El dueño de Contsa deberá indemnizar a 1.579 acreedores estafados
El Supremo confirma 9 años de cárcel para José Salas y declara la responsabilidad solidaria de doce sociedades del grupo
Las cantidades que debe abonar a cada acreedor oscilan entre los 3.000 euros y los 1,9 millones de euros
La sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 9 años, 4 meses y 15 días de prisión y el pago de una multa de 16.200 euros al dueño de la inmobiliaria Contsa Corporación Empresarial, José Salas Burzón , por una estafa piramidal que afectó a 1.579 clientes en 2008. La sentencia del Tribunal Supremo, de 234 páginas, también ha confirmado la pena de un año y seis meses de prisión y multa de 3.600 euros a su esposa como cooperadora necesaria del delito de insolvencia punible.
La sentencia fue dictada a principios de mayo y nada más conocer el fallo la sección séptima de la Audiencia de Sevilla —de la que forman parte Mercedes Alaya , Juan Romeo y Ángeles Sáez—, ésta acordó el ingreso en prisión provisional del empresario José Salas. Los dos condenados tendrán que pagar, de forma solidaria, indemnizaciones a 1.579 estafados, indemnizaciones que oscilan entre 3.000 y 1.9 millones de euros. El supremo confirma el levantamiento de velo societario, declarando responsable solidario de esas deudas a 12 empresas vinculadas a José Salas, tales como President Patrimonio, Tender Patrimonio, Hacienda San Martín, Congelados Al-Andalus, President Catering, President Valores, Contsa, Contsa Intermediación, Contsa Participaciones, Contsa Medical, Contsa Patrimonio y Contsa Resort
La sentencia ha desestimado el recurso de casación interpuesto por el condenado contra el fallo de la Audiencia que le impuso la citada pena por un delito continuado de estafa, un delito continuado de falsedad y otro societario, estos últimos en concurso medial con el primero; además de por un delito de insolvencia punible.
La sala segunda resalta que se trata «de una estafa piramidal, que termina evidenciándose al hacerse inalcanzables las nuevas aportaciones que hubieran permitido seguir ocultando el engaño, mediante el sistema de ser únicamente aplicadas al pago de aquellos acreedores anteriores que, por cualquier motivo, decidieran resolver su posición». Para el Supremo, el condenado simulaba una actividad mercantil que no se correspondía con la real , ocultando la inviabilidad de retorno de los capitales que se aportaban, así como la imposibilidad de abonar los intereses de entre el 5 y el 45% que se prometían, tan pronto como el ingreso de nuevas aportaciones resultara insuficiente y no permitiera afrontar su pago.
Trasvase de bienes a otras empresas
Según el Tribunal Supremo, Salas ocultó que era imposible pagar los intereses que prometía pues los fondos captados se destinaban en parte a la adquisición de activos que engrosaban el patrimonio personal o empresarial del acusado y, en otra parte importante, se empleaban en sustentar la farsa de un negocio rentable, tanto pagando los gastos propios de la empresa o los desembolsos que exige la actividad de captar nuevas aportaciones, como retribuyendo intereses que fidelizaban la no retirada de las aportaciones principales.
La sentencia indica que Salas usó sociedades d e su exmujer, Carmen Bautista, y sus hijos menores para trasvasar bienes y activos de Contsa Corporación Empresarial, descapitalizándola progresivamente. Entre las empresas a las que trasvasó bienes estarían Cartuja Corporación Empresarial, President Participaciones o Contsa Renta Vitalicia.
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