Zurich Maratón de Sevilla
El dorsal de leyenda que aspira al centenario en el Maratón
Julio Molina, con 82 maratones acabados, quiere alcanzar los 100 en Sevilla en 2020
Fue empleado de banca hasta que se prejubiló en 2013 , y ahora, maratoniano de vocación, le busca nuevos retos a la vida, siempre con las zapatillas calzadas, de aquí para allá. Julio Molina , uno de los seis magníficos que han empezado y terminado cada una de las 32 ediciones de la prueba hispalense -recibieron un dorsal vitalicio por parte de la organización- quiere ser centenario en su ciudad. «A los 44 años cumplí los 44 maratones y desde 2013 voy a un ritmo de seis por año . El año pasado hice cinco porque se suspendió el de Málaga, así que este año haré siete como sea. Si los hago y seis los dos años siguientes, llego a los cien en febrero de 2020», cuenta para ABC , detallando así su hoja de ruta este maratoniano incansable, cosecha del 60 y sevillista.
En la primera mitad del año correrá también en Barcelona, Vitoria y Awasa (Etiopía) mientras que en otoño lo hará en Burgos, Valencia y Málaga. La experiencia en Etiopía ha sido muy gratificante. Estuvo en 2015, 2016 y repetirá este año. Va con un grupo de españoles y, aparte de correr un maratón, donan zapatillas semiusadas y material técnico. «La cara de satisfacción de los chavales te llega al corazón, te emociona. Para mí, ese viaje me sirve como un ejercicio espiritual . Viajas a tu interior, te preguntas muchas cosas. Ellos te dan mucho más a ti que tú a ellos, una lección de vida . Regreso este año porque la experiencia es impresionante. Fuimos 50 en 2016 y esta vez seremos también entre 50 y 60 para que la logística no sea muy aparatosa».
Volviendo a Sevilla, el año pasado hizo 3.13 y quiere mantenerse «por debajo de los 3.30, aunque el reloj biológico va avanzando», pero en Sevilla se exige «el cien por cien». Curiosamente, después de 32 ediciones y un total de 82 maratones (81+1, ya que hizo uno «pirata» en Nueva York el año del huracán Sandy), su peor marca la registró en la primera edición de la cita hispalense, en 1985, aunque hay dos excepciones: el maratón de Awasa y uno reciente en Burgos en el que sacrificó la marca por acompañar a José Manuel Roas con su hijo Pablo. «Mereció mucho la pena por la experiencia de correr con ambos. Fue magnífico», rememora. Se acuerda de los padres del maratón sevillano, de Manuel Nieto y Fernando Borges , pero también de Javier Pérez Royo o José Carlos Jaenes , entre otros, cuando el alcalde era Manuel del Valle y el concejal de Deportes, Pedro Rodríguez de la Borbolla. Y termina hablando de John Kelley , mito del maratón de Boston . Terminó nada menos que 61 ediciones, ganó dos y murió con 97 años . Hay una estatua suya en aquella ciudad. Quizá pueda ser Molina el John Kelley sevillano. «Sí, lo que pasa es que no habrá ninguna estatua mía ganándolo» , concluye divertido.