Volcán de La Palma
«En el desastre del volcán de La Palma, los verdaderos héroes son los palmeros»
El teniente de la Guardia Civil Alejandro Pérez fue uno de los integrantes del primer pelotón del GRS que partió de Sevilla para auxiliar a la población de la isla

Este martes tocaba estar de celebración con la familia y compañeros por el 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar , patrona de la Guardia Civil. Pero el teniente Alejandro Pérez , oficial del GRS, con base en Sevilla, hace un ... paréntesis para contarle a un par de periodistas cuál ha sido su experiencia profesional más impactante. Él fue uno de los 20 agentes que componían el primer pelotón que partió de Sevilla hacia La Palma al día siguiente de la erupción del volcán. Permaneció en la zona 16 días hasta que fue relevado. La actividad en Cumbre Vieja no se ha detenido ni hay signos de que eso se vaya a producir en los próximos días por lo que este teniente previsiblemente regresará a la isla donde se encontró «lo nunca visto» en su carrera .
«Cuando llegué había un pueblo amenazado que se llamaba Todoque y me fui cuando prácticamente no quedaba nada. Eso poco que aún seguía en pie se lo ha llevado también la lava estos días. Es una sensación terrible ». Este teniente pertenece a una unidad que tiene como principal cometido la protección de las personas en situaciones de gran riesgo . Ha presenciado los efectos de las inundaciones, de adversidades meteorológicas como la borrasca filomena, pero nunca se había enfrentado cara a cara a las consecuencias de un volcán . «En otros desastres, como un terremoto, te queda la esperanza de que se podrán reconstruir las casas, los negocios. Pero allí tienes la certeza de que no se va a poder hacer nada».
Cuando llegaron a la isla, apenas 24 horas después de que empezara a formarse la primera colada, los dos pelotones que habían viajado desde Sevilla y Zaragoza para reforzar los dispositivos activados en La Palma, se encontraron con una población que ya arrimaba el hombro de manera ejemplar . «El nivel de colaboración es excepcional. En ese desastre, los verdaderos héroes están siendo los palmeros. Todos ayudan porque todos conocen a alguien afectado».
Estos equipos de la Guardia Civil se dedicaron a acompañar a la población desalojada a sus casas a recoger todo aquello que pudieron salvar antes de que la lava lo devorara. «Imagínate tener unos pocos minutos para sacar todo lo que puedes de tu casa. La mayoría había puesto a salvo los objetos más personales, pero regresaron para intentar no quedarse sin nada. Cargamos con todo tipo de cosas para ayudarles. Me emocionó ver a personas que lo habían perdido todo pero que no dudaban en ayudar a sus vecinos para que no les pasara lo mismo».
En una experiencia de ese calibre, las historias se amontonan en la memoria. Pero siempre hay alguna que destaca por razones diversas. «Los compañeros de Zaragoza acompañaron a un hombre para intentar rescatar un camión. Era lo único que le quedaba. Había comprado hace muchos años un terreno en el que fue trabajando poco a poco para que cada uno de sus cuatro hijos tuviera una casita alli mismo. El volcán arrasó con las cuatro casitas y cuando llegamos al lugar donde debía estar el vehículo, también había desaparecido. Ese hombre cayó de rodillas desesperado. Mis compañeros lo arroparon para tratar de animarlo. Le regalaron una cinta con la Virgen del Pilar. No podíamos hacer mucho más».
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