la capital andaluza. Y genera una inquietante pregunta. ¿Cuándo fue la última vez que se disputó un partido de fútbol sobre la hierba de este estadio? Pues hace casi tres años. El 6 de febrero de 2013, y sobre un césped en pésimas condiciones, se disputó un amistoso entre las selecciones de Ucrania y Noruega al que asistieron escasos 200 espectadores. En enero del año pasado se programó otro encuentro amistoso entre el Friburgo (de la liga alemana) y la selección de Ghana que finalmente se canceló y se jugó en Algeciras.
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Pabellón del Futuro
En la isla de la Cartuja, el Pabellón del Futuro, propiedad de la Junta de Andalucía (Epgasa), albergó su última exposición nada menos que en mayo de 2011. Se celebró la novena edición de la Feria de la Ciencia, que ya el año siguiente se trasladó a Fibes. Desde entonces, el espléndido edificio ondulado está sin uso. En los exteriores se rodaron escenas de una película a finales de 2012, eso sí.
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Pabellón del Siglo XV
También en la isla de la Cartuja está Pabellón del Siglo XV, junto al monasterio de Santa María de las Cuevas, que al terminar la muestra universal fue cerrado y ha venido sirviendo de almacén.
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San Hermenegildo
San Hermenegildo, antigua sede del Parlamento de Andalucía (1985-1992) y sala de muestras municipal desde 1995, acogió sus sus últimas exposiciones en 2005, hace más de diez años. Hubo que cerrar este espacio por su mal estado de conservación y no hay prevista ni reforma ni mucho menos reutilización. En 2003, la hermandad de Pasión usó la vieja iglesia para su estación de penitencia del Jueves Santo, ya que el Salvador se encontraba en obras. Dicha corporación anheló, de hecho, trasladar allí su sede, pero la potente inversión y los problemas para la rehabilitación acabaron por hacer cambiar de idea a la hermandad.
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Santa Catalina
La última misa que se celebró en la iglesia de Santa Catalina fue el 2 de junio de 2004, cerrándose al día siguiente por su deterioro. El templo de la calle Alhóndiga sigue en obras más de once años después.
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San Luis de los Franceses
El templo de la calle Alhóndiga sigue en obras más de once años después. Otra iglesia, San Luis de los Franceses, se mantiene también cerrada por eternas obras de rehabilitación. Esta joya arquitectónica desacralizada, propiedad de la Diputación, albergó la última representación teatral en noviembre de 2009; concretamente, Don Juan Tenorio, que venía representándose allí cada noviembre desde 2005.
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Hospital Militar
En agosto del año 2002 estuvieron en consulta los últimos pacientes del Hospital Militar, que quedó clausurado a mediados de ese mes. En 2004, el Vigil de Quiñones pasó a manos de la Junta, que pagó al Estado 34,5 millones y comenzó a reformarlo en 2006. Pero llegó la crisis y las obras se detuvieron. Y así sigue el edificio.
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Fábrica de Tabacos de Altadis
¿Cuándo fue el último cigarro que se elaboró en la Fábrica de Tabacos de Altadis, en Los Remedios? Pues en junio de 2007, cuando se detuvo la actividad productiva en la factoría tras 400 años de historia cigarrera en la ciudad. En diciembre de ese año, la fábrica cerró definitivamente. Ocho años después, sigue esperando uso ante la falta de acuerdo entre la propietaria y el Ayuntamiento.
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Auditorio de la SGAE en La Cartuja
El auditorio de la SGAE en la Cartuja, que costó nada menos que 72 millones de euros y se terminó en 2012 con una capacidad para 2.000 personas, sigue sin estrenarse. Está a la venta o alquiler.
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Psiquiátrico de Miraflores
El Psiquiátrico de Miraflores, por su lado, espera ya su demolición. Su primer pabellón abrió en 1890 gracias a Sor Úrsula de Villabaso, que lo donó a la Diputación dos años más tarde. El manicomio llegó a tener 211.000 metros cuadrados y once pabellones pero la reforma psiquiátrica de la Junta lo cerró hace quince años. Los últimos enfermos mentales estuvieron allí a finales de 1999, cuando aún quedaban una decena de internos. El recinto llegó a tener más de 1.500. En la actualidad, dos edificios de Miraflores que suman 30.000 metros cuadrados están abandonados.