Sucesos
Desmanteladas diez plantaciones de marihuana en pisos de las Tres Mil Viviendas de Sevilla
La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas como presuntas autoras de delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico
Día 26 de junio. Calma aparentemente tranquila en las Tres Mil Viviendas de Sevilla. Calma hasta que comienzan a entrar patrulleros, furgones y un helicóptero sobrevuela la zona del Polígono Sur. Se está llevan a cabo una operación contra las organizaciones criminales que manejan los «narcopisos» de la zona.En esta ocasión el Grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Sevilla ha conseguido detener a cuatro personas, desmantelar un total de 10 plantaciones «Indoor» y se han incautado de más de ochocientas plantas, así como material y aparatos para favorecer su crecimiento y posterior recolección.
La investigación se inició cuando los agentes detectaron la presencia de un grupo criminal en la barriada de Las Tres Mil Viviendas dedicado al tráfico de sustancias estupefacientes, comenzando a sospechar que podrían estar acondicionando pisos sin moradores en la barriada para el cultivo de marihuana, mediante el sistema de plantaciones interiores, lo que se le conoce como «Indoor» y la posterior distribución de la sustancia estupefaciente.
Las primeras pesquisas de los investigadores iban encaminadas a localizar las posibles plantaciones, así como identificar a los miembros de la trama y el «modus operandi» que utilizaban para llevar a cabo su actividad ilícita.
Viviendas sin moradores
Las indagaciones determinaron que esta organización investigada utilizaba viviendas sin moradores, en las cuales creaban un clima artificial en un espacio cerrado mediante el uso de distintos aparatos de luz, temperatura, humedad y otras variables del cultivo idóneo para el crecimiento de las plantas. Para ello instalaban aparatos de aire acondicionado, potentes lámparas , transformadores, balastros, ventiladores, aislamientos térmicos y usaban plantas seleccinadas genéticamente así como diversos productos fertilizantes y fitosanitarios.
Con esta modalidad de cultivos «Indoor» , generaban un ambiente controlado y conseguían mayores beneficios que con el cultivo de plantaciones exteriores: por un lado su ocultación es más fácil y por otro les permitía una producción constante con siembras alternas para obtener recogidas sin interrupción en el tiempo, originando importantes beneficios.
El uso de los numerosos aparatos eléctricos que utilizaban esta organización criminal para optimizar los cultivos en el interior de los domicilios generaba un importante consumo de electricidad , ya que realizaban instalaciones ilegales en el sistema eléctrico de los edificios, con un doble objetivo: ocultar el excesivo consumo de electricidad al objeto de evitar la localización del cultivo y reducir los altos costes que les causaría abonar el consumo real de electricidad, lo que reduciría enormemente los beneficios de la posterior venta de la marihuana.
Un peligro para los vecinos
Esta forma de actuar, además de la sustancial defraudación eléctrica que se ocasiona a la empresa suministradora y que termina repercutiendo en el consumidor final, hace que exista un grave riesgo de sobretensión eléctrica en este tipo de instalaciones, que puede provocar incendios en los edificios, lo que supone un peligro para la vida e integridad del resto de los vecinos, aumentando el riesgo en verano, con el aumento del uso de aparatos de aire acondicionado en las viviendas para combatir el calor estival, lo que incrementa aún más el peligro de sobrecarga, cortocircuito o incendio.
Es por lo que los agentes tras la localización de doce inmuebles en la barriada de las Tres Mil Viviendas y activar dispositivos de vigilancias discretas en torno a ellos, consiguieron identificar a la organización que se ocupaba de este sistema de siembra ilegal, llevándose a cabo la semana pasada con las correspondientes autorizaciones judiciales las entradas y registros en cada uno de los inmuebles.
Un operativo complejo
El operativo policial culminó con la detención de cuatro personas, todas ellas de nacionalidad española, así como de la incautación de 812 plantas de marihuana , que arrojaron un peso una vez desbrozadas de ciento cuarenta kilos (140kg), así como diversas cantidades de cocaína y hachís, casi ocho mil euros en efectivo y efectos para las infraestructuras del cultivo de plantaciones de interior: aparatos de aire acondicionado, transformadores, ventiladores, balanzas, extractores, compresores y diverso material para este tipo de cultivo Indro.
Para mejorar la eficacia policial, se solicitó la colaboración de los servicios de mantenimiento de la compañía de electricidad Endesa , con el objetivo de asegurar las viviendas que defraudan el fluido eléctrico ante el riesgo que presentaban las instalaciones. Colaboración que se ha ido incrementando en el último año para luchar contra el fraude eléctrico. En este operativo la compañía llevó a cabo 19 cortes de suministro por anomalías e identificó las plantaciones de marihuana «Indoor», además de nueve bloques de viviendas sin ningún tipo de contrato, lo que supone además de un delito de fraude, un peligro para la seguridad de las personas que viven en estas zonas.
Venta por parte de Europa
Las líneas de investigación concluyeron que gran parte de estos cultivos eran exportados a países como Francia, Holanda o países nórdicos , donde el precio del mercado puede llegar a multiplicarse; y que utilizaban estos cultivos «Indoor» de marihuana como forma de financiación para la adquisición de otras partidas de drogas que les reportan mayor lucro, como la heroína y la cocaína.
Los detenidos ya pasaron a disposición de la Autoridad Judicial, en una operación que continua abierta, hasta la total identificación del resto de los autores y desarticular así a la organización investigada, que está llevándose a cabo por el Grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Sevilla.