Coronavirus
Desescalada en Sevilla: a correr sin necesidad de cinta ni azotea
Los aficionados al deporte están de enhorabuena:hoy volverán a correr, montar en bici o pasear. Siempre solos
y en las franjas horarias establecidas
Después de casi 50 días de encierro, sin salir de casa y también sin hacer ejercicio al aire libre (con excepción de los que tienen jardín), hoy toca de nuevo escaparse a hacer deporte. Una práctica que, a partir de este sábado, estará permitida siempre que se haga de forma individual y cumpliendo las recomendaciones.
La principal, el mantenimiento de la distancia de seguridad, además de los horarios reglamentados de 7 a 10 de la mañana y de 20 a 23 horas. Y todo ello sin salir del término municipal . ABC ha recogido el testimonio de varias personas, todas muy aficionadas al deporte, que explican cómo han pasado estas semanas de encierro, sin haber tenido libertad para practicar su distracción favorita fuera de casa.
Rebeca Asín es corredora de esas que pasan del nivel de simple aficionada. Madre de dos hijos, a sus 50 años tiene en su haber numerosos trofeos ya que corre maratones, medias maratones y lo que le echen . Cuando estalló la alarma acababa de suspender el viaje que iba a llevarla a participar en la media maratón de Nueva York que se iba a celebrar el 15 de marzo.
Tuvo que suspender el viaje que pensaba emprender con su hermana, con la que ha participado en numerosas carreras. Con ella ha estado en Viena o en Cuba. En todas subió al pódium: en Viena quedó primera y en la carrera de la Mujer de Sevilla terminó segunda.
Yoga en casa
Pero Rebeca, que también practica habitualmente natación y yoga, dice no haber llevado mal el encierro porque en casa se ha dedicado durante estas semanas a hacer yoga. «Tenía una profesora muy buena en el gimnasio y me enganché. Ahora lo sigo haciendo en casa cada mañana con un tutorial», explica insistiendo en que es algo con lo que se logra el crecimiento personal.
Y también ha corrido en la azotea de su casa. Se hacía ocho kilómetros a primera hora de la mañana para evitar problemas con los vecinos. «Me estoy adaptando a esto y estoy cambiando la visión de las cosas. Hay que aprovechar lo que tenemos», dice. ¿Qué piensa hacer hoy? Salir a correr temprano, para que no haya mucha gente y llegar hasta el campo del Betis. «Ya sueño con calzarme mis deportivas y pisar suelo. Añoro esa sensación de respirar aire puro y sentir la pisada y la luz del sol», relata. Porque según recalca, «para los que somos deportistas esto es como una droga», dice. Pese a ello, Rebeca dice entender que todos deben contribuir a paliar el virus.
Ahora se pregunta cómo estará de forma tras el parón y ya tiene varias metas a la vista. La primera es más difícil ya que es la carrera que se hace en Navarra por San Fermín y esa está en el aire. Si no, seguirá entrenando para la que hay en Palma de Mallorca en octubre. «Hay que vivir el momento y ahora esto es lo que tenemos».
Otro caso es el de Agustín Lobo, un conductor de Tussam de 42 años , casado y con tres hijos, que también corre desde hace tiempo.Aunque siempre ha practicado deporte, entre fútbol sala y gimnasia, ahora está más centrado en correr. Es un «trail runner», experto en carreras por el campo, que es lo que hace ahora cada vez que tiene tiempo. «Me gusta más porque es más bonito correr por el campo y a la vez estar viendo el paisaje», dice recordando que, antes de que se decretara el estado de alarma, solía correr tres o cuatro días a la semana, sobre todo sábados y domingo, que eran los días que hacía las salidas más largas.
¿Qué ha hecho durante el confinamiento? Según Agustín, le ha venido bien parar un poco al principio porque había tenido una lesión de rodilla. Pero, aún así, no ha estado del todo inactivo. También utilizó la azotea de su casa, en Triana, y por allí corría un poco todos los días. Cada mañana y cada tarde subía a hacerse unas caminatas por los 50 metros de la terraza.
«Lo he llevado un poco mejor porque también me ponía a subir y bajar escaleras , pero luego lo dejé porque a algunos vecinos no les gustaba», admite.
A partir de hoy podrá salir. Ytiene claro que, como las normas dicen que no se puede alejar mucho de casa, se dirigirá hacia el Charco de la Pava, que está dentro del radio de un kilómetro que ha estipulado el Gobierno. Como además es una explanada bastante grande (4,5 kilómetros según tiene medido) será suficiente para volver a los entrenamientos. Dice que con 45 minutos para el primer día tendrá bastante.
Hoy saldrá a correr solo.Pese a que los fines de semana suele hacer «una quedada» con una decena de amigos y se van a algún pueblo, a subir y bajar colinas y luego se van a desayunar o se toman una cerveza, hoy no toca. Aunque tampoco descarta que pueda ver alguno de sus compañeros de carrera , también de Triana, corriendo por la zona, aunque sea a cinco metros de distancia. «Tendremos que gritarnos para saludar», dice.
Cuando se le pregunta qué le parecen las medidas de desescalada impuestas por Pedro Sánchez, asegura que no le parece mal porque según dice, vio imágenes de niños en la calle que eran «para echarse las manos a la cabeza» . Por eso considera que con una franja horaria será más fácil para que la gente guarde las normas. «Vamos a salir como los toros», dice.
Alejandro Pérez de 36 años y que trabaja en una empresa de prevención de riesgos laborales, ya ha puesto a punto su bicicleta de montaña para volver a salir como hacía dos o tres veces por semana antes de que se decretarse el estado de alarma. Alejandro dice haber llevado bien el confinamiento. «Hay cosas más importantes», explica. Al principio se compró un rodillo para hacer ejercicio en casa, pero enseguida lo dejó porque se aburría. Lo que utiliza más es una pelota fitball de las que se usan en pilates y con eso ha practicado algo en casa. Hoy se montará en su bici de nuevo y se irá a dar un paseo aunque no demasiado lejos de casa. Aunque normalmente quedaba con amigos para practicar su deporte favorito, hoy lo hará él solo.
Los que se quedan
Sin embargo, no todos van a salir pese a que hoy ya está permitido. Alberto Mora, estudiante de 21 años que acaba de terminar el grado superior de Administración y Finanzas, no saldrá todavía a hacer deporte. Pese que era un gran aficionado al ciclismo, que practicaba varias veces por semana además de ir al gimnasio, prefiere quedarse en casa. Durante este tiempo ha utilizado la bicicleta estática que tiene en su vivienda. «Yo no tengo intención de salir porque creo que es pronto. Ano ser que me líen mis amigos», admite.
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