HISTORIA
Doña Guiomar Manuel, la dama que llevó el agua a la cárcel
El profesor Sánchez Saus rinde homenaje en una publicación a esta mujer del medievo que da nombre a una calle de la ciudad
![Calle Doña Guiomar, en pleno centro de Sevilla](https://s3.abcstatics.com/media/sevilla/2015/11/02/s/sevilla-dona-guiomar--620x349.jpg)
Su recuerdo ha quedado inmortalizado en el callejero de la ciudad y en una placa de la Catedral de Sevilla que da testimonio de su enterramiento y el de sus padres en el templo catedralicio, aunque poco ha trascendido a nivel popular, y al margen de la leyenda, sobre la proyección social que adquirió en su tiempo la figura de doña Guiomar Manuel . Para remediar ese olvido y esclarecer aspectos relacionados con el entorno social y familiar de esta sevillana que vivió entre finales del siglo XIV y principios del XV, el profesor Rafael Sánchez Saus , catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Cádiz, ha rastreado su huella en archivos y fondos documentales para ahondar en su singular legado. Su investigación, no en vano, le valió en diciembre de 2014 el III Premio «Cultura y Nobleza» —convocado por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y la Real Academia Sevillana de Buenas Letras— que lleva implícito la publicación del estudio, que ha visto la luz recientemente editado por la corporación maestrante.
A través de las páginas de esta cuidada publicación, Sánchez Saus va introduciendo al lector en el contexto histórico de «profunda crisis» en el que se desarrolla parte de la vida de doña Guiomar Manuel que, sin haber nacido en el seno de un linaje noble, «ganó tal estimación por la bondad de sus acciones y por la admiración de la posteridad hacia sus virtudes». El autor subraya esta apreciación teniendo en cuenta que constituye todo un referente de « mujer adelantada a su época en España . Fue un claro exponente de una nueva religiosidad más profunda y con un mayor sentimiento de responsabilidad. De ahí —explica Sánchez Saus— el subtítulo de la publicación “un ejemplo medieval de evergesía cívica y cristiana”».
Será a raíz de su viudedad cuando doña Guiomar Manuel dedicará su fortuna, no sólo a realizar obras de caridad, sino también otras de carácter cívico para honrar a Sevilla, favoreciendo de esta manera a sus vecinos. Entre las acciones que llevó a cabo, el catedrático resalta las obras que esta dama impulsó, gracias a una concesión regia, para llevar el agua procedente de los Caños de Carmona hasta la cárcel y remediar la sed de los presos en una época «en la que nadie tenía agua en su casa, ni siquiera el conde de Niebla don Juan Alonso de Guzmán, el personaje más relevante de la ciudad».
Las salinas
Doña Guiomar fue además «la primera persona que de su propio peculio costeó el solado de las primeras calles que en Sevilla recibieron pavimentación mucho antes de que al Ayuntamiento se le ocurriera, ya que éste comenzó a hacerlo un siglo después», comenta Sánchez Saus, quien considera que esas calles debieron estar localizadas en el entorno del Salvador y de la calle Sierpes, «en la zona de paso entre la colegiata y la plaza de San Francisco, que es por donde doña Guiomar hubo de llevar el agua a la cárcel». Pero el empeño de esta mujer por favorecer a sus conciudadanos se plasmó en otra actuación no menos curiosa, como la cesión a Sevilla de unas ricas salinas para que «todas las personas tuvieran garantizado el consumo necesario de sal, que constituía un conservante esencial de la época y era también muy empleado en el desarrollo de la ganadería. La importancia de su donación fue tal que, a finales del siglo XVI, todavía funcionaba el sistema que ella había establecido».
Conventos de monjas de nueva creación y la propia catedral que, por aquella época se empezaba a construir, fueron otros muchos de los beneficiarios de esta dama, en la que el investigador advierte la influencia que en ella pudo ejercer San Vicente Ferrer , «del que se sabe —concluye— que estuvo por Sevilla».