SEVILLA

Echa a un empleado al que pilló fumándose un porro en el trabajo y éste le denuncia por agresión

La juez, que ha absuelto al empresario sevillano, rechaza que éste al trabajador un puñetazo y que cogiera una barra de hierro para matarlo

Sala de vistas de los juzgados de instrucción de Sevilla, donde se ha celebrado el juicio contra el dueño del taller ABC

J. Díaz

El jefe de un taller de coches situado en un polígono industrial de La Rinconada echó a un empleado de su empresa después de pillarlo fumándose un porro en la garita de las pinturas con el consiguiente peligro que esto supone por el riesgo de explosión . El trabajador, un día después, denunció a su jefe por pegarle un puñetazo , tirarlo al suelo y coger una barra de hierro para agredirlo.

Este «conflicto personal y laboral» entre jefe y empleado llegó a los tribunales. El Juzgado de Instrucción número 17 de Sevilla, tras la celebración de un juicio rápido por delito leve , ha absuelto al empresario, pese a que el fiscal le pedía un mes de multa a razón de diez euros diarios y una indemnización a su exempleado de 30 euros por las lesiones.

La juez, en una sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, declara probado, tras escuchar al denunciante, al denunciado y a otro trabajador como testigo, que el 11 de noviembre de 2020 Francisco V.M. interpuso una denuncia contra Francisco Javier V.B. por un presunto delito leve de lesiones que habría tenido lugar sobre las once y media de la mañana del día anterior en el taller donde el primero trabajaba y propiedad del segundo, ubicado en el polígono industrial 'El Malecón', de La Rinconada .

Para la juez no ha quedado acreditado que el empresario le propinara un puñetazo a su trabajador en la mandíbula , ni seguidamente le agarrara del cuello y lo tirara al suelo. Tamopco que el dueño cogiera una barra de hierro con intención de agredirle.

Problemas laborales anteriores

El trabajador admitió en su declaración en el juicio que tenía problemas laborales con el denunciado , habiéndole pedido disfrutar de las vacaciones antes de acabar el año , para lo que habló con la gestoría. Ésta le dijo que sí. Entonces llamó a Francisco Javier y éste fue en su busca, «propinándole un puñetazo en la cara, cogiéndolo del cuello y tirándolo al suelo».

Además, añadió que el denunciado cogió una barra de hierro y «lo sujetaron porque lo iba a matar». El empleado dijo mantener contra su exjefe un procedimiento por despido el mismo día 10 de noviembre.

En la sentencia, la juez explica que la verosimilitud de una declaración, entendida como corroboración del testimonio del denunciante por otros datos objetivos externos y objetivos, «no se aprecia en este caso, pues no hay ninguna prueba de cargo, al margen de la declaración del denunciante, que sustente con firmeza las lesiones denunciadas», pues la documental médica existente no sirve.

De otra parte, Francisco Javier, el empresario, que ha sido defendido por José Manuel Martín Leal, sostuvo ante la juez que el día 10 de noviembre su trabajador estaba fumándose un porro en la garita de pinturas con el consiguiente peligro de que aquello explotara. «Lo cogió y lo echó de allí diciéndole que no iba a trabajar más» , dice la sentencia.

«Te voy a matar»

Según el dueño del taller de coches, Francisco, ante esto, le dijo «maricón, sinvergüenza, te voy a arruinar, te voy a matar... » y así durante unos de cinco minutos. Negó haberle pegado ni amenazado con una barra de hierro. Asimismo, manifestó que en innumerables ocasiones había visto fumar porros al denunciante en el trabajo.

El testigo, empleado y pariente del denunciado, proporcionó «un relato sincero y veraz », según la juez. «En lo sustancial vino a confirmar la versión de los hechos dada por el denunciado», ha añadido.

Señaló el testigo que él estaba limpiando un coche cuando llegó Francisco Javier y fue a la garita de pinturas, salieron ambos implicados discutiendo, hablando su excompañero cada vez más fuerte y diciéndole Francisco Javier que « era la última vez que le cogía con un pitillo» .

Ante la juez aseguró que no vio al empresario insultar al denunciante, ni propinarle un puñetazo en la mandíbula. Agregó que llegaron otros trabajadores y los separaron porque estaban alterados , oyendo como el denunciante le decía al denunciado «hijo de puta, maricona, te voy a arruinar...».

«En suma, nos hallamos ante versiones contradictorias , sin que la declaración del denunciante, sin elementos objetivos externos que corroboren su versión, revista la entidad y contundencia constitucionalmente exigibles para enervar la presunción de inocencia de Francisco Javier», señala la juez para absolver al dueño del taller.

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