Desescalada
Las guarderías de Sevilla, abiertas sólo para reservar plaza
Las escuelas infantiles, que no abrirán hasta el próximo curso, no podrán guardar la distancia social aunque extreman las medidas sanitarias
Las guarderías de Sevilla ya están abiertas desde el pasado lunes. Sin embargo, al igual que los colegios e institutos, sólo lo están para que los padres que tenían reservada la plaza hagan su matrícula y para que, desde el próximo día 26 de mayo y hasta el día 10 de junio puedan solicitar plaza para el curso 2020/2021. En Sevilla para el próximo curso están previstas 32.412 plazas en 575 centros.
De momento los centros están atendiendo a las familias que acuden a formalizar la plaza del próximo curso o a ver las instalaciones. Según Maribel Uncala, presidenta de Escuelas Infantiles Unidas y propietaria de dos escuelas en San José de la Rinconada, están atendiendo a las familias que acuden con cita previa porque, aunque se puede teletramitar la solicitud, muchas familias prefieren ir al centro. Están atendiendo con mascarillas y guardando todo los protocolos sanitarios.
«Somos imprescindible para las familias. No sólo para conciliar sino por el valor educativo que tienen los centros de primer ciclo», dice Maribel Uncala , recordando que además durante todo este tiempo de confinamiento han estado en contacto con las familias, incluso con las de los más pequeños, mandándoles videos y consejos y pautas para mantener con los bebes o para ayudarles a desarrollar la psicomotricidad.
Pero ¿qué pasará en lo que queda del curso? De momento y a falta de que el consejero de Educación, Javier Imbroda, se lo comunique por escrito, el curso se ha dado por finalizado y no se espera que reabran sus puertas el medio millar de escuelas infantiles que hay en Sevilla y provincia. Pero, además de eso, la situación es de incertidumbre total.
Aunque las escuelas están en contacto con las consejerías de Educación y Sanidad, advierten que, cuando comience el próximo curso, n o se podrán mantener las medidas de distancia social como en otros sectores porque se trata de niños muy pequeños.
Entonces ¿cómo lo harán? Ya tienen claro que cualquier reapertura pasa por intensificar las medidas de higiene para conseguir que sean centros seguros. «Los niños van a estar durante el mes de julio jugando en el parque, y en septiembre nuestros centros van a ser más seguros que ese parque», dice Uncala.
Siempre los mismos zapatos
Aunque aún están elaborando su propio protocolo, entre las ideas que pondrán en marcha serán el gel hidroalcohólico y la obligatoriedad del lavado de manos a la entrada del centro. También que los pequeños tengan unos zapatos de uso exclusivo para el centro. De tal manera que, al entrar, se quiten el calzado que traían de casa, y se lo cambien por el que tienen allí.
Igualmente la idea es que los desayunos sean ofrecidos por la guardería para evitar que traigan batidos u otros alimentos de casa. En cuanto a biberones y chupetes también se pretende que se queden en la guardería y sean desinfectados allí. Lo mismo que la ropa del personal que atenderá a los niños.
Además está previsto que el personal se ponga las mascarillas a la hora de dar el biberón o cambiar el pañal a los niños y que haya salidas al recreo rotatorias y más a menudo con la idea de airear varias veces al día las instalaciones. En la limpieza también se hará más hincapié. Los juguetes serán más grandes con la idea de poder limpiarlos mejor y que los bebés no se los metan en la boca.
¿Poner el termómetro a la entrada? Es una medida sobre la que tienen dudas ya que los pequeños tienen a veces destemplanza que no significa que estén enfermos. Pero sí que los padres no entren en el centro ni a la ida ni a la vuelta.
En cualquier caso la incertidumbre es total ya que, según Uncala, el consejero ha hablado del curso, pero las guarderías, que normalmente se mantienen abiertas en julio, no saben si podrán reabrir ese mes ya, además, hay familias que se tendrán que incorporar a trabajar y están preguntando.
Al filo de la quiebra
Y a ello se une l a dura situación económica que atraviesan sin los ingresos de los padres . El 90 por ciento de los centros tiene una subvención para mantenimiento del empleo que durará hasta julio. Sin embargo desconocen qué pasará en agosto. «Necesitamos la ayuda para mantener el empleo de los trabajadores», dicen. La situación financiera que atraviesan es muy dura ya que pese a la escasez de ingresos siguen teniendo que pagar hipotecas, luz y otros gastos.
Si ya llevan varios años en los que se quedan plazas vacantes porque hay más plazas que niños, la alerta sanitaria puede hacer que el próximo curso queden más vacantes porque haya padres que tengan miedo de llevar a sus hijos. Pese a todo, la presidenta de Escuelas Infantiles insiste en que los niños «deben retomar cuanto antes la normalidad» y advierte de que están proliferando centros, que no son guarderías, que están ofreciendo servicios para el mes de julio. Son centros «alegales».
Más crudo lo tienen las guarderías privadas. Arancha Herrera, propietaria de Caramelo, una escuela infantil privada en Sevilla Este, recuerda que no tienen ninguna ayuda de la Junta de Andalucía , con lo que están teniendo ingresos cero por parte de la administración pública. Si los centros no abren, no cobran. No obstante, sí han recibido aportaciones por parte de algunos padres de los pequeños, que les han permitido cubrir algunos costes de suministros y ayudarles con el alquiler.
Además la situación es de total incertidumbre ya que no saben cuándo les dejarán volver a abrir. Con todo, según Herrera, la mayoría de los centros, que están inmersos en un ERTE, viven una situación económica muy dura tras estos meses de cierre . Y si para el próximo curso le reducen el número de plazas, no sabe cuántas aguantarán abiertas. «Lo estamos pasando muy mal», advierte.
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