El Ayuntamiento dice que puede ser intencionado o por una colilla
«Me despertó el ruido de los vidrios quemándose en el contenedor»
Queman en una noche seis en San Bernardo y tardan 24 horas en reponerlos
La madrugada del pasado miércoles no fue precisamente tranquila para los vecinos de la calle Abogada Aurora León (antes José Ignacio Benjumea), situada cerca de los jardines del Alcázar y del Prado de San Sebastián, en la zona de San Bernardo.
Sobre las seis de la mañana el humo empezó a entrar por las ventanas de quienes no soportan el calor de estas fechas mientras un estrepitoso ruido de vidrios rompiéndose hacía saltar de la cama a los residentes.
Se trataba de tres contenedores de basura que habían salido ardiendo no se sabe cómo —el Ayuntamiento tampoco— y estaban causando la alarma y el miedo del vecindario.
Eran de vidrio, de papel y de envases, la misma tipología y cantidad que, según los vecinos, también habían sido pasto del fuego en la cercana Avenida de Cádiz esa misma noche y en Felipe II, la anterior.
«Nos lo dijeron los operarios de Lipasam que han estado aquí y todo parece indicar que se trata de un pirómano », comentaron a ABC algunos residentes que dan gracias a Dios de que las llamas no hayan llegado a casas y coches ni producido ninguna desgracia personal.
El suceso conllevó, eso sí, molestias por el humo y un susto «de muerte» por el ruido que hacían los vidrios al entrar en cotacto con el calor.
Y suciedad . Porque el incendio fue a las seis de la mañana y hasta las nueve de la mañana de ayer, o sea, más de 24 horas no se limpió del todo la zona siniestrada ni se instalaron contendores nuevos a pesar de que en el Ayuntamiento de Sevilla señalan que «cuando se produce un acto así se procede de forma inmediata a la reposición de contenedores o papeleras y a la limpieza de los espacios afectados».
Las fuentes municipales destacan que no hay un especial repunte de este tipo de vandalismo en la zona y que estos fuegos «suelen ser intencionados o por una colilla» pero no aclaran si se sospecha de un pirómano, como apuntan los vecinos, y si la Policía le sigue los pasos.
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