Diario del Covid-19 | Día 1

Diario del Covid-19: «A ti te lo digo»

Somos muchos más los que empezamos a cumplir disciplinadamente las órdenes que se nos han dado

Javier Rubio

La gente. Llevamos todo el día escuchando la misma cantinela. La gente no va a dejar de ir a los bares, a la gente va a tener que venir la Guardia Civil para recluirla, cómo se va a impedir que la gente vaya a la playa, la gente... La gente es una entidad lo suficientemente abstracta para descargar la responsabilidad individual . La gente es la coartada perfecta para cualquier comportamiento que reprobaríamos por nosotros mismos pero que disculpamos amparados en la categoría de masa informe a la que ni ponemos rostro ni nombre. La gente es la trinchera en la que nos ponemos a salvo del fuego graneado de la propia conciencia.

Me he propuesto escribir cada noche una nota que no acabe diluida en la gente, disuelta en una masa informe. Quiero que esta nota te llegue a ti, a ti te lo digo. Porque te aprecio . Que estas palabras lleven la esperanza en que capearemos este temporal. Y que dentro de todo lo que nos desagrada y nos incomoda, encontramos testimonios que florecen como las violetas al borde del camino, fragantes pero humildes, vistosas pero modestas.

Hoy me he encontrado con este ramillete de violetas que firma Paula . Está fuera, pero ha dejado escritas unas notas llenas de sentido común que quiero sacar del anonimato de la gente para resaltarlas como se merecen: « Hay gente que se sigue tomando la situación que estamos viviendo a risa. Quizá yo fuera una de ellas si no tuviera tantos casos cercanos ingresados, entre ellos, mi padre. Y al estar viviéndola tan de cerca, os aseguro, que no es ninguna tontería. No esperéis a tener que lamentar un caso cercano para actuar. En Estados Unidos, donde me encuentro, con muchos menos casos en relación a su población, ya están tomando medidas drásticas y se está concienciando a la población y pidiendo que no se salga de casa más que para lo imprescindible. Hay que dejar a un lado el cachondeo español que nos caracteriza y tomarse esta situación en serio. Porque realmente lo es«.

«Sé que la mayoría de los españoles estamos hechos para estar en la calle pero hay que aguantarse una temporada , por el bien común. Y si aún eres escéptico a todo esto, hazlo por respeto a los enfermos que están luchando por superar el virus y sus familias, no te lo tomes a risa«, acaba su carta la joven.

A ti te lo digo. No te ampares en la gente , no digas que arrasaste la estantería del supermercado porque la gente también lo hacía, no digas que te fuiste a la playa a pasear porque seguiste a la gente. No. La gente no tiene ojos ni nombre. Por eso te he copiado algunos párrafos de lo que ha escrito Paula. Porque ella tiene rostro y nombre y así resulta más difícil defraudarla.

Sentía que tenía que escribir esta nota. Somos muchos más los que empezamos a cumplir disciplinadamente las órdenes que se nos han dado . Posiblemente tengamos motivos más que sobrados para criticar a quienes toman las decisiones, pero no es ahora el momento. En realidad, no es momento nada más que de cumplir órdenes por injustas, desproporcionadas o arbitrarias que nos parezcan. Ahora no se trata de entrar en discusión. Se trata de buscar el bien común . Ese que a los políticos les cuesta tanto perseguir. No siento defraudar a la gente. Lo que de verdad sentiría sería defraudar a gente tan maravillosa como la joven Paula, sus padres y sus hermanas.

Rezo por ellas. Y cumplo con lo que se me ordena. Como les decía el sargento a los polis en «Hill Street Blues», tened cuidado ahí fuera .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación